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Corralejas

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Un joven aficionado colombiano, con más maña que arte, intenta clavar las banderillas a un amenazante toro bravo en el predio de Sincelejo, en el norte de Colombia, escenario de la más famosa “corraleja” del país, que fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación por el gobierno de Bogotá. Hay diferentes versiones acerca de la época y la forma en que las fiestas en corralejas nacen en la región del Caribe colombiano; sin embargo todas coinciden en afirmar que datan de la época de la colonia, aunque no exactamente como un espectáculo taurino sino más bien como una escuela de manejo del ganado, toda vez que había necesidad de castrar, descornar o curar el ganado. Estas faenas, realizadas en las haciendas se fue convirtiendo poco a poco en un espectáculo pues eran presenciadas por amigos, parientes e invitados del dueño, quien preparaba un gran jolgorio para dicho evento. Es de notar que este evento se hacia coincidir con la fiesta patronal religiosa, cosa que aún se hace en la mayoría de los pueblos de ésta región. Una “corraleja” que se precie no puede más que terminar, en “fandango”, el baile popular que reúne al pueblo sin distinción de clases y que se extiende hasta la madrugada del día siguiente.

Foto: Agencia EFE