Construir el sueño de volar

“Dedicamos más de mil horas de trabajo para construir este avión -cuenta Hernán Marcos-. Nos juntábamos a la siesta, de lunes a viernes, y los sábados casi todo el día”.

Construir el sueño de volar

Hernán Marcos tiene 34 años y es constructor amateur de aviones experimentales. Desde hace algún tiempo trabajó en la creación de su propio avión, que en esta nota nos presenta. La aeronave será la primera en su tipo en volar los cielos de Argentina y, sobre todo, “los de esta querida Santa Fe”, confiesa su constructor.

Textos. Revista Nosotros. Fotos. Gentileza Hernán Marcos.

Hace mucho tiempo que Hernán Marcos tenía una idea dando vueltas en su cabeza: construir su propio avión. Para concretarla comenzó a prepararse y decidió hacer un curso de piloto privado de avión en el Aeroclub de Rafaela. “Mi profesión es mecánico de autos, soy Técnico Mecánico. Es algo que viene de familia, ya que mi padre también lo es, y a mi abuelo le gustaban los fierros. Estoy vinculado al ambiente aeronáutico desde el año 1996 haciendo paracaidismo. Hace cinco años que obtuve mi licencia de piloto”, explica Hernán.

“Pero mi sueño era tener mi propio avioncito, lo que venía postergando por distintas razones. Y ya sentía que era hora de hacerlo. Después de concretar varias averiguaciones, me di cuenta de que era imposible adquirirlo, por su alto costo para mi presupuesto. Pero no me di por vencido, seguí averiguando por distintas vías, internet, gente vinculada al medio aeronáutico, etc. Así decidí construir mi propio avión experimental”.

Aprendizaje

Una vez tomada la decisión de encarar la construcción, Hernán tuvo que elegir qué tipo de avión haría, a partir de qué materiales, en qué lugar se podría armar, con quién contaría para ayudarlo en la tarea y muchos otros aspectos.

“Me puse a buscar nuevamente en Internet y después de varias horas de navegar lo encontré -cuenta-. Hoy por hoy, hay miles de alternativas para la construcción amateur: de madera, compuestos de fibra de carbono, metálicos, tubos y tela, etc”.

“Los planos los compré en Estados Unidos, vía Internet. En ellos está todo lo que se necesita para construir un avión: lista de materiales, todas las medidas, un manual indicativo de cómo hacerlo y por dónde empezar. Todo es muy completo. Como mi inglés es muy básico, pedí un poco de ayuda; tuve que aprender a interpretar los planos, sus medidas (que estaban en pies y pulgadas). Fue como volver al colegio -explica-. Yo sabía laburar los tubos metálicos con los que se construye el fuselaje, que van soldados. Después se recubre con tela aeronáutica, un material que yo nunca había trabajado; así que era el tema pendiente. Sin embargo, después de investigar, obtener mucha información y consejos de gente amiga, con un poco de ayuda pude hacer el trabajo”.

Características

Las alas del avión construido por Hernán Marcos son totalmente metálicas. El material utilizado para realizarlas fue el dural (una aleación de aluminio). Su construcción fue minuciosa, ya que en esta parte se encuentra el secreto para que cualquier avión pueda volar.

El motor se fue armando de a poco. “Tuve la suerte de conseguirlo -se entusiasma-. Estaba completamente desarmado, pero yo podía reparar el 70% de sus partes. Las partes faltantes las pude adquirir con paciencia, buscando mucho. Es un motor continental aeronáutico, de cuatro cilindros, refrigerado por aire, con doble encendido y doble bujía para una mayor seguridad. Tiene una potencia de 85 hp, suficiente para el avión, ya que su fabricante recomienda 70 hp”.

El avión se llama “Sonerai” y fue diseñado en los años 70 por John Monett. Fue creado para uso recreativo. Es capaz de llevar dos personas en configuración tandem, esto significa que una va delante de la otra; el piloto va detrás. El ala es baja, su velocidad de crucero es de 140 millas (unos 224 km/h) y su velocidad máxima de 200 millas (320 km/h). Su consumo de gasolina es de 18 litros/h.

Logros

El avión tiene su matrícula otorgada por el Registro Nacional de Aeronaves (lv-x393) y fue inspeccionado desde el principio de su construcción por los ingenieros aeronáuticos de la Dirección Nacional Aeronáutica (DNA). Ellos siguieron parte por por parte el trabajo realizado y, en cada inspección, si todo estaba bien nos habilitaban para seguir trabajando. Fueron también ellos quienes, una vez terminado el avión y previa inspección, otorgaron el permiso de aeronavegavilidad para que pueda volar legalmente según las normas para aviones experimentales.

En noviembre, el avión construido por Hernán voló por primera vez. Luego, participó de una convención de aviones experimentales que se realizó en General Rodríguez (provincia de Buenos Aires), donde obtuvo el primer premio en su categoría: aviones de plano.

“El certamen está regido por la EAA (Experimental Aircraft Association), una asociación de Estados Unidos que tiene una sucursal en nuestro país -aclara el constructor-. Todos los años se presentan aviones diseñados y construidos por aficionados. Un grupo de jueces hace la selección de acuerdo a diferentes categorías y a partir de la evaluación de distintos aspectos como prolijidad, terminación, características de vuelo, etc. En base a estas consideraciones se otorga el premio, que es totalmente amateur”, concluye.

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Hernán Marcos compró los planos de su avión en Estados Unidos y se largó a la aventura de construir su propio sueño de volar.

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El avión se llama “Sonerai” y fue diseñado en los años 70 por John Monett.

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El avión tiene su matrícula otorgada por el Registro Nacional de Aeronaves (lv-x393).

Mil horas

“Dedicamos más de mil horas de trabajo para construir este avión. Nos juntábamos a la siesta, de lunes a viernes, y los sábados casi todo el día. El domingo había que dedicarlo a la familia, que tanto ayuda; sin ella este sueño no hubiera sido posible. La construcción se realizó en el patio de la casa de un querido amigo, Leonardo D’Elia, partícipe de este proyecto y de su construcción ciento por ciento. Ahí teníamos el lugar suficiente para trabajar y también las herramientas. Una vez que estuvo terminado se desarmaron las alas y se trasladó el avión al aeródromo de Esperanza, donde se puso todo a punto y se realizó el primer vuelo de prueba”.

Características

La aeronave está diseñada para hacer algunas maniobras de acrobacia, aunque su constructor aclara: “no todas, ya que no posee el sistema para volar invertido”. Su factor de carga es de + - 6 g, esto quiere decir que soporta seis veces su peso sin problema en las maniobras acrobáticas.

“Este avión está volando ya hace más 35 años en Estados Unidos y en muchas otras partes del mundo. Es una máquina de bajo costo de construcción y operativo, al compararlo con otros de sus mismas prestaciones. Será el primero en su tipo en volar los cielos de Argentina y, sobre todo, los de esta querida Santa Fe”, se enorgullece Hernán.

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