Llevó poco y nada a Bahía: apenas el amor propio...

Unión se gastó casi todo a cuenta ante Aldosivi

Bajón. Unión no logró mantener el mismo nivel que había mostrado ante Aldosivi y cedió el invicto en el sur de la provincia de Buenos Aires. Foto: Gentileza La Nueva Provincia, de Bahía Blanca.. 

El equipo de Trullet iba ganando pero no supo aguantar el resultado y se lo dieron vuelta. Al final hubo un presunto penal de Gutiérrez a Zapata que Bongianino no vio. La victoria bahiense fue justa en un ardoroso partido.

Ni los partidos ni los rivales son iguales. A Unión le "dolió" encontrarse con algunas realidades, así como disfrutó de otras. Entre estas últimas -las favorables- se pueden rescatar aquellos buenos pasajes de la apertura ante Ben Hur o el gran partido que hizo el domingo ante Aldosivi, con goleada incluida. Entre las que "dolieron", sin dudas que están esos 90 minutos sin brillo ante Chacarita -aunque logrando un buen resultado- y este partido de anoche que dejó el amargo sabor de la primera derrota, pero que también dejó en claro que hay equipos duros que saben cómo complicar a Unión. Y Olimpo fue la horma del zapato, ya que, sin desbordarlo futbolísticamente, planteó un partido de mucho forcejeo, de lucha, de pelotas rechazadas y que andaban más por el aire que por el piso, y de hombres que, con oficio, llevaron el trámite al terreno más complicado para este equipo rojiblanco que si no tiene la pelota, y si no cuenta con espacios para manejarla, se termina complicando naturalmente.

Legitimidad

En ese contexto, habrá que decir que Olimpo lo ganó bien y con inteligencia al partido. No porque lo haya sorprendido tácticamente a Unión, sino porque fue, de los dos, el que supo en qué terreno se debía jugar.

Lo trabajó mejor, lo elaboró con mejores argumentos y lo definió con justicia, más allá de que se pueda discutir aquella jugada del final que no sólo motivó el airado reclamo de todo Unión, sino que terminó con el profesor Fernández informado y con Nereo amonestado sólo porque Bongianino entendió que en ningún momento el arquero, con su airada protesta, lo había insultado.

No se puede dudar de un triunfo que Olimpo construyó sobre la base de un firme trabajo defensivo, de la combatividad que tuvo en el medio a través de Wagner y de los problemas que supo causar con el duelo ganado de Federico García sobre Fontana. O los desprendimientos de Monsalvo, y además por la movilidad permanente y agresiva de los dos delanteros. El análisis que debería hacerse en Unión, sería el de saber si fue mérito de Olimpo o si se trataron de errores propios. Porque no hubo seguridad atrás, porque no se controló debidamente la pelota en el medio y porque el peso fue escasísimo en ataque, a punto tal que Rami no tuvo ni una pelota clara adentro del área, que Martínez jugó mal y no aprovechó aquella falla garrafal de Villavicencio, que lo dejó mano a mano y en inmejorable posición ante Gutiérrez, quien le tapó el disparo final. En este sentido, cabe recordar que el gol llegó como consecuencia de un remate tremendo de Paulo Rosales desde afuera del área.

Sin excusas

No se le puede tampoco achacar a las dimensiones o al estado de la cancha. Porque lo que más pesó fue la rapidez con la que se deslizaba la pelota, producto de la lluvia que caía, y aquí la dificultad es para los dos, porque se puede conocer muy bien la cancha, pero si llueve y la transforma en más rápida que de costumbre, el problema termina siendo para los dos y no exclusividad del que menos la conoce.

De todos modos, no deja de ser verdad que se adapta mejor Olimpo a las dimensiones reducidas, porque sabe presionar, porque la entiende mejor y porque no desaprovecha circunstancias gravitantes de juego en este tipo de escenarios, como por ejemplo las jugadas de pelota quieta. Y así llegó -córner mediante- el primer gol de los bahienses.

