Unión remontó un 0-2 exagerado y hasta injusto; lo empató y hubo felicidad en el Chateau...
Cuando se juega bien, no importan los esquemas
Los jugadores de Unión se debían una actuación como la de anoche. Fue comparable a aquel segundo tiempo con Ferro. Y lo hizo con un 4-4-1-1 primero y un 4-3-1-2 después. Lo que tanto se le reprochaba a Trullet, pasó a ser lo menos trascendente frente a la buena respuesta individual de los jugadores.

Enrique Cruz (h) - (Enviado Especial a Córdoba)

Junto al segundo tiempo con Ferro en Santa Fe, la de anoche fue la mejor producción de Unión. ¿Qué le faltó?, parece una obviedad decirlo, pero usted se imagina qué es: haber ganado. Empató, pero lo hizo en circunstancias que fueron increíblemente adversas. Supo remontar un 0-2 tan injusto como exagerado y que parecía letal para las aspiraciones tatengues, al cabo del primer tiempo. Sin embargo, a Unión le quedó de todo para ir a cambiar su suerte. Desde la dosis de gol que no había tenido en el primer tiempo (principal error del equipo) hasta la fortaleza anímica para no bajar los brazos y hacerse fuerte en la adversidad. Como ante Ferro, cuando Unión perdía y recibía el insulto como respuesta, esta vez sólo cambió la geografía, ya que no fue en el 15 de Abril, sino en el Chateau. La única diferencia, fue que el rendimiento del equipo supo de una regularidad que no había tenido en aquel partido con Ferro. Aquella vez fue un brillante segundo tiempo luego de una mediocre parte inicial; esta vez, Unión quizás no tuvo las ráfagas abrumadoras de aquélla, pero supo de una constancia que enaltece los méritos que hizo para irse con la frente bien alta y justificadamente satisfechos.

Será difícil paralos dirigentes

Gugnali depende de los resultados y acumula dos empates. Anoche, el equipo respondió pero no pudo ganar. Dejó una imagen convincente, aunque no la supo cristalizar con una victoria, lo cual habría resaltado las virtudes futboleras. La pregunta es: ¿cuánto le sirve o deja de servirle a Gugnali, en su afán de continuidad, lo que ocurrió anoche en el Chateau? Seguramente, la pregunta que hoy también se estarán haciendo los dirigentes, que serán los responsables de evaluar y considerar, después de los tres partidos que faltan, si es admisible una continuidad en este proceso.

Que el fútbol se maneja con resultados y que los técnicos son los que más dependen de ellos, son verdades tan viejas como el fútbol mismo. Si Unión hubiese ganado, Gugnali habría dado un paso al frente (aún sin jugar bien); si hubiese perdido, el paso habría sido hacia atrás (aun jugando bien). Pero empató jugando bien; esto, ¿lo ayuda?, ¿hasta qué punto?, ¿vale "como si hubiese ganado"? Dependerá, lógicamente, de lo que opinen los dirigentes. Ayer hubo varios en la cancha (Decoud, Ponce, Donna, Costa, Morán, Rucci y alguno más que, posiblemente, se haya escapado a la visión de este periodista), quienes dispondrán de elementos para continuar el análisis.Está claro que sería más fácil, para los que deberán decidir después del 9 de diciembre, que los resultados sean contundentes, ya sea a favor o en contra. La pregunta es: ¿cómo se evalúa con partidos como el de anoche?, ¿vale tanto como un triunfo que Unión haya jugado un buen partido?, ¿tendrán valor los merecimientos? Preguntas que uno se hace, atendiendo a dos hechos contundentes: 1) que Unión mereció ganarle a Talleres porque jugó mejor; 2) que el equipo tuvo valores futboleros y espirituales o anímicos que pusieron la actuación de anoche a la altura de lo mejor -insisto, junto con el segundo tiempo de Ferro- que se le vio en el torneo.

Táctica y jugadores

Le salió bien el planteo a Gugnali, pero fue un esquema que alguna vez usó Trullet y le costó críticas al "Cabezón". Más todavía: Unión jugó alguna vez con Trullet con un 4-4-2 (con Chacarita en cancha de Argentinos), pero anoche fue un 4-4-1-1, al menos hasta que entró Ferrer. Y si bien al equipo le faltó profundidad y eficacia, nadie discute la elogiable vocación ofensiva y no exenta de pretensiones protagónicas con las cuales entró a jugar.

