Mano a mano con Fernando Dalla Fontana
Un orgullo del tenis santafesino
El ex jugador del circuito internacional, integrante de varios equipos argentinos de Copa Davis y Copa Galea, tiene hoy su presente como profesor del deporte blanco en el Santa Fe Lawn Tennis Club. Narró historias fascinantes.

Para muchos santafesinos que no son fanáticos del tenis, el nombre de Fernando Dalla Fontana tal vez no traiga demasiados recuerdos. Pero aquellos que amamos el deporte blanco sabemos que este coterráneo formado deportivamente en el Santa Fe Lawn Tennis Club es un gran jugador que consiguió cosas importantes y que jugó a la par de los grandes de nuestra historia, fundamentalmente con José Luis Clerc y Guillermo Vilas. Nunca se podrá saber si lo que su lesión en la espalda truncó fueron páginas de gloria pero lo que sí se sabe es que obtuvo un reconocimiento a nivel mundial insospechado.

La historia de Dalla Fontana con el tenis comenzó, según él mismo cuenta, a los 20 días de nacer, cuando su madre, que jugaba al tenis (al igual que su padre y sus hermanos), lo llevó por primera vez al Santa Fe. Pero la parte más seria con respecto a su formación como tenista se inició con el alemán Helmut Rhode, "quien había sido convocado por Lorenzo Giscafré para entrenar a su hija Raquel", relata Fernando.

Como a Rhode le gustaba ir a la isla a cazar patos, vino para que enseñar tenis y se quedó vivir acá. "Este profesor sacó un montón de jugadores a nivel internacional, tal vez el que más sacó luego de Felipe Locicero, que era el profesor de Guillermo Vilas".

Primeros pasos

Desde edad temprana comenzaron los grandes rendimientos de Dalla Fontana, quien cuando tenía 7 años jugó su primer torneo y rápidamente empezó a cosechar buenos resultados. "Me llevaron a Buenos Aires a jugar los Nacionales a los 9 años y a los 11 gané en el Club Municipalidad. Fui campeón argentino ese año y el siguiente. Jugaba los tres certámenes más importantes", rememora quien luego se quedara con 25 de estas competencias.

La selección de torneos se daba por la imposibilidad de viajar tan seguido, situación que se solucionó cuando cumplió los 16 años, tras culminar el colegio secundario. Se fue a vivir a Capital Federal. Pero antes, a los 15 participó por primera vez en el tradicional Orange Bowl, en Miami. "Después fui a los 16, 17 y 18, siempre como número 1. En sub 16 ganamos el certamen en dobles, junto a José Luis Clerc. En la final derrotamos a John McEnroe y Larry Gottfried, el hermano de Brian, aquél a quien Vilas derrotara en la final de Roland Garros 1977".

En el tenis grande

Al poco tiempo de cerrar su vínculo con el entrenador chileno Patricio Rodríguez (entre otros, coach del ecuatoriano Andrés Gómez, campeón de Roland Garros en 1990), fue a jugar Roland Garros en juniors, donde llegó a semifinales en el torneo que ganó Clerc.

En breve, comenzó a participar en el circuito grande. "Me convertí en profesional a los 19 años pero ya había ganado el campeonato argentino venciendo en la final a Ricardo Cano. El ranking nacional en aquel momento estaba liderado por Vilas, después venía Cano y luego estaba yo".

Entre los mejores momentos que pudo vivir en el circuito ATP, se puede contar el año 1981, cuando llegó a los cuartos de final de Gstaad, "donde perdí con el polaco Wojtek Fibak, que era 5 del mundo y terminó saliendo campeón de esa edición del torneo suizo". En Florencia también llegó a la ronda de 8, "donde perdí con Clerc, que estaba cuarto en el escalafón mundial". Más tarde, en el certamen de Indianápolis, venció en primera ronda a su connacional Eduardo Bengoechea para caer en segunda ante un monstruo: Ivan Lendl. "Fue mi mejor momento", afirma.

Problemas físicos

Después de aquellos capítulos positivos comenzaron los inconvenientes con su espalda. "Cuando empecé con los problemas no sabía qué hacer. Entonces comencé a jugar torneos chicos para probarme, para ver cómo respondía, pero no corría bien para adelante, no estaba bien".

Tenía 22 años y su hernia de disco no le permitía continuar al máximo nivel. "Entonces lo llamé a José Luis Clerc a Key Biscayne, donde estaba dando clases. Él me comentó que no había mucha demanda pero me invitó igual y me quedé dos años como profesor".

Dalla Fontana relata que hubo muchos tenistas argentinos que no pudieron desarrollar una carrera profesional extensa por lesiones, como Franco Davín, Guillermo Pérez Roldán y Horacio De la Peña. "Eso se produce porque los obligan a hacer alto rendimiento a temprana edad; está comprobado científicamente. En mi caso, a los 16 años estaba jugando con el número 5 del país en mayores, lo cual requiere una exigencia física y mental para la que no estamos preparados a esa edad. Y eso no lo saben los padres, que solamente quieren que ganen y ganen y que participen de todos los torneos y que viajen. Es muy nocivo para el chico. Lo importante debería ser que se formen lentamente para ver los resultados después. El caso paradigmático es el de "Batata" Clerc: en menores de 12 estaba 7 del país, pero después tuvo una carrera increíble. Por eso yo no pude seguir jugando profesionalmente".

Sus logros más importantes

En el año 1977, Dalla Fontana integró el equipo de Copa Galea (el similar a la Davis pero en juveniles) que se consagró campeón, derrotando a Francia en la final. "Estaba con Alejandro Gattiker y José Luis Clerc; Pato Rodríguez era el capitán".

"También jugué el primer sudamericano en Buenos Aires -recuerda Fernando- en el Belgrano Athletic, en 1972, donde Alejandro Gattiker jugaba el single 1 y yo el single 2 y entre otros tenistas estaba José Luis Clerc".

Sus recuerdos no pueden soslayar aquel certamen mundial por equipos que se jugó en el Buenos Aires y en el que Argentina arribó a la final. "Lo ganamos derrotando a Checoslovaquia, que vino con Ivan Lendl, Tomas Smid, Pavel Slozil y Frantisek Pala, entre otros. El conjunto argentino lo componíamos Guillermo Vilas, Ricardo Cano, Enrique Caviglia y yo".

Alejandro Galetto