También acorta las polleras
Armani revoluciona la chaqueta en la Semana
de la Moda en Milán
La mujer, en la mirada del famoso diseñador, deja las piernas a la vista. Dijo que los miembros inferiores valen mucho más que el seno y le otorgan a ellas clase y elegancia.
De la redacción de El Litoral
Armani sorprendió en la Semana de la Moda femenina de Milán otoño-invierno 2010-2011 al presentar una mujer que usa polleras muy cortas, casi minifaldas, que cubre la cabeza con una especie de gorro rajado y la cara con flequillo y viste chaquetas sin hombros, una revolución de su prenda símbolo.
Giorgio Armani sacó a las pasarelas de Milán chaquetas en las que las solapas casi han desaparecido, de mangas sencillas, con hombros sin estructura, confeccionadas con tejidos ligeros, con detalles geométricos.
En colores vivos, predominando el verde y los tonos pastel, y sin olvidar el terciopelo, “re (el rey) Giorgio” revoluciona la prenda que más lo identifica, que no duda en acompañar con echarpes y cascadas de tejidos sobre los hombros.
Si la mujer Armani para el año próximo cubre la cabeza con raros gorros rajados, que esconden de manera misteriosa la cara y muestran largos flequillos, deja, por el contrario, a la vista las piernas, llevando faldas muy cortas, casi minifaldas.
Armani ha querido que la mujer muestre las piernas, porque valen -según dijo- mucho más que el seno y le dan esa clase y elegancia que el modisto a lo largo de sus años siempre ha mostrado.
La colección se completa con chaquetas cortas, sensuales, y trajes en colores rojo coral y naranja fuerte que sólo se pueden combinar con el negro, el color que, según “re Giorgio”, nunca puede faltar a quienes gustan unir colores fuertes.
Los rasos y blancos tampoco faltan en su colección, en la que presentó trajes de noche cortos por la rodilla y otros largos ricamente bordados y en terciopelo negro.
Otros diseñadores
En la misma jornada también desfiló Max Mara, que fiel a su estilo mostró vestidos con el corte bata de casa y se decantó por colores como el camello, negro y el verde neutro, según consignó la agencia EFE.
Antonio Marras se inspiró en su Cerdeña natal para presentar una colección vintage, con abrigos en tweed, chaquetas Príncipe de Gales y chaquetones de ante. Todos decorados con perlitas, filigranas en oro, bordados, etcétera.
A esas prendas las combinó con faldas de flores, vestidos ligeros en seda estampada y chaquetones sin mangas.
Bottega Veneta se decantó por prendas que resaltan el cuerpo femenino, pero de forma fluida, aprovechando el movimiento.
Tomas Maier, director de la casa de modas, echó mano de la seda lavada, chiffon, cachemira y otras preciadas lanas para vestir a la mujer del año próximo.
Sus vestidos están más marcados en los hombros y amplios en la parte baja y Bottega Veneta no olvidó, tampoco, los pantalones estrechos alrededor del tobillo y anchos en la parte alta.
Les Copains mostró una colección joven, diseñada por Albino D’Amato, en la que el nexo de unión es el tejido de punto, para utilizar en todas las prendas, y en la que destacaron las faldas cortas, jerseys de punto de arroz.
El blanco, el negro y el camello son los colores preferidos de Les Copains.
La casa Belstaff inspiró su colección en las fuerzas del orden y así presentó una colección con aspecto militar, en materiales tecnológicos y en la que predominan los colores azul, negro y gris.