Es posible que hasta los mismos jugadores se hayan dado cuenta anoche de que los esquemas ayudan pero son ellos, con sus respuestas individuales, los que definen éxitos o fracasos "técnicos". ¿Por qué digo esto?, porque en más de una oportunidad se escuchó decir que se sienten más cómodos jugando con línea de tres. Y sin embargo, ayer se jugó con línea de cuatro, sin enganche (en todo caso, con un delantero que se tiró atrás como Marcos Flores, de buena actuación), a veces con doble cinco y en un pasaje con un solo volante central (cuando entró Ferrer, Zapata se corrió al costado y quedó Sartor solito por el medio), y en esos últimos 30 minutos, con un Flores que hizo de Rosales y trató de moverse a espaldas de Cabrera y el "Polaquito" Basualdo -los dos volantes de contención de Talleres- con dos referencias (Ferrer y Zárate) arriba. Es que hubo un buen rendimiento individual de Unión. Y ahí se terminan todas las elucubraciones sobre elección de esquemas, rigurosidades tácticas o planteamientos estratégicos. Que ayudan, nadie lo niega, pero los que definen son los jugadores. Porque ahora uno se pregunta: puede volver Rosales, ¿qué hará Gugnali?, ¿volverá a cambiar el esquema para adaptarlo a Rosales?, ¿sacará uno del fondo para volver a jugar con línea de tres?, ¿aplicará otro dibujo, como sería el 4-3-1-2 sacando uno del medio? Si mantiene el esquema es porque no hace cambios; si juega Rosales, cambia el dibujo; y si lo hace Pereyra, ¿sacará a Marcos Flores después del buen partido que jugó anoche?En fútbol, cuando se realizan este tipo de conjeturas, generalmente se dice: "éstos son los problemas lindos que tiene un entrenador; que puede elegir". Y el técnico, cuando elige, pone todo sobre la balanza: los momentos de cada jugador, la adaptación a un determinado esquema o función, el rival, etcétera. Todos los técnicos del fútbol argentino lo hacen, ABSOLUTAMENTE TODOS. Por allí, lo ideal -única cuestión futbolera achacable a Trullet- sería definir un determinado esquema. No un estilo de juego, porque Unión salió siempre -anoche también- a ganar los partidos, ante cualquier rival y en cualquier escenario, sino un dibujo táctico determinado. Y para ello, son los jugadores los que tienen que darle o no la razón al técnico, marcándole un camino con sus producciones adentro de la cancha. Gugnali ya apostó a dos esquema distintos en otros tantos partidos. Hizo lo mismo que hacía Trullet; y anoche le salió bastante bien, a pesar de que no ganó. ¿Qué hará ahora?, ¿seguirá igual o cambiará para adaptarse a alguna circunstancia en especial? Tuvo una buena respuesta de los jugadores con el 4-4-1-1; y encontró los goles cuando se plantó con un 4-3-1-2, más allá de que Ferrer haya tenido poco que ver en las dos conquistas que cerraron el partido.Si Gugnali logra -aún con eventuales cambios- mantener la actitud y la producción individual de anoche, seguramente encontrará otra actuación colectiva convincente. Y quizás también lo que está buscando y necesitando, afanosa e imperiosamente: ganar partidos. Él depende de eso, de los resultados; los jugadores, de encontrar una paz (con el buen juego) que hoy no tienen, sobre todo cuando deben jugar ante la sobreexigente hinchada que presiona en el 15 de Abril. Y de ese cóctel se deberán servir los dirigentes, para cuando tengan que definir qué hacer con el técnico.

Síntesis

Talleres 2

Unión 2

Cancha: Estadio Olímpico de Córdoba.

Arbitro: Diego Abal.

Talleres: Grosso; Alvarez, Maidana, Torsiglieri y Galíndez; Bufarini, Cabrera, Basualdo y Quiroga; Cuevas y Borghello. A.S.: Brasca. Estuvieron en el banco: Oyola, Rinaldi, Rivera, Dolci y Plana. D.T.: Rubén Darío Insúa.

Unión: Assef; Vera, Mosset, Canuto y Yacob; Fontana, Sartor, Zapata y Jorge Torres; Flores y Zárate. A.S.: Pocrnjic. Estuvieron en el banco: Marcos Torres, Carabajal, Arrúa. D.T.: Claudio Gugnali.

Goles en el primer tiempo: a los 35 m y 43 m Cuevas (T).

Goles en el segundo tiempo: a los 23 m Zárate (U) y a los 38 m Zapata (U).

Cambios: en el segundo tiempo: a los 15 m Ferrer (U) por Fontana; a los 40 m Rivas (T) por Bufarini y Pérez (U) por Zapata; a los 47 m Casanova (U) por Flores.

Amonestados en Unión: Vera y Sartor.

"Sacamos a relucir la rebeldía"

Después del partido, casi llegando a la medianoche cordobesa, los jugadores de Unión se fueron retirando rápidamente hacia el micro, mientras analizaban lo que había ocurrido minutos antes en el campo de juego. En realidad, apuro por volver no había, ya que se había tomado la decisión de pernoctar en Carlos Paz hasta esta mañana, desayunar y luego emprender el regreso a Santa Fe, donde está prevista una práctica liviana para esta tarde.

Luis Assef: "Me voy con una sensación muy grata. Jugamos un buen primer tiempo pero íbamos perdiendo. En el vestuario nos juramentamos seguir igual, porque sabíamos que se podía revertir el resultado. Y si el partido seguía 10 ó 15 minutos más, lo ganábamos. Cumplimos con lo que nos pidió Claudio, o sea desbordar por los laterales en forma permanente. Así llegó la jugada del primer gol, por ejemplo". Martín Zapata: "Me voy con un poco de bronca por no haber ganado. Nos pegaron dos cachetazos en menos de 10 minutos que no merecíamos, porque el primer tiempo fue bárbaro, pero perdíamos 2 a 0. Demostramos que somos capaces de jugar bien al fútbol. Sobre mi actuación, estoy contento porque me salieron las cosas bien, pero lo mío es correr, meter y aportar una dosis de fútbol. No estoy para hacer goles, porque ya tenemos a la Chancha para que los haga". Claudio Gugnali: "Me gustó muchísimo el equipo. Se aguantó atrás, se metió mucho en el medio y arriba también fue interesante lo que se produjo. Los felicité y me voy orgulloso de lo que vi esta noche. Jugando así, llegarán las victorias".

Martes y sábado

Unión volverá a jugar el martes, a las 21, en su estadio, recibiendo la visita de Independiente Rivadavia de Mendoza, que ayer igualó en su estadio con Atlético de Rafaela. Luego, los tatengues tendrán que medirse con Ben Hur, en el estadio de Parque Ilolay. En principio, el partido irá el sábado que viene a las 19. Es decir que Unión jugará cuatro partidos en trece días (Aldosivi, Talleres, los mendocinos y Ben Hur).