Acceso a terrenos urbanizados, el primer desafío para Hábitat

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Gustavo Leone.

Foto: Guillermo Di Salvatore

Relevarán suelos para determinar la disponibilidad en toda la provincia, y propondrán una ley de tierras. Pretenden que el plusvalor que generan determinados emprendimientos inmobiliarios se destine a compensar la inequidad en materia habitacional. Trabajo con municipios y comunas.

 

Ivana Fux

politica@ellitoral.com

Por ahora, tiene despacho prestado y su repartición no cuenta aún con partidas presupuestarias asignadas. Pero el área a su cargo deberá contener las políticas para traducir en la práctica lo que el nuevo gobernador Antonio Bonfatti enunció como eje central de su gestión: el problema habitacional.

Gustavo Leone estrena la Secretaría de Estado de Hábitat, creada por ley a pedido expreso de Bonfatti. En diálogo con El Litoral, admitió que asume un gran desafío, y valoró la jerarquización tanto de la estructura administrativa como del concepto, que pretende trascender el problema de la falta de vivienda para pensarlo en términos más integrales, que incluya infraestructura y entorno.

–¿Cómo piensan resolver el problema del hábitat?

–Fundamentalmente, el gobernador ha planteado de un modo muy claro la idea de generar lotes con servicios e infraestructura. Si algo queda implícito con la política de hábitat es que el acceso al suelo genera de por sí un elemento de algún modo motor, un inicio, un primer paso importante para empezar a desarrollar el hábitat de una persona. Una vez que tiene el suelo disponible, con el tiempo que se tome, puede empezar a trabajar con la construcción de su vivienda o con alguna asistencia financiera y técnica. Pero sin suelo se hace difícil pensar en cualquier progreso, con lo cual el eje más fuerte está en encontrar los mecanismos para que la gente pueda acceder a suelo urbanizado, y que le permita luego progresar. Sin dudas que después vamos a estar trabajando con la Dirección Provincial de Viviendas, encargada de todo lo que tiene que ver con la construcción. Coordinaremos también con los otros ministerios que hoy tienen una responsabilidad en relación a los servicios e infraestructura básica porque el concepto de hábitat es más amplio que el de viviendas. Y creo que eso cambia también la visión del tema; hay que plantear el hábitat como mecanismo de integración e inclusión.

–¿Plantear el acceso al suelo como prioridad está relacionado directamente con una ley de tierras?

–Nosotros estamos trabajando un proyecto que seguramente se va a terminar de desarrollar en estos meses. Viene trabajándose con un grupo un tiempo atrás, pero a partir de la creación de esta Secretaría, le vamos a dar mayor impulso con miras a enviarlo a la Legislatura cuando llegue el momento. Es un poco prematuro definir algunas líneas con respecto al proyecto. Hoy se está estudiando...

–¿Pero básicamente qué plantearía?

–No vamos a dar hoy por hoy detalles del tema. Estamos estudiando primero algunas cuestiones de diagnóstico sobre cuáles son las limitaciones que encuentra la gente para acceder a suelo urbano; cuáles son los mecanismos a partir de los cuales los municipios pueden poner a disposición suelos posibles de ser urbanizados para loteos, y qué instrumentos financieros se pueden instrumentar para el acceso más rápido por parte de la ciudadanía. Creo que esto tiene mucho de trabajo con municipios y comunas, y también de articulación con el sector privado, porque en definitiva, cuando el dueño de un lote quiere transformar su uso de rural a urbano, o cuando lo quiere poner a disposición en el mercado, eso genera de alguna manera posibilidades para llevar adelante emprendimientos urbanísticos que integren mucho más que el concepto de vivienda; que integre el concepto de un barrio.

–¿La idea es que quien no tenga terreno lo pueda tener?¿Lo va a poder comprar, se lo va a facilitar el estado?

–Ceder, no. Nosotros tenemos como premisa la base del esfuerzo compartido. El esfuerzo compartido implica que aquellas personas que tienen capacidad de pago y que por alguna razón están excluidas del sistema de mercado porque la tasa de interés es muy elevada, o porque el mecanismo de acceso al financiamiento es realmente difícil por los niveles de salarios, garantías y otras exigencias; la idea es que esos mecanismos de exclusión se puedan limar y generar accesos más fluidos y más rápidos al suelo de parte de la población. Estamos estudiando esos mecanismos de modo tal que sean favorables, que salten las barreras que hoy hay en el sistema

–¿Facilitar pero no regalar, entonces?

–No, la verdad es que al Estado le cuesta mucho generar recursos para afectar al hábitat y a cualquier otro fin. Entonces, somos muy conscientes de lo que implica conseguir recursos para hacer obras o financiar cualquier tipo de intervención, con lo cual apostamos a que el beneficiario directo del acceso al predio tenga la posibilidad de pagarlo, aunque sea financiado y en cuotas, pero que lo pague para que esos recursos puedan ser reafectados. Sin dudas que hay sectores diferentes a los cuales hay que acceder con políticas diferentes. Hay sectores con una alta vulnerabilidad social que hoy no sólo no tienen acceso a financiamiento, sino que posiblemente muchos dependen de ingresos de autosubsistencia; a ellos hay que darles un tratamiento particular. Después hay sectores asalariados que hoy están agremiados y sindicalizados. También estamos trabajando fuerte la idea de generar acuerdos con los gremios para que se pueda resolver el problema de vivienda de muchos de ellos. Hay sectores cuentapropistas que tienen su ingreso y a los que a veces se les complica acreditar una garantía o un ingreso permanente; hay que encontrar el mecanismo para que ese dinero pueda ser afectado a la cuota de una vivienda o terreno, antes que a la cuota de un vehículo. Lo que debemos hacer es orientar la disponibilidad de suelos por un lado, hacia los vecinos que a veces no encuentran respuestas en el mercado inmobiliario y financiero.

