Pablo Anadón: -Bueno, lo de frontalmente crítico quizá haya que matizarlo. Entiendo que hay poetas muy valiosos en la Argentina de estos años, autores de distintas generaciones y variadas tendencias poéticas, tales como Horacio Castillo, Rodolfo Godino, Alejandro Nicotra, Jacobo Regen, el recordado Juan José Hernández, Rafael Felipe Oteriño, Santiago Sylvester, Ricardo H. Herrera, Celia Fontán, Alejandro Bekes, Roberto D. Malatesta, Elisa Molina, Javier Foguet, entre otros, que alcanzan y sobran para hacer una buena antología poética. Ahora bien, el problema del presente, a mi juicio, pasa por el hecho de que desde hace ya más de dos décadas ha dominado en los principales medios de difusión de la poesía en el país una suerte de monopolio político-literario, un núcleo muy activo de poetas y críticos que ha obrado estratégicamente para imponer su concepción de la escritura como única vía válida para estar a tono con la época. Los apartados dedicados a la poesía reciente en la "Historia de la literatura argentina", de Martín Prieto, son un claro ejemplo de esta postura. El hecho de que lo que he llamado en otras páginas la "autopista poética Buenos Aires-Rosario" sea de tránsito más bien restringido, que deja a amplios sectores valiosos de la poesía argentina presente fuera de circulación, es lo de menos. Lo peor, a mi entender, es que los vehículos de última generación que se pasean por ella, y que son presentados por la crítica como maravillas de la tecnología poética, son en verdad artefactos bastante defectuosos, que muy pronto demostrarán su condición de efímera chatarra. Lo peor es que el lector distraído o desorientado (que suele abundar incluso en las cátedras universitarias más prestigiosas), llegue a pensar que ésa es la poesía que vale en el país, y entienda que, para saber lo que pasa poéticamente en la Argentina, debe prestar atención a obras publicitadas como las de Samoilovich, Carrera, Fogwill, Kamenszain, Rosenberg, etc., o deletrear los textos de antologías como "La poesía en la fisura" o "Monstruos" para enterarse de los nuevos rumbos de la poesía argentina. Lo peor, en fin, es que se trata de una poética muy pobre, imaginativa, humana y estilísticamente, en la que se ha formado toda una generación de jóvenes poetas, quienes -como Pasolini observaba a propósito de los descendientes de la neovanguardia italiana- "han aprendido a hacer antiliteratura antes de saber hacer literatura".
Pablo Anadón
Pablo Anadón: nació en Villa Dolores (Córdoba), en 1963. Ha publicado en poesía. "Poemas" (Colmegna, Santa Fe, Primer Premio José Cibils, 1979); "Estaciones del árbol" (Il Nuovo, Vecchio Stil, Córdoba, 1990); "Cuaderno florentino y otros poemas italianos" (Uiversitá degli Studi della Calabria, Aracávata de Rende, 1994); "Lo que trae y lleva el mar / Poesía 1978-1993" (Rubbettino Editore, Soveria Mannelli, 1994); "La mesa de café y otros poemas" (AMG Editor, Logroño, 2003) y "El trabajo de las horas" , "Poesía 1994-2004". (Ediciones del Copista Col Fénix, Córdoba, 2006).
Es autor de las antologías críticas "Poetesse argentine" (Plural Poesía, Acquaviva Picena, 1996); "El astro disperso. éltimas transformaciones de la poesía en Italia / 1971-2001" (Ediciones del Copista, Col. Fénix, Córdoba, 2001, Premio de Traducción del Gobierno de Italia) y "Señales de la nueva poesía argentina" (Libros del Pexe, Oviedo, 2004).
He realizado asimismo traducciones de Dante Alighieri, Dino Campana, Vittorio Sereni, Alfonso Gatto, Giuseppe Ungaretti, Guido Gozzano, Wallace Stevens, W.S. Merwin, entre otros, y ha publicado ensayos sobre diferentes autores y problemas de la lírica moderna y contemporánea.
Vivio entre 1987 y 1994 en Italia, donde fue becario en la Universidad de Florencia y docente el la Universidad de Cosenza. Doctor en Letras por la Universidad Nacional de Córdoba, trabaja actualmente en la docencia secundaria y universitaria. Ha fundado y dirige desde 1997 la revista y la colección de libros de poesía y crítica Fénix, y colabora regularmente en el suplemento literario de La Gaceta (Tucumán) y Smerillianna (Italia) y Clarían (España).
Actualmente vive en Alta Gracia , provincia de Córdoba
Por José Duimovich