Jaqueada durante los últimos años por las sucesivas crisis, el crecimiento explosivo de la piratería y la circulación de música por Internet, entre otros factores, la industria discográfica legal (quizás al igual que la relativa a todos los productos culturales) recién en este 2005 comienza a mostrar señales de mejoría. Enmarcado en la ostensible recuperación económica del país de tres años a esta parte, lo señalado se desprende del balance de la primera mitad del año difundido recientemente por la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (Capif).

Por primera vez en cinco años, la industria `tiene motivos para hacer una lectura positiva de la realidad', dice el informe, pese a que, simultáneamente, la situación sigue siendo crítica. La lucha de la industria legal no es sencilla: a la factibilidad de enviar y recibir música vía web (en formatos como el MP3), con buscadores que dan al internauta diferentes versiones de sus temas preferidos, casi en forma instantánea, y a la posibilidad de almacenar colecciones enteras en la computadora de su casa, se suman los cientos de miles de `vendedores ambulantes' que en cualquier esquina de la ciudad, comercializan CDïs a cinco pesos.

Las cifras del año pasado alertaron a propios y ajenos: más del 55% del mercado correspondía a discos piratas. Pese a la leve mejoría, todavía la mitad de la torta corresponde a la venta ilegal. El gasto per cápita en este rubro apenas llega a 7 pesos anuales.

De acuerdo al balance del primer semestre de 2005, entonces, la venta de discos legales superó por fin los niveles alcanzados en 2001, el año en el que estalló lo peor de la crisis. De enero a junio se vendieron, en todo el país, casi 7 millones de unidades: 500 mil más que en el mismo período de 2001. Con todo, las cifras actuales aún están lejos de los 12,2 millones de discos que se comercializaron en 1999.

"El precio promedio de los discos sólo se incrementó en un 25% entre 1999 y 2005, cuando en ese período el precio promedio mayorista de productos de consumo en general aumentó un 141%, según datos del Indec", explicó a la prensa nacional Gabriel Salcedo, director ejecutivo de Capif. Esto repercute en el ánimo de los vendedores de música, que mantienen los precios con aumentos mucho menores que en otros rubros pero saben, empero, que dada la situación general, un aumento mayor empeoraría aún más las cifras de sus ventas.

Igualmente, no son pocos los consumidores de música que entienden que la tecnología permite una suerte de revancha contra la industria, acusada insistentemente como `extorsionadora', ya sea hacia los mismos músicos, ya sea hacia los consumidores.

En el país, la piratería mueve 270 millones de pesos al año. "Es un delito manejado por organizaciones criminales que no desarrollan artistas, no invierten en proyectos, no pagan impuestos ni regalías -opina Salcedo-. Si no crece más (la piratería) es por los esfuerzos que hace nuestra Cámara. Pero corresponde al Estado mantener una legislación consistente y hacerla cumplir", argumenta con lógica. Más allá de la legislación, lo que sorprende a cualquier observador atento es la facilidad con que los CDïs `truchos' se comercializan en cualquier lado, ante los ojos de la policía que pareciera no percibir allí un delito.

En lo que se refiere a los discos, el artículo pirata carece de tres atributos: la calidad garantizada, la información complementaria y el arte de tapa. Esos atributos, claro está, para el que no tiene dinero no tienen ningún peso. Los coleccionistas de discos y CDïs, que siguen existiendo, parecieran corresponder a una época pasada o bien, a determinados círculos: hoy en día, los formatos e instrumentos para almacenar, guardar y difundir música, ponen en jaque a una industria que pese a ciertos atisbos de recuperación, debe enfrentarse con una época caracterizada por el acceso veloz e indiscriminado a la información en todas sus formas, una legislación que durante un tiempo pareció adormecida (y que existe pero es muy compleja su aplicación) y hasta, dicen los más categóricos, en donde el CD está herido de muerte y lo que existe y pervivirá es sencillamente el intercambio de archivos entre usuarios por fuera de las compañías.

Lo que sigue es una síntesis de algunos de los lineamientos más importantes del estudio difundido recientemente:

- Actualmente, se vende prácticamente la mitad de lo que se vendía en 1999.

- Durante el primer semestre del año se vendieron casi 7 millones de discos legales en Argentina. Esto representa el 45% del mercado de la música. El otro 55% corresponde a discos piratas.

- A pesar de esta drástica reducción del mercado de música, el precio promedio de los discos sólo creció un 25% entre 1999 y 2005.

- El formato DVD sigue creciendo y consolidándose entre los consumidores de música en Argentina. Si bien todavía representa un porcentaje bajo de las ventas totales (4%), la tasa de crecimiento respecto del año anterior es de un 80%. El soporte compact disc (CD) concentra el 93% de las ventas de música.

