El pibe Acosta clavó un cabezazo y la pidió siempre
Ricky Maravilla

Acosta te acuesta. Ricardo Acosta, con poca continuidad en este 2010, demostró que además de jugar bien tiene una respetable capacidad para llegar al gol a pesar de ser volante y no delantero. Ya tiene cuatro gritos con la camiseta de Unión. Así festejó el de anoche, de cabeza, entrando por el segundo palo después de una asistencia magistral de Saucedo.
Foto: Mauricio Garin
Con un primer tiempo asfixiante, Unión lo encerró a San Juan y liquidó el partido con goles de Saucedo y Ricky Acosta. A la carrera, Pratto puso el 3-0
Darío Pignata
dpignata@ellitoral.com
Con una actuación contundente como hace tiempo sus hinchas no veían, Unión borró de la cancha a San Martín de San Juan 3-0 en el 15 de Abril y volvió a encender un fósforo de ilusión de cara a las cinco fechas finales que quedan para ensayar un sprint final que le permita jugar una de las promociones a Primera División. Fue la mejor y más rápida respuesta para un grupo que —al menos por lo visto anoche— acusó el golpe bajo de Rafaela de una manera inobjetable y ante su gente.
Claro que viendo la tabla de posiciones, donde hay un lote de siete equipos que van a pelear hasta el final por dos lugares de Promoción, de la única manera que servirán los tres puntos de anoche es si el jueves en Bahía Blanca, Unión le pone punto final a los naufragios sistemáticos que este equipo sufre cuando sale de Santa Fe.
Bien podría decirse que el equipo del “Turco” Alí —por momentos jugando bien a la pelota, ésa que recuperaba gracias a un pressing asfixiante— ganó la final “del muerto con el degollado”. Es que los dos equipos que chocaron a mitad de abril son los mismos que al arrancar febrero estaban ascendiendo en forma directa. Hoy, dos meses y medio después, uno está cuarto “colgado” (los sanjuaninos, que pueden ser superados por Rafaela si el equipo de Trullet le gana mañana a Tiro en Rosario) y los del “Turco” Alí en el sexto lugar de la general.
Para Unión empatar o perder anoche era despedirse de todo en la temporada. Por eso el alivio de los tres puntos, aunque el festejo tiene fecha de vencimiento: este jueves a la noche, desde las 21.10, tendrá que sumar sí o sí en el Carminatti ante el arrollador Olimpo de Bahía Blanca, que ya empieza a festejar la vuelta a Primera División.
Pressing, juego, gol
Unión salió a jugar el partido de anoche con los dientes apretados, los ojos abiertos y el corazón caliente. Sin dudas, que lo de Rafaela fue un “borrón” y todos se dieron cuenta. Porque Unión, como siempre se escribió desde estas líneas, puede ganar y perder con cualquiera, como pasa con cualquier equipo del mundo. Lo que Unión no puede repetir es lo del miércoles: “comerse” un baile, traerse tres y hacer “méritos” para perder por el doble. Porque no deben olvidarse, desde la actitud, que llevan la camiseta de Unión en una categoría de ascenso.
El principal cambio fue esa predisposición por volver a pelear cada bola como si fuera la última del mundo. Porque cambiando esquema y nombres, no hubiera alcanzado. Después, hubo decisiones acertadas del entrenador, como por ejemplo la elección de los dos carrileros. Es que siempre es clave la banda con un 4-4-2 y hacía mucho tiempo que Unión no llegaba tanto por los dos costados como anoche. Del lado izquierdo, por el desequilibrio individual de Ricky Acosta; del lado derecho, porque Fausto Montero y “Tarrito” Pérez armaron un tándem perfecto desde la teoría hasta la práctica: cuando el “8” se cerraba, el “4” le pasaba limpito por afuera y llegaba al fondo para descargar o tirar centros. Una fórmula más vieja que la de la Coca Cola, pero más simple que hervir fideos. Sin embargo, hacer esto tan básico se había transformado en algo imposible para este equipo.
A los carrileros abriendo a la defensa cuyana se sumó el tándem Saucedo-Calgaro como en las primeras fechas... del año pasado. Y los dos puntas arriba, “obligando” siempre.
Un penal tonto —Galarza le cruzó el cuerpo a Guerra como si fuera un tackle adentro del área— abrió el partido. Pero antes del cañón de Saucedo, la jugada previa a la pena máxima fue una síntesis de Unión: la tenían los sanjuaninos, pero presionaron tanto en la salida que se la terminaron robando, Pratto la pone al vacío para Guerra y llega el innecesario contacto físico.
El 2-0 fue un gol de potrero en el inicio y de fútbol europeo en el final. La “avivada” de Saucedo en cruzar 50 metros un balón encontró la precisión buscada y el chico Acosta debió “leer” la jugada de la mejor manera. Nunca pensó que la pelota podía bajar, entonces saltó con perfección y con un cabezazo impecable hizo estallar al 15 de Abril. Los defensores de San Martín se quedaron en San Juan.
El miedo a golear
Hoy San Martín de San Juan le lleva dos puntos de tabla a Unión, pero además tiene mejor diferencia de gol. Estaban dadas todas las condiciones —2 a 0 y un jugador más— para que Unión “le llenara la canasta” al equipo de Quiroz, pero en ningún momento lo arrebató. Quemado con leche tantas veces, prefirió afirmarse bien atrás y manejar la pelota. Por eso terminó debutando el chico Vazzoler, un enganche de Esperanza categoría “89 que hace dos años se fue a Vélez y volvió a principio de año a Unión. Venía de jugar, incluso, en Liga Santafesina (le había hecho la semana pasada tres goles a Las Flores).