Al margen de la crónica
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Un salvavidas que pocos respetan
Todos sabemos que cumplir las normas de tránsito salva vidas. Sin embargo, son muchos los que todavía no toman conciencia de esta cuestión y -peor aún- dejan librado al azar la suerte de terceros.
Esto está ocurriendo -por ejemplo- en algunos taxis o remises que circulan por nuestra ciudad que no ofrecen la posibilidad de que los pasajeros puedan hacer uso del cinturón de seguridad, tal como se aconseja.
En realidad, muchos tienen colocadas las correas que cubren el pecho y la falda -quizás para no ser multados por los inspectores municipales, ya que es obligación que los pasajeros también usemos el cinturón de seguridad-, pero cuando queremos introducirla en el broche ubicado sobre el asiento no podemos porque no está.
Las excusas ofrecidas últimamente por los conductores son variadas: “Cuando lavan el auto levantan el asiento trasero y los broches quedan debajo”, o “la gente los hunde cuando se sienta porque el asiento está plastificado y después no se pueden sacar fácilmente”. Pero ninguno se interesa por la seguridad de la persona que se transporta e intenta dejar los broches accesibles desde el asiento trasero. Conclusión: viajamos inseguros.
Existen normas nacionales y locales que disponen la obligatoriedad del uso del cinturón de seguridad por parte de todos los ocupantes del vehículo, ya que son “el mejor salvavidas en caso de accidente”.
La ONG Luchemos por la Vida justifica su uso explicando que “cuando los pasajeros viajan en el vehículo, aunque no lo sientan, están desplazándose a su misma velocidad. Pero, en caso de una detención brusca, todo lo que no se encuentra atado seguirá su viaje hacia delante, como consecuencia de la ley física de la inercia y sólo se detendrá cuando choque contra algo”.
El Instituto de Seguridad y Educación Vial (IEV) recuerda que “el cinturón de seguridad evita lesiones y muertes y lo deben utilizar todos los ocupantes del vehículo, ya sea que viajen en calles, avenidas, rutas y autopistas, siempre que el auto esté en marcha”.
Entonces, tomemos conciencia de que tenemos que usar el cinturón de seguridad para resguardar nuestra integridad física y no sólo para evitar una infracción.