¿Se acuerdan del “romperredes” Alejo Medina?
¿Se acuerdan del “romperredes” Alejo Medina?
“No veo grandes delanteros”
El ex jugador de Colón, campeón en 1965, hoy se dedica a la búsqueda de talentos. En charla a fondo con El Litoral, habló de todos los temas: la selección, los clubes rosarinos y el nivel de los jugadores de nuestro país.
Cuatro ex jugadores reconocidos hace un año y medio por Colón. Con la rojinegra sabalera, rodeados por dirigentes, aparecen el Pampa Gambier, Marcelo Saralegui, el Loco González y Alejo Medina, uno de los artilleros en el primer ascenso. Foto: Pablo Aguirre
Julián Monzón
Alejo Medina vive en Rosario, y llegó a Santa Fe para formar parte del equipo que salió campeón en 1965. Con mucha emoción recordó aquellas épocas, su posterior paso por el extranjero; pero también habló fundamentalmente de su ocupación actual: la búsqueda de talentos.
Buenos recuerdos
“Cada vez que vengo a Santa Fe, es algo que me ayuda a vivir también, porque tengo los mejores recuerdos de mi vida deportiva y además tengo mis mejores amigos aquí, pese a que vivo en Rosario. Aquella campaña del 65 va a seguir siendo histórica para Colón. La primera satisfacción fue la de nosotros mismos, que conseguimos poner a Colón en Primera cuando en ese tiempo era casi imposible. Yo recuerdo que en esa época la gente era de Colón y Boca. Después se hicieron hinchas de Colón definitivamente”.
—Después de Colón, te tocó jugar en otros clubes, incluso en el exterior...
—Me inicié en Rosario Central, donde jugué 6 años en el equipo superior. Después de jugar en Colón fui al Junior de Barranquilla. Pero estando en Colombia, siempre que terminaba el partido preguntaba cómo había salido Colón. Siempre me interesó este club, donde no recibí tantas cosas, pero sí un afecto y un amor incondicional con la camiseta que vestimos.
—Siempre que juega la selección en Barranquilla se habla del intenso calor. ¿Es así?
—Sí, hace mucho calor, como 40 grados en el invierno (risas). Es un clima muy complicado para el que llega a jugar ahí. Ahora, para el que está habituado, tiene ventajas. Por eso inteligentemente la gente de Colombia utiliza la ciudad para hacerles padecer a los equipos de otras temperaturas el rigor climático.
—En esa época uno recuerda que lo primero que se decía era “¿cómo se anima a ir?”.
—Es un país un poco agresivo en algunos sentidos, pero al que se portó bien, también le fue bien. Los argentinos en el exterior no tenemos una buena fama. Pero cuando uno demuestra que es buena gente y que hace lo que corresponde, es considerado como el mejor.
—En la actualidad, ¿a qué te dedicás?
—Soy un descubridor de talentos. Llevo jugadores a distintos lugares (Europa inclusive) y lo hice desde que dejé de jugar. Tal es así que incluso un jugador que hoy juega en Colón, en su momento lo llevé yo a Racing, que es Bastía. Hay muchos jugadores que han triunfado y que en sus inicios fui partícipe.
—¿Fue una catástrofe para los hinchas de Central irse al descenso?
—Lo que pasa es que Central es uno de los clubes grandes del país. Rosario es una ciudad de un millón de habitantes y 500 mil son hinchas de Central. Imaginate que jugar con Merlo en vez de jugar con Boca es un desfasaje. Pero en mi opinión, Central tampoco hizo las cosas tan bien. A veces se equivocaron en las contrataciones y eso se pone en evidencia viendo cómo funcionan los equipos y los resultados que logran.
—Daría la impresión de que las Ligas que rodean a Rosario, incluso la Rosarina, no son muy fuertes. ¿Es un error de apreciación?