–Logrado el terreno, ¿cómo encararán la construcción de la vivienda en sí misma?

–La Dirección de Viviendas va a depender de esta Secretaría; estamos redefiniendo los programas que allí están, pero siempre con una visión de avanzar en lo que la sociedad demanda, sin concepto de gratuidad sino de esfuerzo compartido, ayudando a quien no tenga su casa a que acceda a las bases para que después pueda seguir. El gobernador hablaba de “lote con cimiento”, es decir, con distintos tipos de servicios y con la base del cimiento hecho por la provincia a partir de lo cual, con un plano y un seguimiento que pueda hacer la propia estructura provincial en términos de asistencia técnica, el mismo vecino se pueda levantar su casa.

–¿Piensan habilitar algunas líneas de crédito?

–Hay que estudiar la formación de la masa de recursos para afectar a ese financiamiento. Hoy está el Ministerio de Economía junto a nosotros viendo algunas opciones; hay propuestas también de algunas entidades, como la cámara de la construcción, pero son propuestas que hay que evaluar. La opción de financiar en forma masiva la adquisición de viviendas depende mucho de la masa de recursos que uno tiene disponible. Hay que estudiar la posibilidad de constituir fideicomisos o algún elemento financiero, y lógicamente del repago de las cuotas de parte de los beneficiarios. Tiene sentido en la medida que encontremos la conformación de los recursos para salir con un proyecto de mediana escala, no si uno termina armando una masa de recursos para algo muy puntual. Estamos viendo de qué modo uno puede encontrar las fuentes que permitan construir esas masas de recursos.

–¿Tienen algún plan para cambiar la foto de miles de familias que viven en villas miseria?

–La verdad es que la expectativa de todos está puesta en que eso se tiene que resolver. Depende mucho de la articulación que tengamos para conseguir recursos. Sin dudas que es uno de los puntos fuertes sobre los que vamos a estar trabajando. Y tiene mucho que ver no sólo con la vivienda, sino con el concepto de hábitat para la integración. Hoy, la exclusión está muy clara en ese grupo poblacional y tenemos que articular mecanismos sobre todo con el sector privado; muchas veces cuando se hacen emprendimientos urbanísticos, ello permite generar algunos recursos que podrían ser orientados a compensar el déficit habitacional que tienen poblaciones de menores ingresos. Lo que tenemos que encontrar en un esquema de alguna manera más social, es la lógica de compensación de sectores que a través de emprendimientos urbanísticos o mediante el paso de un lote de rural a urbano, generan algún plusvalor para poder compensar las inequidades que tenemos con estos sectores.

–¿No es necesaria una fuerte intervención del Estado para revertir esa problemática?

–Muchos de esos vecinos, aunque no parezca, viven de la construcción o de changas, con lo cual la experiencia que tenemos es que uno pueda lograr esquemas asociativos o cooperativos de autoconstrucción. Lógicamente que están en un lote que no es de ellos, que están con construcciones precarias...

–Y a veces hasta en el propio lecho del río...

–Sí..., que son lugares totalmente inadecuados. Por eso decimos, encontremos primero el suelo disponible para poder llevar adelante un asentamiento en condiciones ambientalmente sustentables, y organicémonos para poder asistirlos a fin de poder dar solución a ese problema. Yo no creo en las recetas mágicas de que el estado viene, pone (dinero) y resuelve, porque lógicamente los recursos son acotados; es necesario encontrar la articulación para poder resolver el problema.

–¿Qué presupuesto tiene asignado la Secretaría?

–Estamos hoy armando la estructura formal. En cuanto tengamos eso, vamos a estar incorporando partidas para poder tener presupuesto asignado. No lo voy a decir, pero es más alto que el de la Dirección de Viviendas.


Continuidad

Leone dijo que intentarán “optimizar y mejorar” la lógica de los planes Fonavi, que dependen de la Nación. “Lo mismo en la relación con el gobierno central; en la medida en que más recursos lleguen, más se puede aumentar la capacidad de obra y de ejecución. Se trata de generar un nexo fluido y de cercanía; lograr que esos recursos que corresponden, lleguen”, expresó. Paralelamente, ratificó la continuidad del plan de escriturización. “Falta todavía mucho por hacer pero (el programa) sigue adelante con miras a resolver todo lo que se pueda”, prometió.

Déficit

El flamante funcionario admitió que existe un déficit habitacional cuantificado, pero prefirió no hablar de números. “Me quiero salir del problema de los números porque lo que importa es plantear que hay una lógica de jerarquización de un tema y después de un concepto que cambia de vivienda a hábitat -explicó Leone-. A partir de allí se abre un abanico de posibilidades que no sólo tiene que ver con la falta de vivienda, sino con viviendas e infraestructura urbana. Quizá hoy se lanza un plan de lotes con servicio, y eso le resuelve el problema a mucha más gente. Por eso no queremos hablar de estadísticas. En función de los pedidos que tenemos, queremos jerarquizar esas demandas y ver de qué manera podemos definir los instrumentos para salir a plantear soluciones”.