SOCIEDAD / INSTITUCIONES & PERSONAS
Historias marcadas en nuestros corazones
90 años de la Escuela Belgrano.

El establecimiento fue creado en 1893 como escuela alterna, pero recién en el año 1917 consiguió tener un edificio propio, situado en Amenábar y San Jerónimo. Hoy, la comunidad educativa reclama su puesta en valor.

textos de Mariana Rivera. fotos de Guillermo Di Salvatore y archivo El Litoral

Noventa años no son pocos y si fue creada para cobijar en sus aulas a los niños que llegan para aprender, debe estar orgullosa de esa "edad". El edificio de la Escuela N° 2 Manuel Belgrano cumplió 90 años en octubre de 2007 y sus actuales autoridades, docentes y ex alumnos, organizaron diversos actos conmemorativos para celebrar el acontecimiento.

El festejo también se complementó con un noble pedido. Ocurre que los 90 años no vienen solos, y la escuela presenta notables deterioros en su edificio. Por este motivo se organizó un abrazo simbólico y luego se presentó un petitorio a la gobernación santafesina para poder lograr la puesta en valor de este añoso edificio. Alumnos y ex alumnos participaron del emotivo acontecimiento, uno de los eventos organizados para la conmemoración.

Los festejos también motivaron la realización de otras actividades: un Congreso de Responsabilidad, una Feria de Ciencias, un Festival de Música, la publicación de una revista -que incluyó el logo institucional que se diseñó por los 90 años- y, finalmente, una cena alusiva.

Son muchos los cálidos recuerdos que guardan las numerosas generaciones que pasaron por las aulas de esta escuela, ubicada en pleno casco histórico de la ciudad (Amenábar 2727), motivo por el cual su edificio está considerado Patrimonio Histórico Provincial.

El enorme patio que nos recibía con sus brazos abiertos, sus blancas escalinatas, su salón de actos, sus amplias aulas y su añosa campana son imágenes que nunca olvidaremos de ella. Cada promoción también conservará en su memoria los nombres de las señoritas que tuvimos, la portera que nos vendía las facturas o la directora o las secretarias que estaban a cargo durante los años que vivimos allí.

Párrafo aparte merecen los amigos y las amigas que nos acompañaron en el aprendizaje diario, a muchos de los cuales -seguramente- seguimos viendo o recordamos con cariño. Tampoco faltaban esas primeras cartitas de amor o miradas cómplices entre los compañeritos, aquellos sinceros amores de infancia que surgieron en sus aulas o al pie del mástil del patio principal.

Pasado siempre presente

Jorge Cabrera Ibáñez también es ex alumno de la Belgrano y en el acto de los festejos de los 90 años ofreció unas palabras en nombre de los integrantes de la Promoción 1957, quienes festejaron los 50 años de egresados.

"La escuela Manuel Belgrano que lleva el nombre no sólo del creador de nuestra enseña patria sino del iniciador, en el país, de la educación pública y obligatoria, está ubicada tal cual lo es hoy. En aquella época, en la década del 50, con la mayoría de los amiguitos del barrio sur concurríamos a esta escuela", reseñó.

"Iniciamos el 1° Inicial con la señorita Mabel Testi, una mujer encantadora, que supo guiarnos y comprendernos en ese comienzo -tan especial para un niño- y nos acompañó hasta 1° Superior. Una particularidad fue que siempre concurríamos por la mañana y el turno tarde era sólo para las niñas. Las actividades especiales, como dibujo, pintura y música se desarrollaban en el local escolar, mientras que para el taller de carpintería, aeromodelismo y ribera, íbamos a la vieja casona de General López y 1° de Mayo. La clase de Educación Física era en el famoso Club Kimberley", recordó.

"Ya en 2do. año, Sara Salvini de Vélez comenzó a ser nuestra maestra, y su labor se extendió hasta 6to. grado. Esta etapa tan marcada en nuestros corazones nos permitió identificarla como una segunda mamá, que supo equilibrar su trabajo con rectitud y firmeza. Pero siempre mantuvo lo que hasta hoy tenemos la suerte de compartir: un profundo lazo de amor para todos. La presencia del personal directivo en el aula hacía temblar las paredes, nuestros corazones galopaban intensamente y una mezcla de miedo y respeto nos mantenía inmóviles. Me refiero al director Meyer y a la vicedirectora Raquel Chiezza, que al leer estas impresiones tal vez las comparta. También recuerdo a dos maestras que fueron ejemplo de la defensa de la dignidad docente: Tona López Pujato y Susana Codoni".

