El Perú precolombino

Sabido es que -al momento de la conquista- el Perú tenía como principal modo de organización el impuesto por los incas. Pero previo a la era del sol y la luna este país acunó a varias otras culturas de menor extensión geográfica pero de igual riqueza cultural.

TEXTOS Y FOTOS. JOSEFINA GÓMEZ.

El Cuzco muestra a sus visitantes, en el Museo de Arte Precolombino, una variedad excelente de piezas, en algunos casos sorprendentemente enteras, a través de las cuales se observa claramente la influencia que estas culturas ejercieron sobre los incas y su modo de vivir en común unión con la naturaleza.

El Museo de Arte Precolombino busca presentar a los visitantes los aspectos estéticos de las antiguas culturas del Perú; la riqueza plástica de las creaciones de hombres antiguos que han labrado la huella por la que transcurren desde tiempos inmemoriales los artistas de todas las generaciones de ese país. Un lugar para aprender y para motivar la creación de las generaciones contemporáneas que hoy recreamos en estas imágenes.

01. CÁNTARO CON SERPIENTES EN LA BASE DEL CUELLO. Los animales presentes en la decoración de las piezas son una constante. En este caso, la serpiente bicéfala, uno de los más vistos en los objetos que se utilizaban para los rituales en la época precolombina. Los incas también recogen estos elementos y los muestran elevados a niveles de adoración extrema.

02. ESCUDILLA NEGRA CON OLAS. La conexión con el mar y el sol es una constante en los casos de las culturas que tenían íntima relación con estos ambientes. Las decoraciones de vasijas y cacharros fueron modos de dejar plasmado ese vínculo y que este testimonio perdure a través de los años.

03. DOS VASIJAS CON CÍRCULOS. La cultura nasca habitó la zona entre el 1 y el 800 después de Cristo. Estas piezas muestran formas típicas pero una decoración no tan usual. El artista eligió una composición ordenada y sencilla, lograda a partir de la repetición de círculos perfectos, que son ubicados sobre una superficie oscura, poco común.

04. HOMBRE DESNUDO. En muchas de las representaciones humanas no se destacan lo que para nosotros hoy serían elementos que dan majestuosidad al individuo. Despojado de alhajas y ornamentos preciosos o ropajes que ostentan poder y superioridad, este hombre se incorpora al panteón de divinidades de la cultura Virú (1.200 A.C. - 1 D.C.) en una síntesis de conceptos y formas con mucho dinamismo.