Qué decir que sea novedad de este hombre del que todos hablan. Qué historia contar que no se parezca a las que ya se han contado a lo largo de sus 57 años de trayectoria artística. Desde el sentimiento más íntimo de nuestro ser podemos afirmar que para nosotros no fue una nota más, fue un fugaz pero inolvidable día dentro de la intimidad del hombre que, casi enajenado a su talento y a su fama, se rindió con humildad a nuestras inquietudes más profundas.
Distendido, de excelente humor y mate en mano, Horacio rompió el hielo con una frase de Groucho Marx: "El artista es un hombre que lucha para que lo conozcan y cuando lo conocen, se pone anteojos negros para que no lo reconozcan...". Y agrega: "Soy consciente de que esto que soy, bueno o malo, mucho o poco, se lo debo en gran parte a la prensa. Soy agradecido y me siento honrado de que vengan a hacerme una nota y mucho más de un diario de la trayectoria de El Litoral".
Iniciando la charla, Heraclio Catalino Rodríguez, Horacio Guarany para todos, recuerda haber empezado como profesional en 1949 y haber viajado por todo el mundo.
La ronda de mates se ha puesto en marcha y el mismo Horacio es quien oficia de cebador. "¿Un amargo?", pregunta.
Le pregunto sobre su residencia en Plumas Verdes. "Recuerdo que vine a este lugar que era salvaje, hace 20 años. Me acuerdo que vinimos acá, y empezamos a limpiar, había yuyos por todos lados. Griselda, mi actual mujer, empezó a arreglar el jardín. Y fuimos haciendo todo esto hasta que logramos tener esta casa de donde ya no creo que me mueva más".
Sobre la creación, los lugares en donde las musas lo visitan y aquellos rincones de la casa que él prefiere:
"Escribo en la planta alta, pero la creación surge cuando menos lo esperás y en el lugar más insólito. `Coplera del misionero' la hice en Chacabuco, en una habitación de un hotel a partir de la poesía de Tejada Gómez, y la gente puede pensar que la hice cuando estaba preso...".
"Las canciones son como el amor, para mí el amor es lo que moviliza a todo el mundo, y el amor llega... No esperás pararte bajo un rosedal o un alameda... A veces se puede dar en las situaciones más insólitas, nunca se sabe".
Este hombre que ha conocido en carne propia las miserias de la dictadura, que tuvo que conocer el sinsabor del exilio después de haber sufrido la persecución y varios atentados contra su casa, afirma desconocer el sentimiento del odio.
"No sé odiar. Nunca pude odiar. Me han hecho mucho daño muchas veces y les tengo lástima en vez de odio... Qué infeliz es un tipo que después de haber estudiado y haberse graduado con honores, cuando crece y tiene poder y discrepa con alguien le pone una bomba, le quema la casa, lo manda al exilio... íPobre tipo... pobre desgraciado!".
Habla con vehemencia, comprometido con cada una de las palabras que salen disparadas de su boca, con la mella triste de la injusticia padecida.
Sobre las fechas y los años se confiesa: "Nunca conozco las fechas, saco la cuenta, pero soy enemigo de las fechas. De edad tengo 48 años, siempre 48 años, hace mucho que tengo 48... Yo no sé qué día murió mi papá, mi mamá, recuerdo sí, pero nunca le di bolilla a eso de las fechas".
Abordando la actualidad política, el interrogante gira en torno a la sensación que le despierta tener a una mujer en la presidencia del país.
"La mujer tiene que gobernar el mundo, porque yo soy un acérrimo enemigo de la guerra, de la violencia, de la matanza estúpida por un pedazo de tierra, por una ley... Creo que el hombre fracasó; el hombre manejó siempre y le fue muy mal al mundo. La mujer es la dueña del mundo, porque en su vientre va formando la vida; el hombre ayuda, pone la semilla pero la mujer es la que tiene ese poder de formar los pies del chico, la cintura, la espina dorsal".
Sobre la actual presidenta afirma: "No me alegro por Cristina en particular, me alegro por la mujer, creo que la mujer debe gobernar al mundo".