Entrega irreprochable

Está claro también que si algo no se le puede reprochar a este elenco "tatengue" es la entrega, el amor propio, la enorme predisposición para jugarse entero hasta la última pelota. Esto otorga confianza y tranquilidad en cuanto a que el aspecto anímico está totalmente fuera de discusión; y también lo físico, porque se corrió hasta el último minuto. Pero con esto solo no se pueden revertir situaciones negativas, más allá de que a veces alcance. Hay que agregarle fútbol.

En ese rubro, Unión tuvo serios problemas, empezando por la falta de precisión para las salidas del fondo, regalando o dividiendo casi todas las pelotas que se recuperaban, y que siguieron por una noche opaca de Battión, por la falta de aporte de Fontana por la derecha, la escasa claridad de Bolzán y los vaivenes de un Rosales activo pero no siempre seguro en el manejo del balón. Ni qué hablar de los delanteros, porque Martínez hizo poco y nada y porque Rami repitió aquellas actuaciones en las que al "Flaco" se le terminan elogiando el despliegue y la solidaridad para colaborar con sus compañeros, pero no su astucia y su peligrosidad para moverse eficazmente por el frente de ataque y, sobre todo, en el área de enfrente, la que pisó muy poco durante el partido.

Se perdieron los primeros tres puntos en disputa y alguna vez debía ocurrir. El de anoche era un partido de altísimo riesgo para ese invicto y liderazgo momentáneo de este conjunto que conduce Carlos Alberto Trullet. Y sucumbió ante un rival duro y con oficio, que lo complicó y supo ganarle, más allá de haber terminado colgado del travesaño y pidiendo la hora. Y aquí radica el mérito anímico del rojiblanco, que no fue más que el de haber puesto en jaque hasta el minuto 49 del segundo tiempo (se adicionaron cuatro) la victoria del local.

Mirar al futuro

Tenía que pasar alguna vez y por eso la derrota debe ser absorbida rápidamente, como corresponde. Es que lo mejor que tuvo Unión en estas primeras cinco fechas fue el arranque. Y también el hecho de que Trullet ha encontrado una base de jugadores con las que ha logrado, con mucha estabilidad, repetir formaciones y utilizar un esquema madre con algunas pocas variaciones -como la de pasar de jugar con tres enganches y un punta a hacerlo con un delantero más, resignando uno de los mediocampistas ofensivos- que hacen suponer que el técnico tiene en claro cuáles son los jugadores y el esquema. Algo que está por encima de un resultado negativo, que alguna vez se iba a dar y que permitirá ahora, darse cuenta hasta qué punto el equipo es capaz de superarlo sin caer en dudas y vacilaciones.

Olimpo 2 - Unión 1

Olimpo: Gutiérrez; Fleitas, Villavicencio, Basanta y Escudero; Cabrera, Wagner, Monsalvo y García; Blanco y Carrario. A.S.: Cauterucchi. Estuvo en el banco: Laspada. D.T.: Leonardo Madelón.

Unión: Nereo Fernández; Desvaux, Mosset y Vera; Fontana, Battión, Zapata; Rosales y Bolzán; Rami y Lucas Martínez. A.S.: Assef. Estuvieron en el banco: Rezzónico y Sartor. D.T.: Carlos Trullet.

Goles: en el primer tiempo, a los 23 min. Rosales (U) y a los 37 min. Blanco (O); en el segundo tiempo, a los 5 min. Monsalvo (O).

Cambios: en el segundo tiempo, a los 15 min. Casanova por Bolzán (U), a los 26 min. Márquez por Martínez (U), a los 33 min. Peruggini por Monsalvo (O), a los 37 min. Ramírez por García y a los 42 min. Quiroga por Carrario (O).

Amonestados en Unión: Nereo Fernández y Mosset.

Cancha: Olimpo de Bahía Blanca.

Árbitro: Luis Bongianino.

Enrique Cruz (h)(Enviado Especial a Bahía Blanca)