A LA VERA DE LA AUTOPISTA

En diez años, la población de los barrios privados se cuatriplicó

En diez años, la población de los  barrios privados se cuatriplicó

En total hay más de 2.000 personas en las 528 viviendas que ya están radicadas en esta zona, que pertenece a la jurisdicción de Santo Tomé. La tendencia continúa en ascenso con nuevos proyectos inmobiliarios. La pavimentación de los accesos, durante la Copa América, mejoró la infraestructura de un sector que ya cuenta con gas natural.

 

Ignacio Andreychuk

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Vivir en un country. Lugar soñado para muchos, símbolo del aislamiento para otros. Lo cierto es que los barrios privados, que se encuentran a la vera de la autopista Santa Fe-Rosario, están cada vez más en la mira de las familias que pertenecen a sectores medios y altos y que están buscando una casa para vivir.

Los tres complejos con mayor desarrollo son La Tatenguita, El Pinar y El Paso, los cuales concentran casi a la totalidad de los habitantes de la zona. En el caso de Aires del Llano, Las Almenas y Dos Lagunas recién empiezan a habitarse, mientras que La Ribera y Pilar del Tate todavía están en proceso de proyección.

Entre todos reúnen unas 2.112 personas, producto de un cálculo que realiza la Municipalidad de Santo Tomé entre las casas construidas actualmente (528) y una familia tipo (cuatro personas). El censo de 2001 arrojó que en estos countries había 614 habitantes, con lo cual el incremento a la fecha es del 243,9 %.

Las posturas ideológicas respecto de la “vida country” son de las más variadas. Algunos opinan que un barrio privado brinda una seguridad, tranquilidad, velocidad —están a pocos minutos del centro santafesino— y un contacto con la naturaleza que la ciudad no puede ofrecer debido a los múltiples problemas sociales.

En contrapartida, otras personas piensan que la posibilidad de vivir en un complejo cerrado se limita sólo a una determinada clase, y que los countries fomentan el aislamiento y suponen una manera de huir de la realidad para vivir en un “mundo feliz”.

La mayoría de los habitantes de esta zona son de Santa Fe. Sin embargo, las autoridades de Santo Tomé consideran que es necesario favorecer la conexión con la zona de barrios privados y clubes deportivos. “El actual gobierno municipal concibe a este sector como una de las mayores potencialidades con las que cuenta la ciudad para su crecimiento. Por eso, a diferencia de lo que sucedía con anterioridad, reconoce a este vasto sector como propio, como territorio santotomesino al que hay que integrar con el sector urbano de la ciudad”, indicó el arquitecto Ricardo Méndez, secretario de Obras y Servicios Públicos de ese municipio.

Obras, servicios y precios

Según los registros de esta repartición, actualmente hay 2.084 parcelas entre todos los complejos cerrados. El sector cuenta con la conexión a la red de gas natural, un servicio muchas veces determinante para los interesados en comprar un terreno. Sólo El Paso hizo las incorporaciones domiciliarias al sistema de cloacas de Santo Tomé; el resto tiene pozo atmosférico.

En cuanto a las obras, la reciente inauguración de las colectoras de ingreso a los countries y clubes deportivos significó un cambio radical en el movimiento interno de la zona. “Además, la pavimentación del acceso norte está proyectada y, en breve, entrará en la etapa licitatoria. De esta manera habrá una conexión directa con el sector urbano de nuestra ciudad”, agregó Méndez.

Otro análisis que hacen los interesados en adquirir tierras allí es el precio. Por ejemplo, una parcela de 1.000 a 1.200 metros cuadrados en Las Almenas vale hoy entre 33.000 y 43.000 dólares, dependiendo del lugar adquirido dentro del complejo, mientras que las expensas varían entre los 350 y 450 pesos.

Buscando en las afueras de Santa Fe, pero en este caso hacia el este, por ejemplo en Villa California, un terreno de 800 a 1.200 metros cuadrados cuesta entre 30.000 y 40.000 dólares, en este caso dependiendo de la cercanía con la ruta. Y en este sector de la ciudad todavía no hay gas natural ni agua corriente.

En definitiva, el crecimiento inmobiliario de los barrios privados en la autopista parece no detenerse. Y si se concretan los nuevos proyectos, la cantidad de familias en la zona podría volver a duplicarse en el mediano plazo.

5000

personas

aproximadamente circulan por la zona de countries y clubes deportivos en forma diaria. La mayor afluencia se da los fines de semana.

140.000

pesos

cuesta en promedio un terreno de 1.000 a 1.200 metros cuadrados en los countries más accesibles de la zona de la autopista.

/// análisis

Contextualización

Virginia Trevignani (*)

La emergencia de los barrios cerrados se incluye dentro de una problemática más general que la sociología estudia como procesos de segmentación social. Estos procesos son expresión de estructuras sociales asimétricas o desiguales y se manifiestan en dimensiones diferentes: la educación, los mercados laborales, el consumo cultural y —en el caso de los barrios privados o cerrados— en el espacio o el territorio.

Los procesos de segmentación territorial o espacial asumen diversas formas donde quizás la cara más visible en la Argentina sean los denominados countries. Sin llegar a ser barrios cerrados en sentido estricto, la movilización residencial de estratos medios hacia espacios suburbanos como Rincón y Sauce Viejo son expresiones más laxas del mismo proceso de segregación territorial.

Más allá de las razones que pudieren esgrimir los actores protagonistas de estos procesos de segregación residencial (que tienen que ver con la búsqueda de estilos de vida más tranquilos, más seguros, más cercanos a la “naturaleza”, etc.), un denominador común en el análisis sociológico de estos procesos tiene que ver con la búsqueda de homogeneidad social a través de un mecanismo de diferenciación del resto.

Así como sucede con la oferta de educación privada, los barrios cerrados garantizan homogeneidad social y cultural al interior de sus fronteras y heterogeneidad con el resto. Cuando la segregación espacial se combina con otros mecanismos de estratificación (por ejemplo, educativa, laboral y de consumos culturales altamente diferenciados) puede dar lugar a una vida social donde los distintos grupos sociales no se mezclan. En las villas y barrios suburbanos de residencia de estratos socioeconómicos más bajos se da la misma característica de alta homogeneidad al interior y heterogeneidad con el resto.

En el caso santafesino, llama la atención la proliferación de ofertas residenciales en barrios cerrados teniendo en cuenta que la escala poblacional no es tan grande y que la estructura social no es tan compleja.

(*) Socióloga.

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Clave. La pavimentación de los accesos a los countries, que se realizó en el marco de la Copa América, solucionó un problema importante: la transitabilidad de las calles en los días de lluvia. fOTO: AMANCIO ALEM