Múltiples recuerdos

"Hoy la vida nos demuestra que valió la pena seguir y llegar a las metas propuestas: abogados, jueces, veterinarios, ingenieros, profesores, políticos, comerciantes. Pero -por sobre todo- fortalecidos por la permanencia de valores, solidaridad y amistad que nos unió para siempre", siguió diciendo el ex alumno de la Belgrano.

Luego, se reservó un capítulo para "las travesuras, que casi se parece a una enciclopedia: romper vidrios a los vecinos; escondernos los útiles escolares, llamar un taxi desde el almacenero para que concurra a una dirección y nosotros desde la planta alta de la escuela disfrutando la espera del pobre chofer que tocaba bocina y nadie salía; escaparnos del consultorio de la odontóloga Fernández que nos revisaba y arreglaba cualquier problema bucal y, ante el menor descuido de ella, le escondíamos parte de su instrumental; el toque de campana en distintos horarios, que desarmonizaba el ritual escolar", enumeró entre recuerdos.

"Los protagonistas de la promoción 1957 de la Escuela N° 2 Manuel Belgrano, a 50 años de egresados de la primaria (incluso a quienes ya se fueron físicamente pero continúan junto a nosotros), mantenemos viva esta etapa de la vida escolar, que nos conecta en su espíritu de trascendencia", concluyó.

Escuelas alternas

La Escuela Belgrano fue fundada por disposición del Consejo General de Educación de la provincia de Santa Fe en el año 1893. La primitiva escuela estaba ubicada en calle 9 de julio, entre Gral López y 3 de Febrero. Junto a ella se crearon otras dos más, denominadas alternas: la Sarmiento, en el sur, y la Rivadavia, en el norte.

La denominación de escuelas alternas se debía a que el edificio era un único local para varones y niñas que funcionaba por separado en las dos secciones del día. Esta organización se debía a la escasez de locales convenientes para escuelas.

El 1° de mayo de 1915 se colocó la piedra fundamental para su edificación y su construcción se terminó en el año 1916. El 15 de febrero de 1917 fue inaugurado el edificio y comenzó su funcionamiento en el actual emplazamiento de Amenábar 2727.

Debido a que está ubicada en el barrio Sur es considerada parte del Patrimonio Histórico Provincial, junto a otras instituciones que se encuentran en el lugar. En la actualidad, concurren al establecimiento un poco más de 500 alumnos, en los dos turnos. En su mayoría no pertenece al radio escolar sino que son hijos de empleados públicos que trabajan en los edificios aledaños al establecimiento (Casa de Gobierno, Tribunales, Centro Cívico, etc.) u otros que vienen de barrios cercanos, como San Lorenzo, Chalet, Centenario y Fonavi San Jerónimo.

Patrimonio histórico

Un cuarto de manzana

El Inventario del Patrimonio Histórico Arquitectónico Santafesino incluye en sus páginas una descripción del edificio de la Escuela Manuel Belgrano, construida por el Ing. Justiniano Allende Posse y proyectada por León Lamouret.

Explica que fue durante el gobierno del Dr. Manuel Menchaca, dentro de un ambicioso plan de construcciones escolares, cuando se decide la construcción del edificio propio de la Escuela Belgrano, en un cuarto de manzana entre las calles Amenábar y San Jerónimo.

El 24 de marzo de 1915, el Departamento de Obras Públicas y Geodesia de la provincia presenta el proyecto y presupuesto; según datos elaborados por León Lamouret, se adjudica la obra por licitación pública al Ing. Justiniano Allende Posse. Siguiendo una tipología educacional recurrente en la época, se opta por un partido de patio central rodeado de galerías y aulas, desarrollado en planta baja y planta alta.

Respecto a su interior, el Inventario menciona que presenta una solución sencilla y funcional de galerías con columnas de hierro fundido y solado en damero con guardas perimetrales; barandas de hierro protegen las galerías altas que -en función de las orientaciones áulicas- se colocan hacia el oeste, resignando en un ala su balconeo al patio.

Y concluye: "De carácter monumental y claro eclecticismo, la obra constituye en su resolución tipológica y formal un destacado ejemplo de la arquitectura educacional de principio de siglo".

Nombre

Vigo

Popularmente, la actual escuela Belgrano se llamaba Escuela "Vigo", debido al nombre de su segundo director, don Salvador C. Vigo.

Cambio

Belgrano

En el año 1907, por resolución del Consejo General de Educación de la provincia de Santa Fe, se le dio oficialmente el nombre de Belgrano, pero sin Manuel.