Tránsito: las escuelas y Blas Parera representan los puntos más críticos
Zonas peligrosas
Tránsito: las escuelas y Blas Parera representan los puntos más críticos
Desde la Subsecretaría de Transporte de la Municipalidad señalan estas dos zonas como las más conflictivas. “En el microcentro hay saturación, pero la gente es más precavida”, dijo Sergio Ludueña.
Ignacio Andreychuk
Siempre se habla de una ciudad complicada para manejar, especialmente por el incesante crecimiento del parque vehicular y el alto porcentaje de incidencia que tiene el factor humano en cada accidente. Estas complejidades del tránsito tienen esquinas y zonas más peligrosas que otras, donde los riesgos son permanentes. Actualmente, el podio local está liderado por las escuelas y Blas Parera como principales puntos críticos en el tránsito; luego aparecen las entradas y salidas hacia los alrededores de Santa Fe.
La escala surge de un monitoreo general que realiza la Subsecretaría de Transporte de la ciudad, a partir de los relevamientos que lleva adelante junto con la Secretaría de Control, las intervenciones de la Policía y los informes presentados por agentes de tránsito, como fuentes principales. El ranking ampliado de zonas peligrosas (ver infografía) es el siguiente: sector de escuelas (las más conflictivas para el tránsito son las cuatro que se detallan en la imagen); Blas Parera; Ruta 1 (altura de Colastiné Norte); Ruta 168 (desde el Puente Colgante hasta el comienzo de la Ruta 1); Puente Carretero (salida a Santo Tomé); avenidas comerciales; el microcentro.
Hoy la mayor preocupación es la aparición masiva de nuevos vehículos, hecho que muchas veces se interpreta como positivo para una localidad, pero que en realidad enciende la incertidumbre sobre las chances que tiene la estructura vial de ese lugar para soportar tantas ruedas en marcha.
“Hay algunos indicadores que dejan en claro el grado mayor de complejidad que está adquiriendo el tránsito en general”, indicó Sergio Ludueña, subsecretario de Transporte, en una entrevista con El Litoral. “El aumento del parque automotor crece a niveles exponenciales en toda la Argentina, y Santa Fe está inmersa en esa suba; la mejora en la actividad económica genera una mayor movilidad, entonces la gente se vuelca a las calles permanentemente; también la expansión y urbanización que adquirieron algunas zonas de la ciudad y alrededores producen complicaciones que antes no había; un claro ejemplo es la Ruta 1. En general, las avenidas de entrada y salida tienen un grado de peligrosidad que va en ascenso”, precisó.
Congestión en escuelas. El ingreso y salida de escolares suele ser un caos. Aunque los establecimientos tienen espacios para los transportes escolares, no todos los padres los respetan. El estacionamiento en doble fila es otra de las infracciones frecuentes. Foto: Archivo El Litoral
Eduardo Donnet, director del Grupo de Estudio sobre Transporte (Getrans), opinó que “en los últimos años, el transporte público se modernizó y mejoró en sus condiciones, pero paralelamente creció la taza interanual de vehículos particulares. Y es una noticia que aparece como alentadora, pero se va de bruces cuando se analiza la problemática del transporte”.
En el mismo sentido, Marcelo Duquez, coordinador ejecutivo del Grupo de Investigación sobre Accidentología (Gisav), puntualizó el problema del transporte en “la falta de una red cerrada, porque así las bicicletas y motos andan por el mismo andarivel que los camiones y los autos”.
Segregación
Los especialistas del Getrans y Gisav -equipos pertenecientes a la Universidad Tecnológica Nacional- coincidieron en la necesidad de generar vías segregadas de tránsito. Se trata de elegir calles anchas, impedir el estacionamiento allí, y dividirlas por carrilles para que cada vehículo circule por el que le corresponde. “Nosotros pensamos que podrían tomarse, por ejemplo, la Av. 27 de Febrero, Rivadavia, Ituzaingó hasta el río, Bv. Gálvez, Urquiza y General López para aplicar ese sistema colocando conos o los medio New Jersey (muretes). Entonces rodeás el microcentro con avenidas segregadas y no permitís el ingreso de vehículos particulares”, dijeron Donnet y Duquez respecto de la saturación que se registra en el corazón de la ciudad.
Lo contrario de la segregación del tránsito es Blas Parera. “Allí se ven autos, motos, camiones, bicis y carros; todos circulan por el mismo lugar”, comentaron. Por su parte, el funcionario Ludueña explicó que el municipio apunta más a la ampliación de veredas como medida que se podría aplicar en un mediano plazo.
—¿Es posible lograr la segregación del tránsito en la ciudad?
Convivencia peligrosa. Aunque la habilitación parcial de Blas Parera descomprimió la circulación de camiones, sigue siendo una de las avenidas más complicadas. Vehículos de gran porte comparten carriles con gran cantidad de autos y bicicletas. Foto: Mauricio Garín
—Nosotros apuntamos a consolidar más las bicisendas. Es una manera de generar un carril exclusivo para un vehículo y los automovilistas deberán empezar a identificarlo. Y a corto plazo tendremos que pensar en la ampliación de veredas.
—¿Cómo se aplicaría eso?
—Santa Fe recién está comenzando a trabajar sobre la ampliación de veredas porque es la prioridad de la movilidad urbana, hasta hace poco tiempo, eran los autos y por lo tanto se abrían calles. Pensamos en invertir esta cuestión: las veredas deben ser más amplias y las calles más angostas. En algún momento, los autos fueron la solución para el traslado de las personas, pero ahora significan un problema.
Acciones municipales
La Municipalidad de Santa Fe detalló las estrategias y medidas que se desarrollan con el objetivo de contrarrestar las consecuencias que causa el alto grado de motorización de la población, tales como el estacionamiento medido, la política de descentralización, los controles vehiculares, la renovación de la flota de transporte público, las herramientas para facilitar el tránsito del peatón y el impulso del uso de la bicicleta como transporte público.
Las acciones que se implementan desde el gobierno local son: movilidad en transporte público, con nuevas unidades y líneas, además de coches articulados; programa Subite a la Bici; licencias de taxis; intervenciones urbanas como cambio de sentido de calles, estacionamiento medido, extensión de la peatonalización, operativos de control del tránsito, bicisendas, recuperación de ferrovías, direccionamiento de flujos y onda verde en avenidas; descentralización municipal, centros comerciales a cielo abierto y Área Industrial.
Otras acciones tendientes a proyectar un mejor sistema de tránsito de la ciudad son las campañas de concientización y los detectives del tránsito; también los programas Cambiemos la actitud, Con casco cargás y Conductor designado, además de los operativos de control y la incorporación de tecnologías.
Darío Aranda
Taxista
Mis cinco esquinas peligrosas son:
-1º de Mayo y Tucumán
-San Luis y Eva Perón
-San Luis y Suipacha
-Belgrano, Diagonal Caseros y Junín
-Salvador del Carril y Vélez Sarsfield
Alberto Sánchez
Distribuidor de soda.
Mis cinco esquinas peligrosas son:
-1º de Mayo y Santiago del Estero
-4 de Enero y Junín
-Pedro de Vega y San Lorenzo
-Gorostiaga y 4 de Enero
-Estanislao Zeballos y San Jerónimo