SEÑAL DE AJUSTE
SEÑAL DE AJUSTE
El tigre se perfuma con dinamita

Comenzó “Soñando por bailar”, un reality donde 22 participantes son aislados con la aspiración de ocupar un lugar en la próxima temporada de “Bailando por un sueño” de “ShowMatch”.
Foto: Gentileza Ideas del Sur
Roberto Maurer
Cuando se difundieron los números definitivos de la temporada 2010, se supo que El Trece había superado a Telefé por 0,2 puntos, una diferencia que puede ser significativa en mecánica ondulatoria, cuando la velocidad de una partícula se encuentra en juego, pero desproporcionada a la trascendencia que se le dio a la noticia. Al público le resulta indiferente el rating, aunque lo genere.
Pero la insistencia dramática en esa ventaja ínfima determinó que Telefé, moribundo y con apresuramiento, depositara en “Gran Hermano” la posibilidad de una sobrevida digna. La respuesta del rival fue mortífera, y con el mismo veneno: “Soñando por bailar”, un reality de igual formato donde 22 participantes son aislados con la aspiración de ocupar un lugar en la próxima temporada de “Bailando por un sueño”. El nuevo reality es producido por Ideas del Sur, y de este modo el largo brazo de Tinelli también se extiende al verano.
Disciplinas comparadas
La ortodoxia prefiere el “Gran Hermano” original y patentado, donde los estudiosos del alma humana la encuentran en una desnudez total, en ese estado de naturaleza que la crítica superficial confunde con tedio y trivialidad. Pero es una experiencia apasionante, casi la de un antropólogo que encuentra a un Homo Neanderthalensis caminando por la calle.
En “Soñando por bailar”, en cambio, la convivencia se integra con un concurso de baile, donde los participantes alojados en un spa del Tigre deben tomar clases y ensayar, o sea entregarse a una actividad productiva y no al ocio, de donde, según hemos aprendido, se derivan todos los vicios. Un reality en un taller de costura o una tornería, sería menos entretenido que ese estado de molicie y hacinamiento tan propicio a las fantasías enfermizas, que al materializarse se convierten en el espectáculo buscado.
Desbocada
Y si “Soñando por bailar” fue una puñalada en la espalda de Telefé, la elección de Viviana Canosa como presentadora agravó la ofensa: públicamente, es la archienemiga de Jorge Rial, gran animador de “Gran Hermano”, y los separa un odio superior al que enfrenta a Batman y el Pingüino.
En la gala de apertura, no hubo comparación posible entre la maestría de Jorge Rial, un artista de la pausa y la sugestión perversa, con esa pelirroja vestida de negro que retorcía su cuerpo consumido, gritando y gesticulando, en un estado de exaltación que no se logra ni con los alucinógenos más pesados, y cometiendo un furcio por minuto. Seguramente, su descontrol nació de la necesidad de competir con el objeto de su rencor. Aun el prófugo Roberto Giordano se expresa de un modo más coherente y menos entrecortado que la Canosa. Fue un torrente de alaridos.
—Estoy feliz, miren lo que es este lugar, no llueve ni hace frío; esto es impresionante, tenemos cámaras bajo el agua, algo nunca visto (*). Ya están llegando los participantes, miren lo que es la lancha, esta posibilidad de ser famosos es única, se van a pelear se van a enamorar, estamos en Montecarlo... -llegó a exagerar.
La primera participante ya recorría la pasarela que la separaba de tierra, de la mano del sargento ayudante Mariano Iúdica, a quien la Canosa hizo víctima permanente de sus interrupciones.
—¡Mariano, Mariano, traela, que no aguanto más! -gritó la Canosa, y Xoana González empezó a correr por el pasto hacia ella, casi al galope. Es una walkiria robusta, de 23 años, que trabaja de mecánica. Desbocada, la Canosa declaró que la Srta. González, cuando la entrevistó, “tenía problemas con sus tetitas”, como si se tratara de acomodar melones en el cajón de una verdulería.
Bultos y tamaños
Fue la primera en desembarcar, de los 22 que llegan con sus secretos, según estos realities suelen enfatizar con suspenso. En “Gran Hermano” pasaron varios días antes de que los participantes se enteraran de la identidad sexual de Alejandro. En “Soñando por bailar”, Julieta declaró que era transexual apenas pisó tierra.
—¿Y cómo vas a hacer para ponerte un traje de baño? -le preguntó la Canosa, intrigada pero impertinente.
A propósito de bultos y criaturas bendecidas por la naturaleza, como Carlos Nair Menem, desde su participación en “Gran Hermano” se divulgó la palabra “anaconda”. En “Soñando por bailar” hay una.
Cuando presentó a Benjamín (23), la desbocada animadora aseguró jovialmente:
—Le dicen “Anaconda”.
Y Benjamín casi lo confirmó:
—Calzo 43 -dijo.
(*) No tuvo en cuenta las experiencias de Jacques Cousteau.