Participarán de la feria más importante de tecnología del mundo
Científicos premiados en Alemania

El Dr. Pío Aguirre explicó los alcances de la propuesta científica argentina. Foto: Eduardo Salva. 

El equipo del Dr. Pío Aguirre (UNL- Ingar) fue reconocido en Hannover por sus desarrollos en la elaboración y el almacenaje de hidrógeno, alternativa al combustible fósil. Fueron seleccionados 12 grupos de todo el mundo.

Lorena Menaker

El desarrollo conjunto entre investigadores santafesinos y de la Universidad de Buenos Aires (UBA) mereció el reconocimiento de los organizadores de la Feria de Hannover (Alemania), la mayor exhibición anual de tecnología del mundo, donde -según se dice- se cierran contratos millonarios entre investigadores y empresas.

Allí estarán en abril de 2006 el doctor Pío Aguirre (FIQ- Universidad Nacional del Litoral- Ingar) y el doctor Miguel Laborde (Facultad de Ingeniería de la UBA), quienes ganaron el premio Hydrogen Ambassadors por haber desarrollado un sistema que convierte alcohol vegetal en hidrógeno.

El premio existe en la feria desde hace más de una década. Cada año compiten por él cientos de equipos de investigación de los cinco continentes: los escasos afortunados pueden exhibir gratis su trabajo en la gigantesca feria.

La nómina de premiados de este año, entre los equipos de los países que apuestan al hidrógeno, incluye una sorpresa: un proyecto argentino. El desarrollo podría colaborar con el uso del hidrógeno como combustible, en el campo de nuevas fuentes de energías "renovables y limpias", alternativas al combustible fósil.

-¿Qué significa haber sido designados "embajadores del hidrógeno"?-Dentro de la feria existe una sección dedicada al hidrógeno y pilas de combustible. Sus organizadores premian a distintos grupos por el desarrollo de nuevas ideas. Dicho premio consiste en la designación como embajador del hidrógeno y, con ello, un lugar en la feria para exponer nuestro trabajo. -¿En qué consiste la propuesta y desde hace cuánto tiempo vienen trabajando en ello?-Al desarrollo lo venimos haciendo desde hace unos cuatro años con un grupo de la UBA. Consiste en la utilización de etanol (producto que se puede obtener a partir de fuentes renovables, como caña de azúcar, sorgo o residuos agrícolas) para obtener hidrógeno. Sus usos pueden ir desde la generación de electricidad en pilas de combustibles (aplicación por la que fuimos premiados en la feria) a reemplazar lo que es la industria petroquímica. Es decir, obtener productos químicos que tradicionalmente se hacen a partir de petróleo o gas natural a partir del hidrógeno. -¿Qué trabajo lleva a cabo su equipo y cuál, el de la UBA?-El grupo de Buenos Aires trabaja básicamente en el desarrollo de catalizadores y el nuestro, en la ingeniería del proceso, es decir, cómo ordenarlo, cómo llevarlo adelante para que resulte eficaz y económico.

Almacenar, ésa es la cuestión

Según explica el Dr. Pío Aguirre, el uso de hidrógeno en vehículos parece ser una alternativa a los combustibles fósiles. Pero el problema es a partir de qué obtener hidrógeno, y cómo almacenarlo, transportarlo y suministrarlo.

Indica el Dr. Aguirre que tecnológicamente existen soluciones, dado que el hidrógeno se puede comprimir o licuar. Pero el problema pasa por la cuestión económica: los sistemas y los equipos son voluminosos y costosos.

-Esto aparece como una alternativa a la hegemonía del combustible fósil...-Sí, podría reemplazarlo. De todas formas hay muchas opciones con reales posibilidades competitivas, aunque están en fase de desarrollo. A todas les faltan algunos puntos a solucionar, que van desde cuestiones estrictamente tecnológicas a otras de seguridad. -Los problemas que ustedes deben solucionar, ¿son los mismos con los que se encuentran otros grupos de investigación?-Todos son temas de desarrollo que se están tratando a nivel mundial, y suponen tiempo y dinero. El premio de Hannover se destina a aquellos que aportan nuevas alternativas a problemas que en ningún lugar están solucionados. O sea, no se sabe o no está totalmente claro cuáles van a ser las alternativas energéticas a futuro, es decir, cómo producir energía eléctrica o cómo mover vehículos. No está definido: se están buscando las soluciones más económicas, las más sencillas, que tengan, además, bajo impacto ambiental.

