análisis

Balance de la sequía

Eloy Rodríguez

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Las consecuencias de esta “interminable” sequía, si la enmarcamos dentro de los Departamentos 9 de Julio, Vera, General Obligado, Vera y San Javier, en la región norte de la provincia de Santa Fe, han quedado plasmadas en un documento con iniciativa del INTA Reconquista y Agencias de Extensión Rural.

El Ing. Agr. Sixto Periche, representante del INTA-Tostado, dice que “la sequía actual no sólo es la peor registrada en la serie histórica desde 1960, sino que se suma a 5 años de precipitaciones por debajo de la media”.

La problemática involucra circunstancias que agrava la situación social, que según Periche se pueden resumir de la siguiente manera: “debido al fracaso absoluto de las dos últimas campañas agrícolas (la última “buena” cosecha y entrada de dinero fue el girasol cosechado en enero de 2008) y las grandes pérdidas ocasionadas en ganadería, la gran mayoría de las instituciones y empresas del norte enfrentan una situación de financiamiento no resuelto para la presente campaña; hay familias de productores (más allá de los sectores NBI) que ya tienen problemas para resolver el sustento diario; para implementar medidas de ayuda coyunturales se propone la creación de las Juntas Distritales de Emergencia y de los Equipos Técnicos Interinstitucionales de Apoyo a la Crisis; la ayuda productiva directa sólo para rearmar el circuito productivo agrícola entre abril y octubre asciende a $ 250 millones. Falta estimar la ayuda al sector ganadero y la ayuda solidaria para el sostenimiento familiar de los sector empobrecidos por la actual crisis; también es necesario implementar el financiamiento de medidas de largo plazo (generadoras de infraestructura básica), para lo cual se propone la creación a nivel legislativo de instrumentos idóneos que garanticen la consecución de tales fondos”.

Se estiman pérdidas globales de la presente campaña respecto de los promedios históricos departamentales, es decir de los rendimientos esperables en situación climática normal. Esto implica que son pérdidas de valor bruto; no existen datos que permitan estimar si las mismas corresponden a pérdidas de ganancias o de costos, ni tampoco realizar un análisis del impacto.