Hacedores de un pueblo llamado Fives Lille

Gloria Dayer de Vanetti, una colaboradora de Vera y Pintado, envió a nuestra sección de la revista Nosotros dos historias de tradicionales familias de aquel pueblo: Conti y Niescierowicz.

TEXTOS. GLORIA DAYER DE VANETTI.

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Antonio Niescierowicz y Elzbieta Hladka se casaron en el Hotel de Inmigrantes de Buenos Aires, en 1938, cuando ella llegó al país.

 

Antonio había nacido en Bialistok, Rusia, el 23 de noviembre de 1902. Elzbieta -conocida en el pueblo como Doña Elisa- había nacido en Wilno, Polonia, el 20 de octubre de 1904.

Durante su juventud, Antonio trabajaba con su padre, que era dueño de una herrería. conoció a Elzbieta, con quien decidió casarse. Ella pertenecía a una familia de condiciones muy humildes, motivo por el cual los padres de Antonio se opusieron terminantemente a esa unión. Para consumar el matrimonio, ella debía contar con el mismo capital que le correspondería a él por herencia o superarlo. Esto significaba pagar la “dote”, que era un conjunto de bienes que la mujer debía aportar al matrimonio. Ante esta cláusula, él se comprometió ante ella a reunir ese capital para igualar las posiciones económicas y concretar el deseo de ambos.

En aquella época se hablaba de América como “la tierra rica”. Antonio tenía referencias de que en este país podría lograr en poco tiempo reunir ese dinero, por lo que resolvió viajar. Llegó a la República Argentina en 1930, cuando contaba con 28 años, se dirigió a Rosario, provincia de Santa Fe, donde estaban establecidos con anterioridad algunos paisanos suyos. Allí comenzó a trabajar en una herrería, pero lo poco que ganaba no le alcanzaba para ahorrar un sólo peso. Determinó entonces trasladarse a Entre Ríos a levantar cosechas, pero allí tampoco ganaba lo suficiente como para concretar su cometido y, una vez terminada la recolección, decidió ir a Kilómetro 187 a trabajar en el campo de un compatriota, quien -enterado de que en el ferrocarril necesitaban gente- lo acompañó a tramitar el empleo y, recomendado por él, lo tomaron de inmediato.

En todo este tiempo, las correspondencias con Elzbieta iban y venían. En el año 1932 fue trasladado a Fives Lille (hoy Vera y Pintado). Estando allí, se dio cuenta que tampoco podría reunir ese dinero y resolvió escribirle una carta, que le resultó muy difícil enviar porque se trataba de una determinación muy cara a sus sentimientos. En ella le comunicaba que su amor hacia ella no había variado, pero no tenía posibilidades ni de volver ni de traerla. Desde entonces perdieron todo contacto.

NUEVA PROPUESTA

En el año 1936 recibió correspondencia de su hermana, la que -entre otras cosas- le contaba que Elzbieta permanecía aún soltera. Antonio resolvió escribirle diciéndole que si estaba dispuesta, sin promesa de tiempo, reuniría el dinero para que viajara a casarse con él. A partir de allí comenzó a trabajar sin descanso: aparte de su tarea efectiva desempañada en el ferrocarril compraba en los remates máquinas en desuso, herramientas de trabajo, bicicletas, etc., que luego de refaccionarlas las vendía a mayor costo. Esta ganancia, junto a la limitada cantidad que le quedaba de su sueldo, era guardado con ahinco. Pasado un tiempo prudencial vio con inmensa alegría que había logrado reunir el dinero con el que costearía los gastos de pasajes a quien había elegido compartir su vida.

Elzbieta llegó a la Argentina el 19 de octubre de 1938 pero no pudo concretar su sueño hasta el día 21, debido a trámites que le fueron exigidos. La ceremonia de casamiento se realizó en las mismas oficinas de Inmigraciones.

Desde allí viajaron a Fives Lille donde construyeron su hogar. De este matrimonio nacieron: Teresa Estefanía (1940), Lila Berta (1942) y Antonio José (1950).

Teresa se casó con Jorge Paiva y son los padres de Lila Elizabet y Germán Roque; Lila se unió en matrimonio a Domingo Sahda y tuvieron dos hijas mujeres: Marina Alejandra y Marlene Carolina; Antonio con María Delfina Stchageni, padres de María José.

La familia Niescierowicz vivió en Fives Lille 18 años. En 1956 se estableció en Esperanza. Antonio falleció en 1983, a los 81 años, y Elzbieta en 1987, a los 83. La muerte de Antonio fue difícil de sobrellevar para su esposa, quien vivió cuatro años muy duros, a pesar de haber estado rodeada del amor de sus hijos. Dios la llevó muy pronto a reunirse con su esposo, su gran compañero. Una verdadera historia de amor. A través de De Raíces y Abuelos quise recordar con mucho cariño a esta querida familia con la que compartí mi infancia.

ANSANO Y ROSA

Otra de las historias enviadas por Gloria Dayer de Vanetti refiere al matrimonio de Ansano Guido Conti y Rosa Banchi. Según explica, Ansano Guido había nacido en Castiglion Fiorentino, región de Toscana, en Italia, en diciembre de 1885. Era hijo de Pietro Conti y Orsola Tanganelli. Llegó a la Argentina en 1902, a la edad de 17 años.

