CARTAS A LA DIRECCION

Diplomacia y genocidio armenio

 

Nélida Boulgourdjian

CI 5.385.197

Señores directores: Soy lectora de la versión electrónica de El Litoral (desde Buenos Aires) y como descendiente de sobrevivientes del genocidio armenio, quiero hacer llegar mis felicitaciones al diario que ustedes dirigen y en particular al periodista y escritor Rogelio Alaniz, por impedir que caiga en el olvido, una vez más, el genocidio cometido por Turquía contra el pueblo armenio. A poco de cumplirse un nuevo aniversario de dicho genocidio, en el mes de abril, mismo sigue vigente para quienes guardan en su memoria los relatos de los testigos directos.

Del excelente artículo “Diplomacia y genocidio armenio”, publicado por el diario que ustedes dirigen el 25 de enero, que presenta con claridad los argumentos turcos para negar su crimen y la actual situación de la libertad de expresión en Turquía, quiero destacar la idea de separar los intereses de los Estados de las condenas de los intelectuales frente a crímenes contra la humanidad. No obstante, como sostiene el autor de la nota, “No deja de llamar la atención que la presidenta Cristina Kirchner, quien insiste en presentarse como una abanderada de los derechos humanos, se reúna con el primer ministro turco y de hecho garantice que la Argentina oficialmente no va a decir una palabra acerca del genocidio armenio”.

Si bien pensamos que los jefes de Estado deben velar por los intereses de todos sus ciudadanos y no de un sector, es bueno recordar aquí que el crimen en cuestión no atañe solamente al pueblo armenio sino que es un crimen contra la humanidad.

Asimismo, sostenemos que no basta que la Argentina haya reconocido por ley el genocidio armenio. Por haber sufrido nuestro país crímenes similares durante la dictadura militar y por haber dado al mundo un ejemplo de valentía y coraje al juzgar a sus responsables, hubiéramos deseado que nuestra presidenta demostrara que los crímenes de genocidio son imprescriptibles y su condena no está delimitada por la nacionalidad ni por las geografías.