Club Gimnasia y Esgrima
Club Gimnasia y Esgrima
El primer campeón profesional
El conjunto fundador de la Liga Santafesina se adjudicó el primer campeonato por la entidad fundada el 24 de junio de 1931. Del torneo participaron Unión, Colón, Ferro Carril Santa Fe, Brown y Atlético de Rafaela.
El primer campeón. El equipo de Gimnasia que hizo historia.
Foto: Archivo El Litoral
Tomás Rodríguez
Hoy se cumplen 80 años de la consagración del equipo de primera división del Club de Gimnasia y Esgrima, al adjudicarse el torneo de la Liga Santafesina de Fútbol, constituyéndose de esta manera en el primer campeón argentino de fútbol profesional, según Jorge Gallego, periodista e historiador del Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol (CIHF).
El segundo campeón fue Newell’s Old Boys de la Asociación Rosarina, cuyo torneo concluyó el 29 de noviembre de 1931 cuando perdió 4 a 2 con Nacional, y luego lo hizo Boca Juniors, ganador del torneo de la Asociación Argentina, certamen que culminó el 10 de enero de 1932, al vencer a River Plate, en Av. Alvear (actual Libertador) y Tagle, en la Recoleta, por tres a cero. Tres temporadas después se conformó la AFA.
Primer campeón
El poderoso equipo de Gimnasia y Esgrima, con sede en 4 de Enero y Juan de Garay, se clasificó campeón del primer torneo de fútbol profesional de nuestro país. En la última fecha venció a Colón, por uno a cero y esto le agregó el carácter de invicto. La anotación de aquel último partido fue obra de Genaro Cantelli, otrora figura de Brown, antes de pasar junto a Gabriel Magán a San Lorenzo de Almagro.
La formación titular de los “Pistoleros” fue la siguiente: Alfredo “Correntino” Mors; Eulalio Gómez y Joaquín Valdez; Alberto Lebrón, Rafael Amadei y Carlos Lebrón; Gabriel Magán, Oscar Salas, Tomás “Macho” Loyarte, Genaro Cantelli y Enrique “Chueco” García.
Colón alineó a Isaac Cabrera; Agustín Flores (luego pasó a River Plate, donde fue campeón en 1932) y Juan Clementi; Flaminio Bustichi, Roberto Prat y Emilio Neder; Livio Miranda, Juan A. Rivarola, Ricardo Gianfelice, Albino Martínez y Marcelo Espíndola.
La anécdota más importante del cotejo fue la expulsión de “Macho” Loyarte sobre el final. El jugador no pudo con su impulso y temperamento, culminando su labor al sostener una polémica discusión con el árbitro y luego intentó agredir a un periodista quien lo consultó por su acción violenta contra un defensor oponente. Silvio Tocchi -una garantía en el referato- determinó que el centrodelantero se fuera a las duchas antes de tiempo.
Principales protagonistas
De esta manera, el equipo de la franja fue el primer campeón argentino en el profesionalismo al adjudicarse el torneo local, subcampeón resultó Alte. Brown (Gervasoni, Fernando Pagnanelli, Bolzico, Beltrame, Ricardo Gianfelice, Mancuello, Zuazquita y Moretti) y compartieron el tercer puesto Colón y Unión (Arturo Gómez, Angel Napoleoni, Manuel “Manucho” Barraguirre, Samuel Mehaudi, Miguel Caffaratti, Domingo Beltramini, Antonio “Potro” Simonsini, Federico Wilde, quien con Galateo jugó el Mundial de 1934, Francisco “Negro” Valiente y Domingo “Burro” Noé).
El visionario Carbonell
El magnífico dirigente mens-sana Enrique Carbonell, visionario, emprendedor y ejecutivo consiguió en pocos años -en la década del ‘20 del siglo pasado- el concurso de figuras notables del balompié local, ante la sugerencia de Carlos Gudiño, el primer descubridor de talentos que hubo en Santa Fe.
Los dos primeros fueron el internacional Tomás “Macho” Loyarte y el correntino Eulalio Gómez (p). Después incorporó a las tres principales figuras de Brown, Alfredo Mors (suplantó a Gerónimo “Oso” Díaz que pasó a Newell’s Old Boys de Rosario), Genaro Cantelli (luego triunfó en San Lorenzo de Almagro con el puntero derecho Gabriel Magán) y Enrique Garcia, el “Poeta” de la Zurda” (jugó en Rosario Central y se consagró en Racing Club y la selección nacional) para reforzar a la famosa formación de “Los Pistoleros”.
Los leprosos
Newell’s Old Boys (fundado por Claudio Newell’s, hijo del catedrático inglés Isaac creador del Colegio Anglo Argentino, el 3 de noviembre de 1903) fue el segundo campeón que tuvo el fútbol profesional argentino, al adjudicarse el Torneo Profesional de Rosario Gobernador Luciano Molinas, organizado por la disidente Asociación Rosarina, fundada el 22 de junio de 1931.
