Por evasión tributaria

Condenaron nuevamente a ladrones de guante blanco

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En su casa de barrio Candioti, Mario Daniel Bardina supo recibir a El Litoral por los innumerables casos judiciales que lo rozan.

Foto: NESTOR GALLEGOS

Mario Daniel Bardina y Héctor Rubén Huguenet recibieron dos años más de prisión por “evasión simple de tributos”, en una causa iniciada a fines de los 90’. Ambos fueron sentenciados a cinco años de cárcel en 2001 por el mismo delito.

 

Juliano Salierno

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El 29 de marzo pasado el Tribunal Oral Federal de Santa Fe condenó a Mario Daniel Bardina y a Héctor Rubén Huguenet por el delito de “evasión simple de tributos”. La pena impuesta fue de “dos años de prisión de cumplimiento efectivo”, y aunque Huguenet no regresará a la cárcel por la unificación de una condena anterior que ya cumplió; Bardina permanecerá preso por otros delitos recientes.

La historia se remonta a la década de 1990, cuando ambos lideraban una organización delictiva dedicada al comercio de cereales que tenía por fin embaucar al fisco.

En la edición del 28 de abril de 1999 y bajo el título “Defraudación fiscal millonaria”, El Litoral publicó una investigación iniciada en el Juzgado Federal Nº 2, y a cargo de la fiscal Cintia Gómez, en la que cinco personas figuraban como imputadas.

En ese entonces se hablaba que el perjuicio a la DGI podría superar los 5 millones de pesos-dólares, dado que se trataba de operaciones realizadas durante varios años.

Empresas fantasma

La maniobra defraudatoria para con el Estado nacional -Afip- “era llevada a cabo a través de una empresa cerealera, que debiendo operar como agente de retención del pago del IVA percibía de sus compradores el 9% del monto de la operación, destinado al pago de impuestos y luego, en lugar de pagarlos al Estado, los retenía ilegítimamente”, informaba el diario de la época.

“Como agravante, el Estado debía reintegrar a los exportadores el monto correspondiente a los referidos impuestos, por lo cual se duplica el perjuicio ocasionado a las arcas públicas”, sostenía el vespertino local.

Además, el plan orquestado consistía en utilizar “distintos nombres -La Cúpula, Cereales San Francisco y Los Campanarios- para llevar a cabo la maniobra, ya que los controles fiscales se realizan por año vencido. De tal modo, cumplido el ciclo, la organización daba de baja a la empresa y comenzaba a funcionar con otro nombre diferente”.

En la edición del 30 de abril de 1999, El Litoral entrevistó al jefe de la División Fiscalización Externa Nº 2 de la Región Santa Fe, de la Afip, Rolando René González, quien confirmó que el perjuicio fue cometido entre mediados de 1993 a fines de 1998. El funcionario explicó que “cuando nosotros llegamos a la sociedad para determinar la deuda, desaparece la sociedad anónima y aparecen una serie de personas insolventes, como peones rurales o personas que habitan en villas miserias o en muy precarias condiciones”.

Primera condena

El fin de semana del 25 y 26 de abril de 1999 se realizaron unos veinte allanamientos que acabaron con la detención de la dupla Huguenet-Bardina. Dos años más tarde, los jueces José Escobar Cello, Rodolfo Hintermeister y Ramiro Puyol condenaron a Bardina y Huguenet a cinco años de cárcel por los delitos de “evasión simple y evasión agravada por la utilización de interpósitas personas”. La evasión que se pudo comprobar alcanzaba los $ 4.300.000.

También hubo tres “partícipes necesarios”, que merecieron penas de entre 2 años y 6 meses a 3 años de prisión. La fiscalía había pedido siete años por “asociación ilícita”, delito por el cual fueron absueltos.

A raíz de lo que surgiera del juicio oral se investigó una segunda etapa por las operaciones que se continuaron realizando en 1999, que derivó en la nueva condena.

Dos años más

El mes pasado el Tribunal constituido por la jueza María Ivón Vella y los conjueces Martha Feijoo y José Luis Fernández, cerró el caso con la segunda condena a Huguenet y Bardina.

La resolución dispone “unificar la presente condena a penas privativas de la libertad dictadas contra Bardina y Huguenet, con las de cinco años de prisión impuesta por este tribunal el 4 de mayo de 2001, por sentencia Nº 22/01 en el marco de expediente Nº 168/00 en las penas únicas de cinco años de prisión a cada uno de ellos”.

La audiencia se celebró ante la presencia del fiscal general, Martín Suárez Faisal; los defensores públicos oficiales Fabio Procajlo por Bardina; Fernando Sánchez por Huguenet; y Mariana Rivero y Hornos por una tercera imputada que resultó absuelta. La parte querellante estuvo representada por Ignacio Rabosto Moleón y Mariano Ibarra, de la Afip-DGI, organismo público que jamás cobró la deuda.


Un delincuente consagrado

El 4 de diciembre del año pasado, la Justicia volvió a procesar a Mario Daniel Bardina por el supuesto delito de “privación de la libertad coaccionante” en los casos del empresario Salvador Marcelo Boscarino y Jorge Saccone. La resolución dictada por el juez de Instrucción Octava, Jorge Patrizi, fue apelada, pero la Sala II de la Cámara de Apelación Penal la confirmó el 24 de febrero último.

Bardina está preso desde noviembre de 2009, cuando la primera de sus víctimas radicó la denuncia por secuestro. Además hay otros tres imputados, que también fueron procesados: Javier Santangelo, ex guardiacárcel, de 32; Esteban Lorinz Moreira, un empleado comunal de 43; y Carlos Gabriel Bulay, ex empleado de Bardina, de 39 años.

La investigación, iniciada por el juez de Instrucción Darío Sánchez y las Tropas de Operaciones Especiales, comenzó tras el secuestro del empresario Boscarino, ocurrido el 3 de noviembre del año pasado.

Boscarino había ido a la casa de Bardina -Balcarce al 1500-, el martes a las 21.30, donde iba a cerrar una operación por 10 camiones de arena. “Me esposaron, me pusieron un bisturí en el cuello y me mantuvieron una hora y media entre la vida y la muerte” contó a El Litoral tras el traumático episodio, en que lo obligaron a firmar documentos.

En caso Saccone fue un tanto similar, ya que lo obligaron a “vender” a Mario Bardina su automóvil Peugeot 307 y además lo despojaron de sus pertenencias en su propia casa de Sauce Viejo. En los allanamientos que las TOE hizo en casa de Bardina aparecieron los documentos del auto robado.

El regreso

Después de que su nombre quedara ligado a la evasión millonaria por la que pasó varios años preso, Mario Daniel Bardina volvió a ser un hombre público cuando lo detuvieron el mismo día que asesinaron a puñaladas a su ex esposa Valeria Caggiano. El crimen ocurrió el 26 de noviembre de 2008 y todavía se encuentra impune. El juez Rubén Eduardo Saurín, procesó a Bardina a fines de diciembre por el delito de “supresión de numeración de objeto registrable” y tras pasar varios meses preso fue “sobreseído” en esa causa.