Abogados de Brasil realizan su doctorado en Derecho en la UCSF
Durante dos semanas 24 expertos en Derecho llegados de distintos puntos de Brasil se abocaron intensivamente al estudio en el marco de la propuesta del Doctorado en Derecho que la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF) les ofrece a los extranjeros. Sin embargo, esto no impidió que vertieran conceptos y miradas sobre la la ciudad que los acogió durante quince días: "Bellísima y tranquila, pero incomprensible la siesta"; "la calidez de su gente"; "hermosos paisajes".
Estuvieron en Santa Fe a partir de la firma del convenio de cooperación académica e intercambio técnico-científico y cultural que este año se llevó a cabo entre la Internacional de Facultades Integradas (IFI) de Blumenao y la UCSF.
"Acceder a un posgrado en Brasil tiene una lógica distinta de la que existe en Argentina. Después de analizar distintas facultades y universidades de nuestro país, se decidieron por la UCSF, a partir de lo cual se estableció esta relación", explicó Adrián Uriarte, del Departamento de Posgrado de la casa de estudios.
Es la primera vez que se concreta la propuesta, con la recepción del primer contingente de profesionales brasileños, entre los que se encuentran jueces, funcionarios, profesores e investigadores. Dada la metodología implementada especialmente para las cohortes internacionales, el mismo grupo regresará para cursar, en febrero de 2007, junto a un contingente que realizará el doctorado en Educación que dicta la UCSF, instancia en la que probablemente se sume un grupo nuevo para la propuesta en Derecho.
Mientras que la metodología para las cohortes nacionales prevé un cursado quincenal, para los doctorandos extranjeros se dio forma a una metodología de cursado intensivo, de lunes a viernes (mañana y tarde) durante dos semanas, que se reitera periódicamente por cuatrimestre. Ambos grupos reciben los mismos contenidos, bajo el dictado del mismo plantel docente.
El abogado y magíster Faustino da Roso Junior llegó de Porto Alegre.
"Mi experiencia fue muy productiva acá por varias razones. La primera, porque ya conocía a los docentes del doctorado y me gustan mucho. Más allá de esto, conociendo Córdoba y Buenos Aires, el pueblo de aquí es cálido y educado, muy distinto de los otros, y eso es valioso", explicó da Roso.
"Hay una cultura que es nueva en Brasil, vinculada con el Derecho, y que acá tiene su tiempo: aquí existen muchos profesionales dedicados al magisterio en el Derecho, a pesar de ganar muy poco, como sucede en Brasil. Pero existe la convicción de que es posible vivir solamente de las cátedras, lo que hace que las investigaciones se desarrollen más", agregó el profesional.
"El tercer punto es que aquí las universidades no están tan pulverizadas como en Brasil: allá, una ciudad como Santa Fe puede tener unas 8 facultades de Derecho, acá hay dos; en Córdoba, 4, y en Buenos Aires, 11, lo que es poco. San Pablo tiene más de 64 facultades de Derecho, solamente en la ciudad, donde la mayoría es privada".
Da Roso explicó que la mayoría de las universidades en Brasil son privadas: hay una sola pública por provincia, y son gratuitas.
"Para ingresar hay que pasar un examen, donde se exigen conocimientos generales, pero con un grado de profundidad muy grande. Solamente los que tienen mucha plata van a la universidad pública en Brasil porque, para pasar el ingreso en el sistema público, hay que hacer unos cursos preparatorios, de uno o dos años de duración, muy caros", agregó, y advirtió que "en el sistema privado hay financiamiento para becas, no así en el público.
"Acá se paga, para cursar Derecho, $ 225 mensuales. En Brasil, en mi ciudad, la universidad más barata cuesta cerca de $1.300 mensuales. Y un docente gana allá lo mismo que acá, o menos, tanto sea en el sistema privado como público", comparó el profesional.
"Hemos hablado con la Secretaría de Turismo de la Municipalidad de Santa Fe, hemos conversado con empresas de turismo local, porque esto no sólo implica un encuentro académico y cultural, sino brindarles y mostrarles lo que es la ciudad hoy por hoy", explicó el funcionario de la UCSF.
"Ninguna de las personas había pasado anteriormente por Santa Fe, no conocían nada en absoluto y, según nos expresaron, nunca pensaron que era tan cálida y acogedora -sostuvo Uriarte-. Se sorprendieron mucho de la siesta santafesina, porque no pudieron hacer ningún tipo de actividad en ese horario. Pero, más allá de eso, están muy conformes, incluso con la UCSF, donde han podido establecer contactos con alumnos, docentes e investigadores locales.
"Si se desarrolla como lo esperamos, es un grupo interesante que va a seguir viniendo y aportando no sólo a nuestro país, sino, fundamentalmente, a nuestra ciudad", concluyó el funcionario.
Siesta antiturística
"Lo que no fue muy bueno es la siesta, que nos tuvo atrapados a todos los que vinimos a Santa Fe. Es ridículo que desde el mediodía hasta la tarde no podamos hacer nada. Es lo único que no me gustó, porque en ese tiempo todo está cerrado, lo que en verdad es totalmente antiturístico", expresó Da Roso.
De la Redacción de El Litoral