Finalizaron los trabajos
La toma de agua del río Colastiné ya está protegida contra la erosión
De allí, Assa obtiene el 40 % del líquido que utiliza en la planta potabilizadora. Se invirtieron $ 4.000.000. El Ejército Argentino colaboró con equipos y buzos tácticos. Para el refulado intervino un buque arenero.
Equipos. Durante los trabajos se requirió el soporte de maquinarias de gran porte. Foto: Gentileza Assa / Hugo Pascucci
De la Redacción de El Litoral
La obra de protección de la toma de agua sobre el río Colastiné, que forma parte del sistema de abastecimiento a la planta potabilizadora de Aguas Santafesinas, ya finalizó. Ahora, cuenta con una protección estructural que evita la agresión erosiva del río sobre la toma sumergida, asegurando la operatividad de la instalación.
El proyecto consistió en la construcción de una “pirámide” contenedora de arena para asegurar el terraplén Garello, a cuya vera se encuentra la toma de agua cruda que posee Assa en la confluencia del río Colastiné con el arroyo Ubajay.
Esta obra encarada por la provincia demandó una inversión de 4.000.000 de pesos y fue ejecutada en el marco de un convenio suscripto con el Ejército Argentino (Batallón de Ingenieros Anfibios 121 y Batallón de Ingenieros I).
La metodología del trabajo consistió en la colocación escalonada de un sistema de bolsas de arena gigantes -conocido como “geotubos”- que se disponen a modo de dique bajo el agua, dentro del cual se rellena con arena que es confinada con capas sucesivas de malla de geotextil -conocido como “bidin”- de 4,50 metros de ancho por 100 metros de largo.
La base de la pirámide contenedora en el lecho del río Colastiné es de 120 metros y se proyecta hacia la superficie para finalizar con unos 60 metros de coronación. El ancho del rellenamiento hacia el lecho del río es de 50 metros y está soportado por la colocación de tubos rellenos de arena, cada uno de los cuales tiene 10 metros de largo por 6 metros de ancho. Previamente, se dispuso un “babero” de “eotubos abastonados” de 15 metros de ancho y 3,5 toneladas cada uno dispuesto a profundidad copiando el fondo del río.
Buque arenero, grúas y buzos
Todas las estructuras se colocaron desde una balsa sobre la que se ubicó una grúa de gran porte, ambos equipos pertenecientes al Ejército Argentino, para transportar y sostener las estructuras mencionadas previo a su rellenamiento con arena desde un buque arenero.
Además de los equipos mencionados, fue necesario disponer en el lugar de trabajo de un muelle compuesto de un puente tipo Bailey montado sobre pontones, lanchas y vehículos de apoyo del Ejército. También participó en forma permanente un buque arenero especialmente contratado para efectuar el refulado sobre las mantas de geotextil, llenado de geotubos y relleno general de la protección.
La coronación de la superficie concluirá con otro manto de geotextil de protección exterior del refulado de características similares a las existentes en Costanera Oeste y Este de la laguna Setúbal.
La empresa contratista responsable de la obra es Coripa, cuyos técnicos contaron con la asistencia de 20 operarios especializados y tres buzos tácticos del Ejército Argentino por jornada de trabajo.
33.000
metros cúbicos
de arena fueron necesarios desplazar para esta obra, volumen equivalente al viaje de 6.600 camiones volcadores.
Antecedentes
Las condiciones de los ríos que confluyen en la zona donde se ubica la toma (Colastiné y Ubajay) cambiaron con el tiempo, y las corrientes afectaron en forma directa el sector, sumado a la alternancia de crecientes y bajantes que descubrieron el deterioro de la protección ejecutada anteriormente.
Los informes sobre la situación de la defensa señalaban la existencia de un proceso de erosión localizada en la toma de agua y sus potenciales inconvenientes ante la falta de medidas estructurales para proteger la zona.
¿Cómo se capta el agua?
Sobre el río Colastiné, a la altura de su confluencia con el río Ubajay, el agua es captada mediante un conducto sumergido que conduce el agua por gravedad hasta un pozo de aspiración de gran diámetro, desde donde se abastecen 4 bombas de 1.600 m3/hora cada una y la impulsan hasta una cámara ubicada a 150 metros de la Ruta Provincial Nº 1, a la altura del Km 3,5.
Desde esa cámara, el agua se desplaza por gravedad a través de un acueducto de hormigón de 1,50 metros de diámetro y 4.600 metros de longitud, hasta la estación de rebombeo ubicada en La Guardia.
Allí es reimpulsada por 3 bombas de 1.600 m3/hora, a través de un acueducto construido en acero y PRFV de 5.640 metros de longitud y diámetros entre 900 y 1.100 milímetros hasta el establecimiento potabilizador en la ciudad de Santa Fe, donde llega a una cámara especialmente construida para disipar la energía cinética del fluido y no permitir la contracorriente desde la planta hacia el acueducto ante un corte de servicio del mismo.
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