Hablando de la juventud, de los valores musicales y de todo aquello que rodea y manipula la mente de algunos jóvenes, con cierto dejo de tristeza, Guarany dice sentirse dolido al reconocer que somos una colonia norteamericana.
"Los norteamericanos les hacen creer a nuestros jóvenes que lo bueno es la música de ellos, que la nuestra es mediocre, de negros ordinarios y brutos, y la de ellos es culta, inteligente. Nadie habla de la música de los rusos, paraguayos, chilenos, japoneses. Han idiotizado a varias generaciones haciéndoles creer que lo que hacen ellos es buena música.
"Ésa es la pena enorme que tengo con nuestro país. Somos colonia y nos colonizan y lo que más duele es que hayan convencido a nuestro pueblo de que nuestra música es la de ellos. Y la música no se inventa, nace con el hombre, nace, crece, como el idioma. Nadie nos obliga a hablar tal o cual idioma. En la música es lo mismo. Si te sacan tu música, te sacan la savia del árbol y somos unos árboles desnutridos. Es un daño enorme que han hecho".
Pasa el mediodía de la calurosa jornada y el asado está listo. La entrevista hace una pausa para compartir la intimidad de la familia de Horacio Guarany.
Nos esperan su esposa Griselda, su suegra Francisca (entrerriana ella), su hijo Pancho, y Rosa, quien ayuda en las tareas de la casa. La charla mantiene su tinte amable aunque ya en un clima más distendido e informal.
Horacio habla del filme que está realizando y que lo tiene como protagonista -"El grito en la sangre"-, basado en su libro "Sapucay". Es la historia de una antigua creencia popular de los habitantes de Corrientes, que asegura que cuando matan a un hombre por la espalda, el hijo varón debe vengar esa muerte para que el difunto descanse en paz.
Nos invita al living para hacernos escuchar la música que acompañará el transcurrir de los diferentes tramos del filme y cuya orquesta está dirigida por Lisandro Luján.
Sobre el final de esta nota, recuerdo las palabras de San Alberto Magno, que hablaba de los tres géneros de plenitudes: "la plenitud del vaso, que retiene y no da; la del canal, que da y no retiene, y la de la fuente, que crea, retiene y da". Y efectivamente, he conocido muchos hombres-vaso, que se dedican a almacenar virtudes, que lo leen todo, que coleccionan títulos, pero ni reparten sabiduría ni alegría, tienen pero no comparten. También he conocido hombres-canal: aquella gente que se desgasta en palabras, dan y no retienen y después de dar se sienten vacíos.
En la persona de Horacio Guarany encontré un hombre-fuente; un ser que da de lo que ha hecho sustancia de su alma, que reparte como las llamas, encendiendo la del vecino sin disminuir la propia; da sin vaciarse, riega sin decrecer, ofrece su agua sin quedarse seco, ése es el hombre que se mostró tal cual y a quien le agradecemos su sabiduría y su coherencia de pensamiento, algo que en estos tiempos, parece tan difícil de encontrar y sostener.
Para la primera noche, este sábado 12, están previstas las actuaciones de Horacio Guarany, Leandro Lovatto, Orlando Veracruz, Canto Cuatro, Daniel Altamirano, Los Carabajal y Juanchi Brillada.
El domingo se presentarán Los Nocheros, Sergio Galleguillo y Los Amigos, Los Guaraníes, Miguel Angel Morelli, Monchito Merlo, Argentino Luna, Mataco's, Grupo Nostalgia, Los Castillos, Rosana Bergara y Los de Minetti.
Finalmente, el lunes 14, actuarán el Chaqueño Palavecino, Jorge Herrera, Los Changos, María Elena Sosa, Beto Usain y Mariel Trimaglio.
Todas las noches, la apertura será con fuegos artificiales y actuará el Ballet Comunal de Danzas Folclóricas.
Entradas: $ 15 por noche y se pueden adquirir en: todos los locales de Confina (pagos en 3 cuotas); kiosco Ana de Sauce Viejo y durante las jornadas de sábado, domingo y lunes en el balneario comunal Don Roque.
Silvia Mujica