Contrapunto
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Alberto Cassano: “Mis preocupaciones son políticas”
Rogelio Alaniz
El ingeniero Alberto Cassano comenzará a colaborar en El Litoral con una columna. Se trata de uno de los grandes científicos de la Argentina y un orgullo de los santafesinos. Su labor académica ha sido reconocida en los principales centros de investigación del mundo. Su columna de opinión reflexionará sobre los problemas sociales y políticos de nuestra sociedad. El científico, el académico, el investigador, ahora dará a conocer una faz tal vez menos conocida de su personalidad pública, pero no menos intensa e interesante.
—Tengo entendido que va a empezar a colaborar en el diario El Litoral. ¿Qué es lo que lo lleva a empezar a escribir sobre temas que no son estrictamente de su competencia?
—En realidad mi primera vocación fue política. Yo en la universidad tuve una activa participación en todo lo que fue la organización estudiantil. Fui delegado estudiantil por el Movimiento Social Cristiano, que entonces estaba representado por la institución Ateneo Universitario.
—¿El Ateneo entonces era una expresión de la Iglesia Católica entre los estudiantes?
—Puede que sí, pero yo era más partidario de que fuera representante de la doctrina cristiana, más que de la católica. Yo era muy amigo del padre Leyendecker y le sugerí que se retirara del Ateneo, porque tenía prácticamente poder de veto. Él así lo hizo. Modificamos los estatutos y establecimos que no había compatibilidad entre el Ateneo y la Confederación General Universitaria que era peronista. Fue durante mi presidencia que se decretó la incompatibilidad. También en ese tiempo se retiró del Ateneo el grupo más conservador.
—¿Pero después dejó la política y se dedicó a su profesión?
—Gracias a mis buenos antecedentes académicos ingresé a la industria como asesor técnico del directorio de una empresa. No duré mucho. A los cuatro o cinco meses renuncié por problemas de principios. Ahí fue cuando me dijeron que negocie y yo les dije que si negocio a los 25 años qué voy a hacer cuando tenga 60. Dejé ese trabajo, me volqué a la actividad académica y me fui a Estados Unidos a hacer un doctorado. Fui el primer doctor en ingeniería que volvió a la Argentina.
—¿De qué van a tratar sus notas?
—Conversé con los directivos del diario y llegamos a un acuerdo en hacer una columna, que podría ser cada dos semanas. Eso no excluye la posibilidad de que hable sobre el tema vinculado con la tecnología o con la educación. En particular la educación me importa muchísimo, sobre todo la educación primaria. Yo quisiera de alguna manera transmitir mi pensamiento social cristiano, yo soy un socialista cristiano, ni marxista ni capitalista, cristiano.
—¿Lo puede explicar un poco mejor?
—Es un socialismo complicado pero se puede entender de la siguiente forma: el hombre es el centro y el bien común es el final y consecuentemente la propiedad privada tiene ciertos límites. Nadie dice que no deba existir, pero tiene que ser de tal forma acotada para que no haya tanta división entre los que tienen nada y los que tienen muchísimo. Es un resumen muy apretado.
—¿Solamente va a hablar de política?
—Mis preocupaciones son políticas y alcanza a todo aquello que tenga que ver con la sociedad y el hombre. Con el padre Atilio Rosso me interioricé sobre los problemas de la pobreza y la marginalidad. Quiero que se entienda que se puede hablar de educación, después que la gente estuvo bien alimentada y se puede hablar de gente bien alimentada cuando se alimentó al chico durante la gestación de la madre. Una vez que el chico esté bien alimentado se le pueble hablar de educación, una vez que esté bien educado se le puede hablar de las reglas de convivencia con la sociedad, se le puede hablar de Dios.
—¿De la política universitaria qué opina?
—La Universidad del Litoral ha experimentado una modificación muy importante en los últimos 15 ó 20 años. Le falta mucho todavía, pero lo que se ha hecho es muy valioso. Con respecto a la educación, creo que los primeros cursos deberían ser enseñados por los mejores profesores que tiene la universidad, los profesores que más saben. Los primeros cursos de una universidad, en muchos casos, son el filtro que no se puso antes en los exámenes de ingreso; entonces hay una deserción del 50 % en el primer año.
—¿Y de la situación política argentina en general?
—Yo no lo voté a Kirchner, pero mientras estuvo Lavagna con él, las decisiones que se tomaron me parecieron razonables. Después empecé a darme cuenta de que la cosa empezaba a empeorar, generando fundamentalmente una actitud de permanente conflicto con todo el mundo, con la oposición, con miembros de su propio partido...Y lo peor que tenemos es que la oposición tampoco encuentra un común denominador. Inclusive han perdido la supuesta mayoría que tenían en el Senado, de modo que desde el punto de vista político la Argentina está en una encrucijada muy seria.
—¿Y de la provincia de Santa Fe?
— Con todo respeto digo que el gobierno de Binner me ha provocado una desilusión. Yo a Binner lo voté. Me ha desilusionado porque yo tenía muchas más esperanzas. Ahora tengo que reconocer que por otro lado lo han bombardeado en cuanto a presupuesto. También es verdad que no tiene cómo gobernar porque el Senado puede parar prácticamente todo lo que quiera. Yo tenía mucha esperanza, pero claro una cosa es manejar muy bien una municipalidad y otra cosa es manejar bien una provincia y sobre todo teniendo un gobierno central totalmente en contra y teniendo minoría en la Cámara de Senadores.
—¿Y en la ciudad de Santa Fe?
—Yo creo que Mario Barletta ha hecho una buena intendencia. Tuvo la mala suerte de que en un mes le llovieran 400 milímetros y -se sabe- no hay intendente que pueda resolver el problema de la inundación interna por lluvia en Santa Fe, porque el sistema de desagües está muy mal hecho y eso cuesta mucho dinero. También creo que Mario debería tratar de llegar más a los barrios, porque da la sensación de que él ha pensado más la ciudad trayendo como arrastre el concepto universitario. Barletta es un tipo que cree, piensa y cuando lleva las cosas adelante es una topadora.
—¿Y de su candidatura a gobernador?
—No me molesta que Mario tenga una buena carrera política, porque lo conozco, lo sé capaz, muy trabajador y me merece mucho respeto.
El ingeniero Alberto Cassano comenzará a colaborar periódicamente con una columna en El Litoral.
Foto: Amancio Alem