Tras la experiencia en Santa Fe

Proponen aplicar el medio boleto educativo en el país

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Para Alen y Santa Cruz, las políticas de bienestar estudiantil son una herramienta clave para favorecer la retención de alumnos. Foto: Flavio Raina.

La iniciativa es promovida por la Federación Universitaria Argentina, y apoyada por la FUL. Busca que se otorgue el beneficio “universal” del 50 % de descuento en el transporte para alumnos secundarios a universitarios, e incluye docentes. Acciones de bienestar universitario.

 

De la redacción de El Litoral

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La Federación Universitaria Argentina (FUA) impulsa una iniciativa -aún en ciernes- que propone la aplicación del medio boleto educativo “universal” en todo el país, es decir, el beneficio del 50 % de descuento en el transporte interurbano para estudiantes secundarios, terciarios y universitarios, incluidos los docentes. “Pretendemos este beneficio para toda la educación pública nacional. Ya mantuvimos reuniones con diputados de la Coalición Cívica (CC), entre otros, y esperamos que se convoque a la Comisión de Transporte. La idea es que se unifique un proyecto sobre este tema”, adelantó a El Litoral el presidente de la FUA, Federico Miranda.

En el medio local, la propuesta es apoyada por la Federación Universitaria del Litoral (FUL), sobre la base de la experiencia santafesina: “Sabemos que el medio boleto estudiantil ya vigente en la provincia fue un logro muy importante en el cual nuestra Federación tuvo una participación clave, tras una lucha de casi una década. Ahora, la idea es promover su aplicación en todo el país”, afirmó José Luis Alen, presidente de la federación universitaria local.

“Se está tratando de que se incorpore esta iniciativa en la agenda el Congreso, para que pueda discutirse. Se habla poco de lo que cuesta el acceso real a la educación superior. La FUA ya mantuvo reuniones con los bloques de diputados. La idea es que el próxima año pueda unificarse el proyecto”, dijo Alen.

Bienestar estudiantil

El tema se inscribe en las dificultades económicas actuales que deben afrontar los alumnos del nivel superior para continuar con sus estudios. Es que la inflación se “comió” la canasta universitaria: por ejemplo, estudiar hoy en Santa Fe cuesta un 24 % más que el año pasado, y un 340 % más desde 2004, según los reportes estadísticos del Observatorio social de la UNL.

Para quien no cuenta con los recursos suficientes, quedan las “salidas de emergencia” que promueve el bienestar universitario: becas de ayuda económica, material de estudios, residencias, prestaciones médicas gratuitas, entre otras. Desde la FUL se admitió que la demanda de ayudas para estudiar ha crecido y que, además, “han ingresado menos estudiantes, lo que muestra que cada vez es más difícil estudiar. Somos concientes de la coyuntura, y el bienestar estudiantil es lo que hoy mantiene al alumnos dentro de la universidad”, expresó Soledad Santa Cruz, secretaria general de la FUL.

El trabajo de la Federación en esta área -paralelo a los programas de la universidad- se centra en las becas de material de estudio, comedor universitario, la asistencia médica y las residencias estudiantiles. A eso se suma la gestión en otras áreas neurálgicas del bienestar estudiantil, como el acceso a actividades deportivas y culturales gratuitas, o a la conectividad abierta en las facultades de la UNL -a través de Wi-Fi-, etc. En todos estos aspectos se ha intensificado el trabajo, “tanto en la fase de ingreso como de retención y permanencia de alumnos”, coincidieron Alen y Santa Cruz.

Por una nueva ley

Otro de los temas de la agenda universitaria es el debate por una nueva Ley Nacional de Educación Superior que reemplace la controvertida ley Nº 24.521, vigente desde 1995. Para Alen y Santa Cruz, “el movimiento estudiantil no puede quedar al margen de la discusión sobre el proyecto de ley, pues es un actor protagónico”. La nueva norma deberá “dar claras garantías a la autonomía y cogobierno universitario, acceso a nuevas tecnologías, y revisar criterios de distribución presupuestaria”, coincidieron.

Para Alen, la renta educativa también es un tema fundamental: “La actual ley plantea el financiamiento sólo para el nivel de grado, pero no para el posgrado. Esto debería contemplarse en una nueva norma. La clave estará en lograr consensos”, cerró.