Pasado y presente de una añosa localidad

El Centro de Alfabetización Nº 180 de Franck editó una revista que recuerda cómo surgió el pueblo, quiénes lo iniciaron y cómo fue prosperando, a 140 años de su fundación.

TEXTOS. MARIANA RIVERA. FOTOS. GENTILEZA SILVIA AMHERDT

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Mauricio Franck fundó esta localidad el 3 de octubre de 1870.

 

La localidad de Franck festejó el pasado 3 de octubre sus 140 años de vida y la oportunidad fue aprovechada por el Centro de Alfabetización de Adultos Nº 180 para presentar la revista “Algo habrán hecho por la historia de Franck”.

La publicación -coordinada por la Prof. Silvia Amherdt, docente alfabetizadora de esa institución- reúne los acontecimientos más importantes ocurridos en estos años de existencia del pueblo y la colonia, sin olvidar vida y obra de Mauricio Franck, los primeros colonos que se asentaron en la zona. Pero también ahonda en el origen de las instituciones educativas, deportivas, entidades intermedias, la historia de los medios de transporte y comunicación, entre otros temas.

Además, la revista cuenta con “relatos de hombres y mujeres que aportaron su granito de arena para el progreso de esta pujante localidad y figuran los nombres de muchísimas personas que hicieron algo por la historia de Franck”, precisó la docente.

Cabe destacar que “Algo habrán hecho por la historia de Franck” fue un gran aporte a esa comunidad, ya que en los últimos 40 años no hubo ninguna publicación referida a su historia, y que salió a la venta mañana en el marco de las fiestas patronales celebradas oportunamente.

EL FUNDADOR

Según explica la publicación, Mauricio Franck nació en Nordstetten, Reino de Wünrttenbertg (actualmente estado de Baden-Württemberg), en Alemania. Aunque no se cuenta con la fecha exacta de su nacimiento, se presume que fue en el año 1823.

La falta de exactitud -aclara- es una consecuencia de su origen étnico, ya que Franck era judío de la etnia, grupo o rama de los askenaze y -por esta causa- no existen registros al estilo de los parroquiales cristianos que consigne la fecha de su nacimiento.

Los integrantes de la familia Franck que habitaba en Nordstetten eran originarios de Bohemia, región que forma parte de Checoslovaquia, de donde fueron expulsados por la emperatriz María Teresa de Austria (1717-1780).

De allí pasaron a Alemania y fueron autorizados por el margrave Kart Frieddrich de Baden, para radicarse en Karlsruhe, ciudad ubicada en el suroeste de Alemania, en el Bundesland de Baden Wurtemberg, cerca de la frontera de Alemania con Francia. Un señor conocido como Samuel Franck, quizá el abuelo de Mauricio Franck, perteneciente a esa comunidad, de vida andariega y tocador de violín, por azar de la vida recaló en Muhringen y Nordstetten.

Hacia mediados del siglo XIX, muchos cristianos y judíos de Nordstetten emprendieron el camino de la emigración en busca de mejores horizontes. Se dirigieron mayoritariamente hacia América, tanto del norte como del sur, camino que también emprendió Mauricio Franck.

Según algunos estudios -comenta la publicación-, el fundador emigró en primera instancia a Norteamérica atraído por la fiebre del oro que se desató en California por 1848 y que provocó el éxodo de más de 200.000 personas de todas partes del mundo.

Quizá Franck residió en California entre fines de la década del 40 y hasta principios del 60, ya que su estancia en Santa Fe, documentalmente no se comprueba sino a partir de 1864. Estando allá se casó con María del Carmen Arias, natural de Valparaíso (Chile) que podría ser hija de chilenos radicados en California, o conocida de Franck en su paso por Chile.

EN SANTA FE

La revista publicada con motivo de los 140 años de Franck aclara que no se saben las causas que movilizaron a Franck a trasladarse a Santa Fe; tampoco se conoce si habría hecho fortuna o quizá mejoró y consolidó su situación económica. De todas maneras, es evidente que no arribó a esta ciudad con las manos vacías.

Según documentación testimonial, en 1864 había efectuado transacciones en Santa Fe. Y en 1867, Franck adquirió un terreno baldío, ubicado en la Calle de Comercio, hoy San Martín, en la cuadra formada por las actuales calles Lisandro de la Torre y Salta, donde edificara su casa, la que habitó hasta 1874, cuando partió de la ciudad y se estableció definitivamente en Buenos Aires. Franck había adquirido otras parcelas urbanas con el evidente propósito de efectuar inversiones.

El 6 de agosto de 1874, Franck adquirió un terreno en la ciudad de Buenos Aires, lo que hoy sería la zona llamada de las Cinco Esquinas, cruce de la avenida Quintana con las calles Libertad y Juncal, en el barrio norte.

LOS COLONOS

Respecto a la fundación de la colonia Franck, menciona que se estableció en una parte del antiguo paraje o estancia Las Tunas, que abarcaba los actuales distritos de las colonias San José, San Agustín, Franck, Las Tunas y San Jerónimo Norte.

