Roberto Pascual Silva Su fallecimiento

El dirigente radical Roberto Pacual Silva falleció esta mañana en esta ciudad a los 78 años. Había nacido en Santa Fe el 25 de julio de 1927 y realizó sus estudios en el Colegio de la Inmaculada Concepción del que egresó como bachiller para incorporarse laboralmente a Tribunales, poder republicano en el que se desempeñó por 12 años en distintas funciones.

Silva se afilió a la Unión Cívica Radical cuando cumplió 18 años y desde entonces ese partido político fue parte inescindible de su vida. Cuando el radicalismo se fracturó, bifurcándose en dos ramales que, respectivamente, condujeron los Dres. Ricardo Balbín y Arturo Frondizi, él se quedó en la Unión Cívica Radical del Pueblo -que presidía el primero-. Y dentro de ese sector integró el movimiento Unidad junto a Julio Busaniche, Salvador Damiani, Aldo Tessio, Eugenio Malaponte y Juan del Matti entre otras destacadas personalidades.

Fue secretario del comité provincial, cuerpo que llegó a presidir en 1965-66, y también actuó como delegado al comité nacional en varias ocasiones. Amigo personal de Raúl Alfonsín, en 1972 fue uno de los fundadores de la corriente interna Renovación y Cambio, movimiento que presidió en el ámbito provincial. En la estructura partidaria, alcanzó la presidencia pro témpore del comité nacional cuando se lo proclamó al Dr. Raúl Alfonsín candidato a presidente de la Nación. Antes, durante los años de plomo, había dado refugio en su casa de San José del Rincón al Dr. Alfonsín quien era afanosamente buscado por la dictadura militar.

En el espacio legislativo, fue diputado provincial en el período 1960-62, función que renovó al año siguiente alcanzando la presidencia del bloque durante el gobierno provincial del Dr. Aldo Tessio.

Luego de la interrupción institucional producida por el golpe de Estado de 1966, retornó por voluntad popular a su banca de diputado provincial, tarea a la que se abocó en el período 1973-76. Y más adelante, superado un nuevo ciclo de facto, ocupó una banca en la Cámara Baja del Congreso nacional, cuerpo en el que se desempeñó como vicepresidente y donde llegó a conducir algunos históricos debates.

Roberto Silva, quien tenía una hija y un nieto que eran sus desvelos, deja en la estela de su memoria, una apasionada militancia en el radicalismo, el ejemplo de sus convicciones democráticas y un fuerte culto a la amistad.