De la mano de las universidades y el Conicet
De la mano de las universidades y el Conicet
La ciudad asume un perfil productivo en la economía del conocimiento
Las empresas de base tecnológica, a partir del desarrollo científico, son los motores más modernos del mundo contemporáneo y los que más riquezas generan. Santa Fe está marcando un lugar en ese mapa.
De la redacción de El Litoral
La actividad en Santa Fe y su conurbano está marcada por el comercio y los servicios, la burocracia estatal, la construcción, la industria de bebidas y alimentos y algunas metalmecánicas de mediano o menor porte. Pero en la economía del conocimiento, la vinculación y transferencia tecnológicas han comenzado a reformular el escenario económico.
¿Puede la ciudad cambiar su paradigma productivo a partir de la vinculación tecnológica? “Estaríamos en un error si pensamos que eso se puede hacer exclusivamente desde la universidad”, advirtió Albor Cantard. Pero el reelecto rector de la UNL sabe que la ciudad y la región tienen un potencial muy grande.
“La incorporación de tecnología en todos los procesos productivos es el valor agregado que distingue el proceso de producción a escala. No se puede pensar en ser competitivos sin incorporar la tecnología necesaria para que los productos tengan el valor agregado, para que puedan comercializarse y competir de la mejor manera”.
En el nuevo siglo mandan los que producen conocimiento, innovan en procesos y productos y sustentan su producción y comercialización. Cada día, más de 400 personas ingresan al predio contiguo a la ciudad universitaria, sobre la Ruta 168. En ese predio del Conicet funcionan el Centro Científico Tecnológico (CCT, ex Ceride) que dirige Mario Chiovetta; y los institutos de investigación que el organismo nacional comparte con la UNL y el Parque Tecnológico Litoral Centro.
Cantard subrayó que “la incorporación de tecnología en todos los procesos productivos es el valor agregado que distingue el proceso de producción a escala”. Y explicó que “acertadamente, la UNL tomó la decisión de darle entidad y autonomía a la Secretaría de Vinculación Tecnológica y el Centro de Transferencia de resultados de la investigación
“El ejemplo del Parque Tecnológico del Litoral Centro (en el que participan además el gobierno de Santa Fe y los municipios de esta ciudad y de Paraná) es claro: gobiernos municipal y provincial, Conicet y universidad, todos trabajando en el mismo sentido. Es la clave del éxito”.
Pegar el salto
Además, el rector rescató a la incubadora de empresas y los proyectos de cambios de escala “para apoyar a emprendedores, que necesitan pegar el salto hacia la comercialización” de sus productos o procesos.
El nuevo escenario, que ofrece oportunidades para que los investigadores evolucionen en el país, brinda una alternativa a la expulsión de inteligencias. “La universidad pública no puede generar materia gris para ser captada por mecanismos transnacionales ajenos a las necesidades propias de la región. Hay que definir políticas de investigación, transferencia de desarrollo, financiamiento propio del tesoro y agudizar el ingenio para ver de dónde obtenemos el recurso para potenciar actividades y generar nuevas iniciativas”, explicó Cantard.
El rector enfatizó acerca de la “necesaria vinculación de la Universidad, de la academia y del sector científico con el sector socio-productivo y con el Estado. Las tres patas necesarias para llevar adelante o contribuir al desarrollo productivo de la región, donde no siempre esto fue aprovechado”.
En cuanto a la receptividad empresaria en el proceso, apuntó que “hay un compromiso creciente. Los foros para innovación que hicimos para juntar emprendedores con aportes de capital son un ejemplo. Que la Unión Industrial convoque estudiantes para que presenten proyectos de investigación sobre la historia de la industria en Santa Fe es un ejemplo de que el sector privado empezó a reconocer en la universidad a una socia necesaria y privilegiada”.
Albor Cantard, rector de la UNL, y Eduardo Matozo, secretario de Vinculación Tecnológica. Visión y gestión universitaria para la transferencia de conocimientos a las empresas y la sociedad.
Foto: Amancio Alem.
Liderazgo
Según un relevamiento realizado por una de las mayores bases de datos utilizadas por la comunidad científica, denominado Scopus, los trabajos de científicos de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) son los más citados del país. El Ranking Mundial de Universidades por calidad investigadora -desarrollado por un grupo de investigación español llamado Scimago- tiene en cuenta diferentes indicadores, como la cantidad de publicaciones y el impacto que esos papers y documentos tienen en la comunidad científica. De acuerdo con esa evaluación, la primera universidad argentina en aparecer en el ranking es la UNL (en el puesto 874), seguida por la Universidad Nacional del Comahue (en el 896) y por la Universidad de Buenos Aires (en el puesto 901).
/// EL DATO