El paraje Las Tunas limitaba al este con el actual Santo Tomé y llegaba hasta San Jerónimo del Sauce. Este campo había sido adquirido el 17 de septiembre de 1857 por Ricardo Foster y en cuyo extremo oeste se estableció en 1858 la colonia San Jerónimo Norte.

La colonia Franck tenía una superficie de tres leguas cuadradas y, según plano de mensura, fue subdividida en 228 concesiones de 20 cuadras o sea 7.524 has.

Los primeros tiempos de la colonia de Franck fueron muy duros -asegura-: los colonos realizaron grandes sacrificios lejos de su patria y de sus raíces. Los colonizadores sin apoyo oficial, ni adelanto de dinero, ni especias, se dedicaban intensamente y con precarios instrumentos de labranza fabricados en la colonia, a desmontar y cultivar los campos con trigo y maíz.

Y agrega que Franck dejó como legado cuatro colonias agrarias que prosperaron con el tiempo: la que lleva su nombre, Gessler, Colonia Nueva (La Nueva o Bismarck) y Colonia Rivadavia.

Falleció a los 56 años, el 29 de abril de 1879, según reza el certificado expedido por el cura rector de la parroquia del Pilar. Allí consta también que la causa de su muerte fue un aneurisma, que no recibió los sacramentos del rito católico y que fue sepultado en el cementerio de la recoleta.

PRIMER TEMPLO

Los colonos europeos trajeron a estas tierras una profunda fe católica, que los ayudó a superar los difíciles momentos que debían atravesar.

El 25 de septiembre de 1886 -precisa la revista- se documenta la escritura en que doña Clementina Mathieu de Argenti donó la mitad de la manzana Nº 2 frente a la plaza, con destino a la construcción de un templo católico, en el mismo lugar donde se encuentra la actual iglesia.

Para concretar el proyecto se había formado una comisión pro-templo que estaba encabezada por los vecinos Pedro Prigioni y José Canetti. En 1877 iniciaron los trámites y las colectas para la construcción del primer templo y lograron reunir los fondos necesarios para la edificación.

El 30 de mayo de 1887 se inauguró y bendijo el templo con la presencia del gobernador de la provincia, Dr. José Gálvez, quien fuera nombrado padrino. Por otro lado, se le otorgó el honor de ser madrina a Clementina Mathieu de Argenti.

Durante la inauguración actuó, además, la banda musical del Cuerpo de Gendarmería de la Provincia. Un dato importante es que el primer sacerdote fue el padre Pascucci y se desconoce si la atención espiritual era permanente.

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La colonia se estableció en una parte del antiguo paraje o estancia Las Tunas.

RECUERDOS Y EMBLEMAS

En otra sección de la revista publicada para conmemorar los 140 años de vida de Franck se hace referencia a algunas particularidades de esta localidad, destacando los primeros colonos, los primeros comercios o quienes aportaron las novedades para la época.

Según menciona, los primeros habitantes de la colonia Franck fueron Bernardo Montú, Nicolás Pedro Prigioni, Luis y José Canetti, Jorge Santi y Ludovica Arietto, Bautista Brusa y María Prigioni, Antonio Peretti y María Brossio, Augusto Hosch y señora, José Gili y Margarita Perla, Alberto Guebart, Pedro Prigioni, José Brusa y María Montellengo, entre otros.

Respecto a la vieja estación de tren que todavía se conserva, advierte que “ya habían transcurrido 16 años de la fundación de Franck, en 1886, cuando se habilitó la estación ferroviaria del ramal Santa Fe-Gálvez, que pertenecía a una compañía francesa. Los servicios de pasajeros que prestaba eran exiguos: realizaba un viaje por la mañana y regresaba por la tarde de la ciudad de Santa Fe para seguir su trayecto a Gálvez”.

En este sentido, recuerda que “Don Luis Zuber tiene grabado en sus retinas el paso de la locomotora todos los días. Venía de Gálvez a las 10 y media de la mañana, traía pasajeros, correspondencia, combustible en latas y la mercaderías para los negocios. Y a la tardecita se lo escuchaba otra vez, ya volvía de Santa Fe, con más pasajeros y más carga”.

La revista también menciona que una de las primeras casas de comercio de Franck pertenecía a los señores Augusto Hosch y Alberto Gebhardt, ubicado en la esquina noreste de Moreno y Gobernador Gálvez.

También destaca que “este lugar tan emblemático para la historia de Franck, también era posada para los viajeros. Allí se alojó el presidente Nicolás Avellaneda en su paso por Franck, con motivo de una visita que había realizado a la localidad de Esperanza”.

Otras curiosidades de la localidad refieren al primer colectivo (en 1942, un colectivo propiedad de Eichner y Cassettari inició el servicio de transporte que unía Franck con Santa Fe), el primer periódico (Nueva Era, cuyo responsable era José Aput, que se publicó entre 1967 y 1970) o el primer teléfono (que fue introducido por el señor Miguel Manfredi, en 1924, cuando sólo había cabina pública).

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Uno de los primeros habitantes de la colonia Franck fue Bernardo Montú.