Cuatro jugadores que han marcado a fuego la historia sabalera: de pie, el Pato Colman y Jorge Omar Sanitá. Agachados, el Mencho Balbuena y Alejo Medina. Foto: Archivo El Litoral
—Creo que algunas ligas son fuertes. La Sanlorencina no tiene grandes talentos, pero tiene un ímpetu que los jugadores actuales necesitan. La Rosarina tiene un amplio panorama futbolístico, en el cual siempre salen jugadores destacados. Lo que pasa es que no los han aprovechado. El futuro del fútbol está en los maestros. ¿Quiénes son los maestros?, los que dirigen divisiones inferiores. Tanto Newell's como Central han errado en la elección de los técnicos que dirigen en inferiores. Yo no puedo creer que hoy en día haya jugadores, que patean al arco buscando convertir un gol, y le erran al arco por 5 ó 6 metros. Hoy hay mucho físico y poca técnica, y puntualmente los delanteros quieren mirar la pelota y el arco y eso es imposible, por eso le erran al arco. Yo cuando hago un entrenamiento, les digo a los delanteros que el arco es imaginario. Entonces, lo fundamental es entrarle bien a la pelota. Si la pelota va al arco puede ser o no gol, pero por lo menos va direccionado al arco.
Falta de talentos
—Ya que tocaste el tema delanteros, a tu criterio, ¿cuál es el más completo del fútbol argentino?
—Son los que han triunfado en Europa, caso Trezeguet, que tiene una prestancia y mucha experiencia. En primera no veo grandes delanteros, la mayoría hace 5 goles en 19 fechas, 8 goles en 20 partidos. No son goleadores que hacen 20 goles en un torneo
—¿Por eso pensás que se habló tanto de la importancia de Silva en Boca?
—Silva convirtió goles cuando tuvo las oportunidades, pero cuando realmente tiene que definir y terminar en gol las jugadas no ha tenido la precisión. Por eso ha jugado 10 partidos e hizo 2 goles, entonces no es tan goleador.
—Se van cada vez más jóvenes los jugadores. Siempre la discusión estuvo en determinar cuándo un jugador está maduro para jugar en primera, ¿Hay una regla general para ese aspecto?
—Lo que pasa es que acá todo el mundo está pensando en vender por 5 ó 6 millones de euros un jugador, que para nuestro país es sobresaliente. Pero fijate que últimamente no hubo grandes ventas, ni de grandes montos. Porque los jugadores están parejos, respecto de los que ya hay en Europa.
—¿Está bien que en cada convocatoria de la selección lleguen siempre los que juegan en Europa y se mire tan poco al torneo local?
—Lo que pasa es que los jugadores que están en Europa tienen un plus, son mejores que los que hay acá. Porque juegan en equipos importantes, que a su vez juegan en ligas mucho más importantes que la nuestra. Acá no han surgido valores destacadísimos como los que tendrían que surgir para la selección.
—¿Qué se busca hoy en un jugador joven?
—Fundamentalmente, profesionalidad. Yo no puedo promocionar un jugador que juega en un equipo de barrio. Tiene que jugar en un club, que trabaje como un pequeño profesional. Que tenga unas 400 horas anuales de trabajo de entrenamiento. Si es destacado y está dispuesto a eludir ese sentimiento del desarraigo puede triunfar en Europa, si no no.
—Antes se decía que con calidad se podía llegar sin tanto entrenamiento. ¿Hoy puede darse eso?
—En el fútbol ha ganado una posición, que creo que le hace mucho mal. Que es tal vez entrenar mucho en la parte física y no entrenar en la parte técnica. Porque antes se hacía las dos cosas juntas. ¿Cómo?, entrenando con la pelota. Hoy se hacen demasiados movimientos gimnásticos en vez de hacer movimientos futbolísticos. Patear, tirar centros, bajar la pelota con el pecho, todo lo que sea técnica y en velocidad. Al pasar eso bajó la capacidad técnica de los jugadores.
—¿Trabajás para algún club en especial?
—Tengo relación con todos los equipos, porque he acertado con muchos jugadores que he llevado a los clubes. Entonces eso te da crédito. En Rosario puntualmente tengo una escuela de fútbol, que en realidad es una escuela de alto rendimiento. Donde, por ejemplo, un jugador de Central que no juega viene a practicar conmigo y si veo que tiene condiciones, gestiono la forma de conseguir el pase.