Pasó sus primeros años en Buenos Aires empleado en una colchonería, realizando también trabajos de albañilería. Desde allí se dirigió a Bigand, localidad cercana a Rosario, donde conoció a Rosa Banchi, con quien se unió en matrimonio.

En esa localidad nacieron sus hijos: Domingo (1914), Julio (1916), Ida (1918), Celestino (1929), Guido (1922) y María (1924). En el año 1930 se trasladó con su familia a Colonia La Blanca, zona rural de La Criolla, donde compró campos que destinó a la agricultura.

Debido a los caprichos de la naturaleza, que no le permitió recoger el fruto de su trabajo, por una parte, y porque ante esta situación le convenía vender para no perder lo poco que iba quedando, resolvió buscar otra solución: entregó parte de sus bienes para cubría las deudas y se trasladó con todas su familia a Fives Lille, donde arrendó a la firma “La Criolla” algunas hectáreas, que luego pudo comprar.

Aquí logró revertir su situación: buenas cosechas, óptimos negocios, buena intuición, aguda visión para los negocios y una mujer que supo acompañarlo, trabajadora y sacrificada, que mucho tuvo que ver en su perseverancia y logros.

LA DESCENDENCIA

Sus hijos fueron formando sus propias familias y se establecieron todos en este pueblo. Domingo se casó con Irma Garavaglia y tuvieron dos hijos, Rosa y Enrique; Julio con Josefina Sacco, padres de Susana y Elda; Ida con Marcos Sacco, unión de la que nacieron Irma y Aída (Quina); Celestino con Ana María Guglielminotti (Doña Chocha), padres de Beatriz, Roberto, Guido y Graciela; Guido con Agustina Hernández (Chiche), matrimonio del que nacieron Marta, Liliana y Stella Marys; María se casó con Ángel Tórcoli y tuvieron tres hijos: Walter, Gloria y Norberto (Nucho).

Como vemos, Ansano Guido Conti y Rosa Banchi dejaron una numerosa descendencia que, por muchos años, habitó esta comunidad, todos dedicados a la agricultura, a la ganadería y a las distintas ramas del comercio, lo que les permitió vivir sin sobresaltos.

Quienes conocieron a Rosa Banchi no ahorran elogios: tenaz, perseverante, afanosa; protegía con gran celo a sus hijos, a su matrimonio y a todo aquello que tenía que ver con su hogar. Las respectivas mujeres y esposas de sus hijos e hijas acompañaron con firmeza las iniciativas de sus pares y fueron parte importante de los logros obtenidos por cada uno de ellos.

Participaron de las instituciones y desplegaron múltiples actividades. Fueron por mucho tiempo, junto a la familia Guardia, también numerosa y antigua, sinónimos de Fives Lille: al nombrar este pueblo en la zona, era inevitable la relación inmediata de ambas familias.

El “nono Conti”, como se lo llamaba familiarmente, falleció en 1981, a los 96 años, y Rosa Banchi posteriormente. De sus hijos aún quedan establecidos en el pueblo María Conti de Tórcoli, y Guido, el menor de sus hijos varones. A ellos quiero dedicarles esta nota con mucho afecto.

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Antonio y Elisa con sus dos hijas, Lila y Teresa, en 1949.

En el año 1936 recibió correspondencia de su hermana, la que -entre otras cosas- le contaba que Elzbieta permanecía aún soltera. Antonio resolvió escribirle diciéndole que si estaba dispuesta, sin promesa de tiempo, reuniría el dinero para que viajara a casarse con él.

 
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Ansano Guido Conti con Rosa Banchi, sus hijos y una tía italiana que estaba de visita.

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Ansano Guido Conti y Rosa Banchi dejaron una numerosa descendencia que, por muchos años, habitó esta comunidad, todos dedicados a la agricultura, a la ganadería y a las distintas ramas del comercio, lo que les permitió vivir sin sobresaltos.

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Guido Conti (der.) con su señora Agustina Hernández, sus hijas, yernos, nietos y bisnieta.

CONTACTO EN FRANCIA

De Raíces y Abuelos es una sección que siguen muchos lectores de todo el mundo, según nos refieren a través de los mails que recibimos periódicamente. Pero nos dio mucha satisfacción uno que nos llegó en estos últimos días procedente de Francia, de Madeleine.

Ella es oriunda de la ciudad de Lille, al norte de Francia, y vive en un barrio cuyo nombre es Fives. Integra una asociación de vecinos que anualmente organizan una actividad artística llamada “Las ventanas que hablan”.

Según nos explicó, “nos enteramos que en Argentina hubo una ciudad llamada Fives Lille (hoy en día es Vera y Pintado) debido a la presencia, en la región de Santa Fe -durante el siglo pasado-, de la fábrica Fives Cail, que acudió para construir el ferrocarril argentino. El hecho de que una ciudad argentina se llamara como nuestro barrio nos intrigó mucho y decidimos hacer el tema de nuestra manifestación durante la primavera 2010”.

Como su tarea para esta actividad es investigar sobre “Fives Lille, Argentina”, navegando por Internet Madeleine encontró algunas notas de De Raíces y Abuelos que referían a las investigaciones realizadas por Gloria Dayer de Vanetti sobre aquella comunidad. Por este motivo, Madeleine pidió que la pusiéramos en contacto con esta colaboradora de nuestra sección, para indagar más sobre los orígenes de aquel pueblo santafesino. Para Gloria Dayer fue una gran satisfacción aquel pedido e inmediatamente se puso a disposición para colaborar con aquella comunidad francesa.