De las arenas de Oriente a las de la Circunvalación Oeste.

Binner se adelantó en junio

Santa Fe no subió al Tango 01 que ahora fue a Oriente. Pero llegó antes a Kuwait, a mediados del año pasado (mientras la Argentina fracasaba en el Mundial). En aquella visita, fue clave la reunión con el Fondo Kuwaití para el Desarrollo Económico Árabe.

Binner se adelantó en junio

En el Palacio Bayan. La comitiva santafesina despertó el interés de las autoridades y los medios kuwaitíes, a mediados del año pasado. Foto: Archivo El Litoral

 
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Luis Rodrigo

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Se jugaba el Mundial, en el Medio Oriente era verano y durante el día la temperatura llegaba a 53 grados. Pero las autoridades políticas y buena parte de la corte kuwaití estaban en su país. En junio de 2010, Santa Fe se adelantó a la visita que ahora realiza la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para buscar fuentes de financiación.

La comitiva santafesina estuvo encabezada por el gobernador Hermes Binner y contó con una presencia especial, la del senador provincial Ricardo Spinozzi, el titular del PJ santafesino y -por entonces- también de la mayoritaria bancada opositora en el Senado. Como se verá, su presencia -como la de miembros de la comunidad árabe de Rosario- fue una suerte de carta de presentación.

Binner fue a Kuwait con una valija chica, que no necesitaba ir al buche de los aviones, y con un grupo también chico de colaboradores: entre ellos los ministros de Economía y de la Producción, Ángel Sciara y Juan José Bertero.

El viaje contó con el auspicio logístico (y sobre todo económico) del Consejo Federal de Inversiones, un organismo federal cuyo objetivo fundacional es promover el desarrollo armónico e integral de las provincias que lo sustentan. Binner -y la comitiva que lo acompañó- gozó del trato que Kuwait dispensa a los jefes de Estado, como ahora lo ha hecho con la presidenta Cristina Kirchner.

Entre jugos y traductores

Una de las reuniones importantes que mantuvo Binner transcurrió en la sede del Kuwait Fund For Arab Economic Development (el Fondo Kuwaití para el Desarrollo Económico Árabe), que en 1991 amplió su lista de beneficiarios a la Argentina.

Las conversaciones transcurrieron bajo la amabilidad del idioma inglés (que se usa para todas las transacciones comerciales) y de los jugos de frutas, que abundan en todo encuentro político, económico y hasta social (porque allá el alcohol, incluso el de la farmacia, está prohibido).

Si bien las traducciones ralearon por momentos el diálogo, el contacto fue mucho más directo que en idioma árabe (que usa la corte en su protocolo).

La deferencia de los kuwaitíes para con los argentinos, por la participación de los sudamericanos (poco más que simbólica) en la Guerra del Golfo, fue mencionada por los locales, que de inmediato preguntaron sin más vueltas algo así como: “¿Qué necesitan?”.

El ministro Sciara entonces habló del agua y de una contradicción santafesina difícil de mostrar a quienes la potabilizan tras extraerla de las bellas playas del mar arábigo: explicó que la provincia tiene abundantes recursos hídricos y sin embargo cuenta con regiones que sufren su ausencia. Expuso el plan de acueductos, dejó la documentación pertinente y el Fondo Kuwaití asumió su compromiso de estudiar la posibilidad de otorgar un préstamo. Eso sí, los directores del Fondo le dijeron al gobernador Hermes Binner que necesitaban primero la ratificación -por parte del gobierno nacional argentino- de acuerdos bilaterales, que ahora se han firmado. Desde entonces, los contactos entre Santa Fe y ese organismo han continuado.

Este y oeste

Tienen un lazo en común las arenas de Kuwait que ocultan mares de petróleo y las de la Circunvalación Oeste, que conforman su defensa contra inundaciones.

Ese terraplén -tantas veces nombrado desde abril de 2003, cuando contuvo las aguas del Salado hasta hacer que en la ciudad hubiera tres metros más que en el río- se pagó, en parte, con petrodólares.

El tramo II de la obra de la Circunvalación Oeste (luego de la reelección de Carlos Menem) fue contratado por la provincia (sin licitación) mediante una polémica ampliación de obra, que aprovechó un préstamo de Kuwait extraordinario.

Vale la pena hacer un poco de memoria: la Argentina participó de la fuerza internacional que -al mando de los Estados Unidos- desalojó al ejército invasor iraquí que había ocupado Kuwait, en 1991.

Esa decisión política de Carlos Menem (tantas veces vinculada con los atentados que luego sufrió el país en la Amia y la Embajada Israelí) hizo que Argentina sea el único país de Sudamérica que ha recibido ayuda financiera de Kuwait.

Santa Fe hizo bien, en junio de 2010, en adelantarse a la comitiva nacional que ahora -durante el agradable invierno de Medio Oriente- encabeza la presidenta argentina. Hoy, se sabe que Entre Ríos, sí pudo subir al Tango 01.

En ese sentido, la presencia del justicialista Spinozzi en la misión santafesina permitió mostrar al objetivo santafesino de construir los acueductos como una política de Estado -que posee una ley que lo avala- más allá de las contingencias políticas y partidarias. (Un dato más: por entonces, acaso endulzado por tantos jugos, el senador justicialista comenzó a decir públicamente que sería candidato a gobernador).


Entre Ríos

El gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, -un reconocido kirchnerista- forma parte de la comitiva oficial que acompaña a la presidenta en Kuwait. Además, están en la gira, por la Unión Industrial de Entre Ríos (Uier), Carlos Galuccio; por el Consejo Empresario de Entre Ríos (Ceer), Raúl Marsó; y por la Fundación Proyectar, Andrés Butta.“Entre Ríos puede convertirse en un destino estratégico de inversión para los países de Oriente”, sostuvo ayer Urribarri al llegar a Kuwait.