Ing. Agr. Norberto LavatiattaAsesor PrivadoMatr. Prof. 1-0513
Las condiciones no son las mismas del año pasado. A los productores que en la campaña anterior hicieron girasol y les fue bien aun les queda el recuerdo reciente de aquella buena cosecha, con un precio nunca visto hasta ahora. Pero este año el panorama es distinto. La desazón de los productores por los problemas políticos; el aumento desmedido de los insumos (semillas, fertilizantes, etc); los alquileres, que en algunos casos quieren superan el 35% de los ingresos totales; la sequía, que afectó toda nuestra zona atrasando los laboreos; y el bajo precio con respecto a la anterior cosecha, generan un ambiente poco propicio para este cultivo. Por ello es que se prevé una caída en el área de siembra, hectáreas que se volcarán a la producción a otro cultivo mas plástico como la soja.
La correcta preparación del lote, ya sea en directa como en convencional, es fundamental para lograr una correcta implantación.
Se puede optar por comprar semilla ya curada con insecticidas y/o fungicidas que también nos ayudara para no perder plantas en los primeros estadios del cultivo.
En cuanto a la fertilización, debemos hacerlo en calidad y cantidad adecuada previo a un análisis de suelo, y en función del potencial de la variedad y el rendimiento proyectado.
Es importante no utilizar (o lo menos posible) fertilizantes en la línea de siembra debido a los fenómenos de fitotoxicidad que harían con la semilla.
La manifestación más evidente de los perjuicios que ejercen las malezas cuando conviven con el cultivo es la disminución de los rendimientos. Los efectos pueden ser de dos tipos: Competencia o Alelopatia. La competencia es cuando las plantas que conviven en el mismo lugar tratan simultáneamente de obtener los recursos disponibles en el medio (agua, luz, nutrientes). La alelopatia es la producción de sustancias tóxicas por parte de ciertas plantas que pueden inhibir el crecimiento de las plantas próximas.
Las malezas más problemáticas son: verdolaga, cola de zorro, cebollín, quínoa, chamico, yuyo colorado, malva, sorgo de alepo (semilla o rizoma), gramón, pasto cuaresma, pie de gallina y capín.
El cultivo de girasol es uno de los que mayor daño sufre durante la germinación y establecimiento a causa de los insectos u otros organismos, esto se debe a que al sembrar pocas semillas por metro (3,5 Semilla / metro lineal a 52 cm. Y 4.5 a 5 semilla/metro lineal a 70 cm.), una semilla por metro que perdamos es mas del 25 % del stand de plantas.
Entre las plagas más peligrosas se encuentran la hormiga negra (Acromyrmex sp), de las mas comunes y dañinas durante la implantación y establecimiento del cultivo. Esta produce un daño o corte a la altura del cuello lo que produce la muerte.
De los lepidópteros (mariposas), el causante de la defoliación es la larva, sobre todo en su último estado donde adquiere un mayor tamaño y gran voracidad. La oruga desfoliadora mas importante es Rachiplusia nu, que consume la hoja respetando las nervadura; es fácil de reconocer porque posee líneas longitudinales blancas y cuando camina arquea su cuerpo y avanza como midiendo la hoja.
Otras plagas importantes son: gata peluda, gusano blanco, grillo topo, gorgojos, babosas, caracoles, bicho bolita y gusano alambre.
En algunas regiones este cultivo convive con importantes poblaciones de pájaros que atacan al cultivo durante su etapa final. No existe un material con una resistencia totalmente eficaz, aunque algunos sí resultan menos susceptibles a través de la disposición del capitulo, que se orienta hacia el suelo al secarse la planta.
Se considera la fecha óptima de siembra a aquella en que la temperatura del suelo, medida a la profundidad de siembra, se estabiliza en 15 grados. Si hay menos temperatura el proceso de germinación se demorara y la emergencia será desuniforme con demoras de hasta 15 días. La temperatura optima debe ser cercana a los 26º C, con máximas de 40º C y mínimas de 6º C . La siembra anticipada puede producir lotes desparejos.
Por el contrario, si se atrasa la implantación habrá pérdida de rendimiento y contenido de aceite debido al acortamiento del periodo vegetativo. También hará coincidir el período de floración con el de lluvias, por lo que se deberá hacer mayor control de malezas y de plagas.
En este año se perfila como un año complicado para este y otros cultivos. El productor tiene las herramientas para lograr su objetivo con éxito. No sólo es importante producir, sino cómo hacerlo. El girasol es un cultivo que como tal tiene sus particularidades que lo hacen especial, por lo tanto consulte con un Ingeniero Agrónomo matriculado.
Densidad
En condiciones de secano la cantidad recomendable es de aproximadamente 50.000 plantas por hectárea. En situaciones de alto potencial de producción (con fertilización y sin restricciones hídricas), de 60.000 a 65.000 plantas por hectárea.
Uno de los errores más comunes en la siembra es no respetar el número de semillas por metro lineal. Cuando pasamos de un sistema de siembra de 70 cm. de distancia entre líneas a 52 cm debemos siempre respetar la densidad por hectárea.