Inédita iniciativa en Rafaela

Una organización trabaja para construir una ciudad lectora

Luego de cumplir con los requisitos para lograr la pertenencia (currículum, contexto de la ciudad, proyecto de trabajo), fue aceptada con la denominación de “RafaLea”.

Agencia Rafaela

[email protected]

Desde los últimos días del pasado mes de abril, RafaLea, se convirtió en la primera delegación de la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina (Alija) en la provincia, cuyo objetivo fundamental es formar lectores integrales de literatura a través del fortalecimiento de comportamientos lectores positivos que potencien el goce estético y la reflexión, en base a un trabajo planificado y sostenido en el tiempo.

Que Rafaela lea fue, antes que un imperativo, el profundo deseo que convocó a docentes y bibliotecarias desde diferentes ámbitos e instituciones en este propósito a tramitar una filial de la prestigiosa entidad nacional en esta ciudad.

Alija es una asociación civil sin fines de lucro, que se dedica a la investigación, crítica y difusión de los libros para niños y jóvenes destacados por su calidad artística. Nuclea a escritores, ilustradores, narradores orales, especialistas, editores, bibliotecarios, docentes y demás personas interesadas en el campo de los libros para niños.

Para ello, trabaja capacitando a los mediadores y formadores docentes, promotores, bibliotecarios, creando conciencia y aportando estrategias entre los gestores culturales y los funcionarios en condiciones de implementar planes de alcance nacional, provincial y municipal. Elabora guías de lectura, estudios, bibliografías y diversos materiales sobre la especialidad, cumpliendo la misión de entrelazar intereses y necesidades.

Es por ello que, para contribuir al logro de lo citado, federaliza su tarea y gestión, buscando abrir representaciones en todo el país para que la institución sea una auténtica representación nacional.

“El asunto de la promoción de lectura siempre “desvela’ a los encargados de Cultura pero las acciones son generalmente fragmentadas, individuales y, por lo tanto, de eficacia limitada”, señala a El Litoral la coordinadora del proyecto, profesora Laura Casabella.

En este sentido, la especialista en Literatura Infantil y Juvenil , destaca que “lo bueno de esto es que no se trata de un espacio más para fomentar la lectura, sino de la creación de una Asociación -local, pero autorizada por gente muy “grossa’- que aúna esfuerzos para difundir y potenciar toda actividad relacionada con la literatura infantil y juvenil que se haga en la zona, dentro y fuera de las escuelas, en espacios no convencionales y en interrelación con los medios y las empresas, y algunas ya se han comprometido a pagar el cargo de bibliotecarias a varias escuelas periféricas”.

En la actualidad, se trabaja en la difusión de esta nueva organización para después encarar las propuestas de trabajo para la promoción de lectura que comprenden, entre otras actividades, la organización de una buena campaña de libros recomendados para las bibliotecas escolares, la implementación de jornadas barriales de lectura: a modo de biblioteca ambulante y el armado y la coordinación de un espacio de lectura en el hospital local a través de una pequeña biblioteca en la sala de pediatría, iniciativa que podría trasladarse a otros espacios de distensión para niños y padres, y ampliarse a geriátricos.

Asimismo, se proyecta sugerir lecturas interdisciplinarias en la escuela, en el aula y la promoción de un espacio de encuentro de experiencias de lectura (por ejemplo en primer ciclo) con la participación de las escuelas de la ciudad, donde se podrá exponer lo realizado comentando los objetivos perseguidos y logrados, aportando fotos, videos y material.

También se organizará la visita de escritores y se intentará “resucitar” las olimpíadas de lectura, como vía, canal comunicativo y puente interinstitucional para la capacitación docente, la integración y la formación de nuestros alumnos en lectura literaria.