El certamen comenzó el 5 de julio de esa temporada, culminando el 29 de noviembre de dicho año cuando Nacional (actual Argentino) lo derrotó 4 a 2, aunque Newell’s había logrado el título una semana antes.
En la competencia, fueron de la partida nueve conjuntos: Belgrano, Central Argentino, Nacional (actual Argentino), Newell’s Old Boys, Provincial, Rosario Central, Tiro Federal, Sparta y Washington. De los 16 cotejos librados, Newells ganó nueve, empató 5 y perdió 2 (Belgrano y Nacional), con 40 goles a favor y 17 en contra, 23 puntos.
Cabe destacar que las formaciones tácticas en esa época se integraban con un arquero, dos defensores, tres mediocampistas o volantes y una delantera conformada por cinco futbolistas.
El equipo campeón rosarino se armó sobre la base de jugadores de gran nivel, integrando la formación titular Gerónimo “Oso” Díaz (ex Gimnasia y Esgrima de Santa Fe); Ildefonso Bureu y Fermín Lecea; Alfredo Díaz, Alfredo Chabrolín y Julián Vieyra Sosa; Agustín Peruch, Napoleón Seghini, Ignacio González, Manuel Azurmendi y Pedro Carlos Galimberti.
También jugaron Alfonso Etchepare, Antonio Denessine, Eduardo Alejo Ramírez, Constantino Urbieta Sosa, Andrés Cachero, Máximo Fernández, y Daniel Mauro Viller.
Un hombre de Selección
“El Poeta de la Zurda”, “El Mago”, “El Sarmiento del fútbol”, “El Imparable”, son muchos de los apodos que tuvo el genial Enrique García, pero sólo uno fue sinónimo de su propio nombre: “El Chueco”.
Este excelentísimo gambeteador, que combinaba habilidad con picardía, nació en Santa Fe el 20 de noviembre de 1912 e inició su carrera en el club infantil del barrio Las Rosas (hoy sería en las inmediaciones de la Parroquia de los Padres Agustinos Recoletos y de la Plaza de los Constituyentes).
Luego pasó a Brown que presidía Apolinario Sánchez, el padre de Lito (Angel), quien jugara en Colón y Tiro Federal y fue el creador de la Asociación de Futbolistas (Veteranos) de Santa Fe.
Cuando Carlos Gudiños se reunió con él para convencerlo le dijo que también el correntino Mors y Genaro Cantelli pasaran a jugar en el mismo equipo. “Maestro, ¿por qué no me lo dijo antes?, usted sabe que yo soy humilde y gimnasista de corazón, todos los chicos del barrio tienen la misma pasión por la malla de la franja”.
Tras coronarse vencedor con Gimnasia y Esgrima del torneo de primera división de la Liga Santafesina de Fútbol en 1931, el primer campeón del profesionalismo, fue adquirido por Rosario Central, jugando 98 partidos con 33 anotaciones, debutando el 10 de abril de 1932, derrotando a Provincial 5 a 1.
Este genial personaje que llegó incluso a reconocer que “la pierna derecha la tengo de palo”, conquistó 78 goles en Racing Club, lo que lo convierte aún hasta hoy en el séptimo máximo goleador de la historia académica en el profesionalismo argentino.
Enrique García fue acérrimo “enemigo” de los sistemas tácticos, para quien eran sólo “un invento de los directores técnicos” y “sólo útiles para quienes no tienen condiciones para jugar”, vistió en 35 ocasiones la camiseta de la Selección Argentina entre 1935 y 1943. Con ella marcó nueve goles y obtuvo la Copa América en dos oportunidades, en 1937 y en 1941.
El famoso “Chueco” García falleció el 23 de agosto de 1969 con tan sólo 56 años, pero el recuerdo incomparable de su zurda está vigente.
La institución mensana, luego reconocida en toda la región por su imponente tribuna techada (la “visera” de Ciudadela), fue protagonista excluyente de varios capítulos de la historia del fútbol santafesino. Foto: Archivo El Litoral
En la Liga Profesional
En 1931 comenzó el primer torneo profesional de la Liga Argentina, formada por los clubes que fundaron el profesionalismo en Buenos Aires.
El público concurría masivamente a los distintos estadios los domingos, tras los tradicionales almuerzos familiares, especialmente pastas o asados, cambiando el fútbol por los mitines políticos o reuniones sociales. Desde el 31 de mayo y hasta el 31 de diciembre -donde se paralizó el torneo por el advenimiento del nuevo año- se habían vendido 1.874.058 entradas. Las dos últimas fechas se disputaron en 1932, concluyendo el 10 de enero.
Boca Juniors formaba de esta manera: Domingo Fosatti; Ludovico Bidoglio (Armando Dedovich) y Ramón Orlando Mutis; Juan Evaristo, Cataldo Spitale y Pedro Arico Suárez; Miguel Ángel Nardini, Domingo Alberto Tarasconi, Francisco Varallo, Roberto Cherro y Antonio Américo Alberino.