Boca Juniors y River Plate empataron 1 a 1 un partido que los "millonarios" tenían en el bolsillo cuando ganaban 1 a 0 y, a 10 minutos del final, se quedaron con dos hombres de más, pero Guillermo Barros Schelotto volvió a aparecer en escena y así festejaron "xeneizes".
Ni un guión de alguna vieja película de vaqueros podría haber resultado tan previsible como el final que tuvo el superclásico de la undécima fecha del torneo Clausura. Es que ya se hace algo fácil de imaginar el desenlace de cada historia entre los "primos" en la Bombonera, cuando River parece tener todo dominado y el mellizo se pone el traje de héroe para torcer la historia.
Como un 2 a 0 que se transformó en 2 a 2 por obra y gracia de sendos tantos del ex Gimnasia y Esgrima La Plata, cuando Manuel Pellegrini era técnico de River. Como cada vez que el hoy marginado delantero boquense tuvo que hacerse cargo de las flaquezas de sus compañeros para virar un rumbo equivocado.
El partido se resumió en imágenes, para el inconsciente colectivo, a partir de los 24 minutos del segundo tiempo, cuando perdido por perdido y, ante el reclamo de su parcialidad, Alfio Basile cambió el ingreso de Marcelo Delgado por el de Barros Schelotto.
El último ídolo en actividad que tienen los hinchas auriazules (el otro, Diego Maradona, también festejó desde su palco) se emprolijó el pelo para la cita dominguera, como si supiese que iba a ser el muchachito bueno de la película, otra vez.
Y cuando irrumpió en escena, después de varios partidos en los que el "Coco" Basile lo había condenado al banquillo para darle la derecha al "Chelo" Delgado, uno de sus preferidos, River pareció preocuparse más de la cuenta por el petiso de piernas chuecas con cara de pollito mojado.
Sin embargo, los "pollitos mojados" fueron, al cierre, los dirigidos por Daniel Passarella, quienes saboreaban una victoria que los sostenía en la cima de las posiciones, triunfaban nada menos que en el clásico, de visitantes, y les empataron a un minuto del final.
Les faltó serenidad, contundencia y sangre fría para definir un partido que tenían servido después de las expulsiones de Roberto Abbondanzieri (falta como último hombre contra Marcelo Gallardo) y Juan Krupoviesa (plancha descalificadora contra Daniel Montenegro). Hasta que Daniel Bilos le dejó su lugar a Barros Schelotto, después de que Pablo Ledesma haga lo propio con el arquero Pablo Migliore.
Si hasta el cruce entre el "Pato" y el "Muñeco" parecieron afirmar que la historia tenía el mismo guión, cómo no imaginar entonces que la igualdad de Boca debía tener como protagonista al mellizo.
Y 20 minutos después de su ingreso, Guillermo se puso a hacer de las suyas dentro del área de River; desparramó defensores hasta que un, por entonces impecable Julio Cáceres, no pudo quitar la pierna y lo derribó. Penal y Martín Palermo facturó el empate.
Pero todos los abrazos, todas las ovaciones, el mayor reconocimiento fueron pura y exclusivamente para Guillermo Barros Schelotto.
Ya había quedado en el olvido el golazo de Ernesto Farías a los 38 minutos del primer tiempo y la expulsión de Christian Tula a la misma altura del segundo. Nadie se acordaba de River.
Las broncas se descargaron entonces sobre Sergio Pezzota, aunque injustificadamente, porque la igualdad fue consecuencia de un River que no supo imponerse cuando se lo requirió y de un Boca que tuvo a Barros Schelotto como autor de su propia historia.
Una trama de sí que se confunde con la del propio club de la Ribera. Pero que, en diferentes películas del superclásico, ya se repitió más que Rambo.
El defensor Hugo Ibarra y el volante Federico Insúa coincidieron al responderle a Daniel Passarella, director técnico de River Plate, en que "Boca no festeja empates", y aclararon que la explosión de alegría al término del superclásico "se debió a la forma en que se consiguió, en inferioridad numérica".
"Nosotros no festejamos empates. Lo que hicimos fue valorar la forma en que lo conseguimos", expresó el "Negro" Ibarra, mientras ensanchaba su habitual sonrisa. "Los jugadores de Boca celebramos tanto por la alegría que le dimos al hincha, pero no por el empate. Aunque es cierto que fue una linda manera de igualar", refrendó, a su lado, Insúa.
A su vez, el "Pocho" cerró el análisis con un comentario sobre la postura de River en los últimos minutos del partido, después de la expulsión de Cristian Tula que dejó a Boca con nueve hombres y a los "millonarios" con 10. "Ellos se metieron muy atrás y era difícil entrarles. Por suerte apareció Guillermo (por Barros Schelotto) y despejó el camino para que Martín (por Palermo) anote el empate", comentó el enganche de los "xeneizes".
Por último, el guardameta Pablo Migliore será titular el miércoles, en Rosario, ante el puntero Newell's Old Boys, porque Ezequiel Medrán padece un desgarro en el isquiotibial izquierdo, en tanto Claudio Morel Rodríguez irá por Juan Krupoviesa, expulsado ayer en la Bombonera.
Boca Juniors: Abbondanzieri; Ibarra, Silvestre, Díaz, Krupoviesa; Ledesma, Gago, Bilos; Insúa; Palacio y Palermo.
Lesionado
Marcelo Gallardo, mediocampista de River Plate, se resintió de una lesión y no jugará el partido contra Rosario Central, el próximo miércoles, por la duodécima fecha del torneo Clausura de fútbol. El "Muñeco" se resintió de una contractura en el aductor de la pierna izquierda, la misma dolencia que no le permitió integrar la formación inicial en la Bombonera.