El siguiente es un cuadro que compara las cifras de unidades vendidas en los primeros semestres de los últimos seis años:

- (1er. sem. 2005): 6.921.377;

- (ídem 2004): 5.760.568;

- (ídem 2003): 4.714.323;

- (ídem 2002): 1.363.547

- (ídem 2001): 6.432.389

- (ídem 2000): 5.704.276

- (ídem 1999) 12.211.978

Los más vendidos

Los discos más vendidos durante el primer semestre del 2005 son:

1) FLORICIENTA ("FLORICIENTA Y SU BANDA")

2) SHAKIRA ("FIJACIÓN ORAL")

3) LOS NOCHEROS ("VIVO")

4) VARIOS ("PASIÓN DE GAVILANES")

5) VARIOS ("OPERACIÓN TRIUNFO II-LOS FINALISTAS")

6) CHAYANNE ("DESDE SIEMPRE")

7) DIEGO TORRES ("MTV UNPLUGGED")

8) COLDPLAY ("X&Y")

9) U2 ("HOW TO DISMANTLE AN ATOMIC BOMB")

10) GREEN DAY ("AMERICAN IDIOT")

11) RATA BLANCA ("LA LLAVE DE LA PUERTA SECRETA")

12) MAROON 5 ("SONGS ABOUT JANE")

13) FLORICIENTA Y SU BANDA (IDEM); 14) LA OREJA DE VAN GOGH ("LO QUE TE CONTÉ..."); 15) LENNY KRAVITZ ("BAPTISM"); 16) JUANES ("MI SANGRE"); 17) CALLEJEROS ("ROCANROLES SIN DESTINO"); 18) AXEL ("AMO"); 19) PIÑÓN FIJO ("LOS CHICOS TAMBIÉN"); 20) CALLEJEROS ("PRESIÓN")

Éste es el ranking mensual de septiembre:

1.- "Alivio de Luto" (JOAQUÍN SABINA);

2.- "A Bigger Bang" (ROLLING STONES);

3.- "La Vida" (JORGE ROJAS);

4.- "MTV Unplugged" (LA LEY);

5.- "Cautivo" (CHAYANNE);

6.- "Testosterona" (BERSUIT VERGARABAT);

7.- "Hotel" (MOBY);

8.- "Floricienta y su Banda" (FLORICIENTA Y SU BANDA);

9.- "Floricienta" (FLORICIENTA Y SU BANDA);

10.- "X&Y" (COLDPLAY)

A nivel mundial, las descargas de música legal se triplicaron en lo que va de 2005. Y se alcanzó la cifra de 180 millones de

Actualmente, hay más de 300 sitios en distintos países que ofrecen música en forma legítima. ITunes ofrece un catálogo de 1.5 millones de tracks y es seguido de cerca por Napster que ofrece 1.2. La Argentina, dice la Cámara, se está preparando para dar lugar a la revolución digital que está cambiando la forma de comercializar y escuchar la música en otros países.

A diferencia de lo que ocurre con los servicios que distribuyen música sin autorización de sus creadores (ej. Kazaa, Bit Torrent) los servicios de música digital ofrecen garantía de calidad, seguridad contra virus en los archivos descargados, interfases amigables y, por supuesto, la opción de comprar el álbum completo o solamente un track.

Luego de que la Corte Federal australiana sentenciara a principios de septiembre que Kazaa es ilegal, el futuro de esta plataforma es incierto. Uno de cada tres encuestados en Estados Unidos e Inglaterra señaló que el "temor a enfrentar una demanda" es una buena razón para dejar de usar servicios de música ilegales.

El volumen de descargas de archivos de música en Argentina es de 286 millones de canciones por año. El lanzamiento de sitios que funcionen como tiendas virtuales, siempre de acuerdo a lo expuesto por Capif en su estudio, atraerá a muchos de esos usuarios y a otros que no se han sumado a la revolución digital por no confiar en los servicios ilegales e inseguros tecnológicamente.

Descargar música de sistemas como el Kazaa o el Bit Torrent es ilegal por una razón muy simple: los uploaders (es decir aquellos que suben archivos de música y funcionan como "distribuidores") no tienen los derechos sobre las obras que están distribuyendo. Es decir, no son archivos de música autorizados para su distribución digital ni por los autores y compositores, ni por los intérpretes, ni por los productores discográficos. Por el contrario, si un creador que tiene todos los derechos sobre sus obras decide ofrecer su música en forma gratuita por Internet, eso no implica ningún delito.