Daniel Alejandro Pérez aguarda, pero no en soledad...
“Me duele no estar cuando las papas queman”
Después de la exitosa operación en el peroné de su pierna izquierda, al joven futbolista rojiblanco no le queda otra que tener paciencia y aguantar la ansiedad por volver a pisar un campo de juego.
Alberto Sánchez
asanchez@ellitoral.com
Hay fechas que Daniel Alejandro Pérez nunca podrá olvidar: la de su debut en la primera de Unión, el 23 de noviembre de 2007, cuando entró por Zapata a los 88 minutos contra Talleres (2-2 en Córdoba); la del primer partido como titular frente a Godoy Cruz el 23 de marzo de 2008, en la derrota en tierras mendocinas por la mínima diferencia; la de su primer gol, el 13 de marzo de este año, cuando en la caída frente a Chacarita por 4 a 2, “Tarrito” logró la igualdad parcial en uno para todo el país por las cámaras de TyC Sports.
Pero la del 15 de mayo último sería la más triste, a los 30 minutos del segundo tiempo, en el 15 de Abril, en la disputa de un balón sobre la tribuna de Cándido Pujato, la suela de Gastón Menicocci llegó antes y más arriba que el pie izquierdo de Daniel Pérez, quien quedó tirado en el piso, inmóvil, esperando la asistencia médica.
Apenas lo vieron el doctor Ángel Battaglia y el kinesiólogo Sergio Magnín, se observó la clásica seña de cambio, por eso ingresó el “Negro” Acosta en su lugar: “En el mismo momento me dí cuenta que algo grave había pasado. Sentí un ruido feo en el momento de la patada, y cuando quise levantarme, me dí cuenta que se me había aflojado el pie, y ahí el dolor era insoportable, como será que ya en el vestuario, me pusieron una inyección y ni la sentí, y eso que soy un cagón para esas cosas”, fue la declaración de “Tarrito” a El Litoral, en su visita al departamento que el jugador comparte justamente con quien lo sustituyó y el “Ruso” Yacob.
“Me acuerdo que se me acercó Fontana y me dijo que me levante para seguir jugando, pero yo no aguantaba el dolor, no podía apoyar el pie, lo bueno es que por lo menos no fue una fractura expuesta”, recordó.
—¿Creés que el jugador de Tiro podía haber evitado el contacto?
—Pienso que podía haber frenado la pierna antes de chocarme, no quiero decir que quiso quebrarme, pero creo que podía haber evitado pegarme como lo hizo.
“Ya estoy resignado”
Apenas salió del campo de juego, acompañado por Manuel Calvo, el otro facultativo del plantel profesional tatengue, Pérez se trasladó a un nosocomio cercano para ratificar el primer diagnóstico. Llegó al club minutos después de la finalización del cotejo, con la afirmación de parte del médico: “Tiene fracturado el peroné en su parte inferior, habrá que operarlo y tendrá que esperar entre tres a cuatro meses para que vuelva a jugar”.
“Las palabras de los compañeros me ayudaron mucho cuando llegué del hospital con la mala noticia de que me había quebrado, pero igual yo estaba destrozado, imaginate que es la primera vez que me lesiono de gravedad, así que en ese momento estaba muy mal”, manifestó el lateral-volante.
—Y ahora, después de un par de semanas, ¿cómo te sentís?
—Dentro de todo bien, aunque esto de estar haciendo reposo cansa un poco, pero estoy tranquilo, además no queda otra que aguantar. Ahora ya estoy resignado y sé que lo único que tengo que hacer es esperar unos días para después hacer una buena rehabilitación.
—¿Qué pasa por tu cabeza en este momento?
—Lo que más me duele es no poder estar en la cancha en este momento difícil de Unión, en el que los resultados no están ayudando y aparte pasan un montón de cosas fuera de la cancha, como el tema de los robos a los muchachos. Esas son cosas muy feas desde todo punto de vista, igualmente sé que los chicos van a poner todo para salir de esto y terminar lo más arriba posible para cambiar esta campaña que fue muy negativa. Teníamos la esperanza de que en este torneo podíamos mejorar o por lo menos llegar a cumplir una campaña parecida a la del anterior, que llegamos a jugar la promoción, pero esta vez no pudimos.
—Aunque imagino tu respuesta, me gustaría saber qué técnico te marcó a quién le estarás siempre agradecido.
—Si tengo que nombrar a un técnico que me haya marcado me quedo con Gugnali, sobre todo porque fue quien me hizo debutar en primera, pero también le tengo que agradecer a Quiroz porque me dio la confianza y la continuidad que uno necesita, como así también a Ariel (Catinot).