Argentina en el mundo

El Dr. Aguirre sostiene que en los países desarrollados los problemas vinculados con la energía se tratan desde hace años: "Se están estudiando tanto en el nivel oficial como privado, porque las empresas quieren saber qué es lo que van a producir de acá a un tiempo".

En el nivel gubernamental, "se habla de la matriz energética, o sea, cuáles son los recursos con los que cuenta un país para responder a sus consumos actuales y a futuro. Hay muchos países que tienen grupos de investigación que intentan prever cómo se va a diversificar esa matriz energética a futuro, a causa de los aumentos del costo del petróleo y del gas natural".

-¿Cuál es la situación en Argentina?- En el nivel gubernamental hay propuestas que intentan conformar grupos para desarrollar este tipo de estudios. En 2005 hubo dos congresos sobre problemas energéticos, cuyas posibles soluciones serían la producción de hidrógeno a partir de fuentes renovables. En ambos participaron senadores, diputados y miembros de los poderes ejecutivos nacional y provinciales. Estuvieron presentes, además, profesionales de las industrias y, llamativamente, de Repsol y de Petrobras, con la idea de sustituir el petróleo: ellos están pensando qué otras fuentes de energía se van a generar. -¿Cómo se encuentra Argentina en cuanto a sus reservas de petróleo?- No sé cuál es el tamaño en nuestro país; es un tema discutido. Las reservas son cada vez más difíciles de extraer; puede haber muchas, pero cada vez requieren mayor inversión. Lo que es seguro es que el precio va a subir, porque aunque haya muchas reservas será difícil conseguirlas. En el caso argentino, como no hubo inversión, ahora hay que dedicar mucho tiempo y recursos a la exploración para encontrarlas y, seguramente, su costo de explotación va a ser mayor. Indudablemente que Argentina tiene que pensar a corto plazo cuáles van a ser las nuevas fuentes de energía nuevas que se van a requerir. -En Latinoamérica, ¿pasa lo mismo?- Brasil tiene una política distinta, porque hace un tiempo han desarrollado el bioetanol, o sea, la producción de alcohol etílico común a partir de caña de azúcar. Y ya tienen vehículos comunes que salen de fábrica con la electrónica y el control preparados para funcionar con mezclas de naftas y alcohol. Esto lo hacen Brasil, Colombia y Ecuador. Entre los más favorecidos a nivel mundial para la producción de etanol están Brasil y Argentina, por cuestiones climáticas.

En Hannover

participarán 12 grupos que trabajan en el almacenaje de hidrógeno: 3 de EE.UU., 3 de Canadá, 3 de Alemania, 1 de la India, 1 de Italia y 1 de Argentina. Se realizará entre el 22 y 29 de abril.

Ciencia e industria

El Dr. Pío Aguirre explica que la articulación del sector científico con el industrial en Argentina "no es tan fluido como en otros países".

Comentó que hace algunos años había una relación muy fuerte con lo que era IPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales), pero desde que pasó a ser una empresa privada, algunos puntos de esa relación "se perdieron totalmente".

Admite que hay contactos con empresas extranjeras, incluso aquéllas radicadas en Argentina, que son las que "vienen a pedir desarrollos".

Cita como ejemplos, el caso de una empresa alcoholera española, empresas productoras de gases en la industria química, o multinacionales que solicitan estudios sobre procesos vinculados con el hidrógeno, minería, energía y agua.

"Es más sencillo relacionarse con ellos porque ya saben cómo se trabaja con el ámbito científico; las empresas medianas o chicas argentinas no tienen ese entrenamiento. De todas formas, tenemos o hemos hecho trabajos a empresas argentinas, aunque cada vez quedan menos".

Solución sencilla

La propuesta elimina el principal problema del hidrógeno como combustible vehicular: su almacenamiento. La solución es cargar alcohol común en el tanque, con un conversor que lo transforma en hidrógeno a bordo, a medida que el motor (una pila combustible) lo demande. El premio es un aliciente para nuestro país, que tiene el maíz más barato del mundo para fabricar alcohol.

Los investigadores

locales que participan del proyecto son: el investigador del Conicet, Dr. Miguel Mussati; el Ing. Roberto Matto, personal de apoyo del Conicet; el Ing. Javier Francesconi, becario de Conicet; y la colaboración del Dr. Eduardo Miró, investigador del Conicet, FIQ e Incape.