Nuevo programa de acompañamiento a futuros universitarios
UTN: voluntarios asesoran
a aspirantes para el ingreso
Son trece estudiantes de 2º ó 3º año de distintas ingenierías. La idea es que respondan las inquietudes de los aspirantes y compartan con ellos sus vivencias como universitarios y qué se debe hacer para no fracasar.

La UTN busca fomentar la relación entre la institución universitaria y la escuela secundaria, mediante el intercambio “par a par” entre estudiantes.
Foto: Archivo
De la redacción de El Litoral
Pasar del secundario a la universidad suele ser un proceso difícil, cargado de incertidumbre, preocupación y que deja en el camino a muchos jóvenes que aspiran a estudiar una carrera. En la Universidad Tecnológica Nacional Facultad Regional Santa Fe, desde la preinscripción a las ingenierías hasta el comienzo del cursado efectivo, hay un 40% de desgranamiento porque fracasan en el curso introductorio o porque directamente deciden no empezar.
Para mitigar esa situación, trece estudiantes de la UTN se ofrecieron como voluntarios del nuevo programa denominado “La facultad y sus aspirantes”. Su misión es hacer conocer a los futuros ingresantes la oferta de carreras, cómo son las materias, qué dificultades tiene la vida universitaria y qué deben esperar de las materias del primer año.
En resumen, son los encargados de promover acciones de difusión y articulación que favorezcan la inserción de los alumnos del nivel secundario al mundo universitario, proveyendo información que generalmente no se encuentra en los folletos académicos.
“En los últimos tiempos, la universidad ha cambiado su rol. De ser solamente una generadora de conocimientos y de oferta de carreras y esperar a que la gente llegue, tomar un examen y ver si entra o no, pasó a escuchar la demanda de la sociedad, a generar nuevas propuestas de carreras, acreditarlas, y trabajar sobre los candidatos a poder ingresar a la universidad”, explicó Marta Castellaro, secretaria de Extensión Universitaria de la UTN Santa Fe.
Señaló que la universidad debe hacer conocer su oferta y ayudar a los estudiantes a que tomen una decisión, se preparen para el ingreso y puedan progresar en los tiempos estipulados por los planes de estudio.
Por su parte, Malva Alberto de Toso, responsable del proyecto, destacó que “queremos que la brecha entre la decisión del alumno y lo que va a encontrar acá en la universidad sea menor, es decir, que el alumno secundario ya venga sabiendo qué perfil necesitamos de él en su camino a convertirse en ingeniero”.
Tender un puente
El programa busca que sean los jóvenes quienes transmitan sus vivencias universitarias, desde su mismo lenguaje y mirada juvenil. El grupo tiene distintas actividades, entre ellas, un espacio de comunicación virtual donde cuentan sus experiencias y responden a las preguntas de los foros. Más adelante, cuando comience la época fuerte de inscripción, se afianzará la acción de los voluntarios con la participación en ferias de carreras, exposiciones y la atención a los chicos que llegan a la facultad a consultar por las ingenierías.
Una de las estudiantes explicó que “nosotros vendríamos a ser el nexo entre los aspirantes y la facultad. La idea es que seamos los pares, quienes vivimos lo mismo por lo que ellos van a pasar y que tenemos las mismas inquietudes, los que les demos las respuestas a lo que están buscando. Seguramente no serán absolutas ni precisas, pero ellos la reciben de otra forma porque no es una respuesta institucional”.
Otra de las voluntarias reforzó la premisa. “Es como un puente para unir dos grupos: el secundario y la universidad. Por lo general, el alumno secundario elige la carrera con los ojos cerrados, y supera como puede los miedos para atravesarlo. Para mí la idea es que este puente sea bidireccional, es decir, que la universidad pueda invitar, que brinde información, que los ayude a enfrentar ese cambio tan grande que es tomar la decisión de una carrera”.
Consejos
Los voluntarios dieron algunos consejos para quienes están en el camino de elegir una carrera: desmitificar el temor a las ingenierías, prepararse con tiempo suficiente para el curso introductorio, saber que van a tener una carga de cursado importante, entender que por lo general las materias de primer año no son la esencia de la carrera.
Además, explicarán a los aspirantes sobre la selección de lecturas obligatorias, la forma de tomar apuntes, la organización de los tiempos de estudio, la forma de posicionarse frente a un examen, la difusión de los recursos y servicios que ofrece la facultad, entre otros datos.
Un universitario de Arequito añadió que a los alumnos del interior se les hace más difícil acceder a la información porque están a kilómetros de la universidad. “No tenemos contacto y es difícil saber de qué se trata tu carrera. Me sumé como voluntario porque sé lo que es el choque del paso de la secundaria a la universidad y tuve amigos que dejaron la carrera o que están trabados. Me gustaría colaborar para que no siga pasando eso”, resumió.
“Para mí lo más difícil de entrar en la universidad fue la concientización de sentarse a razonar, que es algo que en el secundario no te enseñan, lo tenés que aprender solo. En el secundario leés un rato antes del examen y aprobás; acá tenés que razonar la materia y armarte un grupo de estudio”, dijo otro integrante del equipo.




