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El atroz encanto de ser argentino
La mirada de Marcos Aguinis. El escritor y ensayista traza, en "El atroz encanto de ser argentinos 2", un escenario de los conflictos sociales y políticos que afectan al país. Y sugiere un conjunto de propuestas que a su juicio mejorarían el futuro nacional. textos de revista Nosotros. fuente: agencia Télam.

En el comienzo de la segunda parte de "El atroz encanto de ser argentinos 2" -publicada recientemente por editorial Planeta-, Marcos Aguinis, el autor de "La gesta del marrano", arranca con los errores cometidos en la década del 90 hasta llegar a la situación actual, pasando por la crisis del 2001.

"Los argentinos hemos tocado el fondo del mar en la última crisis -afirmó Aguinis-. Fuertes demandas de cambio estructural, necesarias para prevenir situaciones tan traumáticas, no se están llevando a cabo con el entusiasmo e interés que la ciudadanía hubiera preferido", señaló el escritor al hablar de su libro "El atroz encanto de ser argentinos 2".>

A su vez, marcó una diferencia entre recuperación y crecimiento o desarrollo: "Hemos vuelto a una situación similar a la de 1998. El crecimiento verdadero significa una inversión aluvional como la que existe en Irlanda, la India o Estonia -ejemplificó-. En la región, la Argentina está en el quinto lugar en materia de desarrollo, luego de México, Brasil, Chile y Colombia, lo cual no es coherente frente a la calidad de nuestros recursos humanos", opinó. >

En uno de los capítulos de la reciente obra, Aguinis relaciona el destino de los argentinos con el mito de Sísifo: la historia de un hombre condenado a cargar una roca a la cima de una montaña, donde la piedra cae y el condenado debe volver a cargarla todo el tiempo.>

"Repetimos siempre los mismos errores sin decidirnos por los cambios profundos", advirtió el ensayista, aunque reconoció que hubo momentos en la historia argentina donde se llevaron a cabo "decisiones de importancia".>

"La Constitución de 1853 y el proyecto educativo de 1880 son grandes cambios que la Argentina tomó en forma consistente y sostenida, y que la lanzaron a un lugar de privilegio", indicó.>

Crítica al proteccionismo

En el plano económico, el ensayista realiza una crítica a los modelos proteccionistas y propone seguir el ejemplo de países como Chile o México, que firmaron tratados de libre comercio con las principales economías del mundo.

Aquellos países, "sufrieron en un comienzo un doloroso acomodamiento, pero luego crecieron en forma vertical. Aquí se adoptaron medidas antiproteccionistas salvajes, como en la época de (José) Martínez de Hoz o en parte de la época de (Carlos) Menem", explicó.>

"Chile es un país que está abriendo sus mercados de forma gradual e inteligente. Ya tiene tratados de libre comercio con Europa, China y Estados Unidos", precisó.>

El escritor considera necesario que los tres poderes del Estado se encuentren claramente diferenciados "para que haya un control recíproco. El Congreso responde mansamente al Ejecutivo y no le ha hecho ninguna clase de obstrucción en cuanto a materia legislativa", criticó Aguinis.>

"Debemos dejarnos iluminar"

En otro de los capítulos, el autor compara a los argentinos con la figura de un auto que funciona a gran velocidad pero permanece en el mismo lugar. "Todo el tiempo estamos agitados por cambios, novedades y escándalos. Esta situación crispa a la sociedad y le quita la serenidad para encarar proyectos de largo aliento", evaluó.

Además, Aguinis consideró que "cuando se respetan las reglas de juego, hay inversión, trabajo, los ciudadanos confían en su país y hay mayor seguridad. No hay un país en el mundo que haya enviado tanto dinero al exterior como los argentinos. Lo enviamos afuera porque no confiamos en la Argentina", criticó.>

En uno de los últimos segmentos de su obra, titulado "La bola de cristal", Aguinis retoma una serie de ejemplos de la sociedad argentina como modelos a seguir para un futuro exitoso. "Los argentinos, a nivel individual, tienen características sobresalientes. En general, el argentino es hábil, humanista, curioso y trabajador -describió-. Sin embargo, le falta, como sociedad, trabajar en equipo. Estamos muy pegados a la columna de un faro, donde reina la oscuridad. Debemos avanzar un poco y dejarnos iluminar -aconsejó Aguinis-. Yo deseo que Argentina vuelva a ser el país ambicioso que fue unas décadas atrás, cuando competíamos con Brasil por el primer puesto en el continente".>