Caso Ángeles
Caso Ángeles
Una de las testigos dice que está amenazada y que el padrastro “estaba muy nervioso”
María Elena Leuzzi afirma estar amenazada y describe algunos movimientos “nerviosos” en el departamento de Ravignani 2360.

La titular de la ONG asegura que vio un juego de llaves y que le dijeron que eran de Ángeles. Foto: Archivo El Litoral
Télam
La titular de la Asociación de Víctimas de Violación (Avivi), María Elena Leuzzi, denunció hoy que está amenazada y recordó que durante las seis horas que estuvo en la casa de Ángeles Rawson el día que apareció asesinada, notó actitudes extrañas en algunos miembros de la familia, en especial del padrastro, a quien vio “muy nervioso”.
Así lo aseguró Leuzzi esta mañana a la prensa en las escalinatas del Palacio de Tribunales, antes de entrar a declarar como testigo ante el juez de la causa que investiga el crimen de Ángeles, Javier Ríos.
“Si esto sirve para aclarar qué es lo que pasó con Ángeles, estoy dispuesta a brindarle al juez todo lo que me pregunte”, señaló la mujer, quien dijo que está “amenazada” y que trajo en su cartera las denuncias para aportárselas al juez.
Además, afirmó a la prensa que cree que la convocaron a declarar para que explique el episodio del hallazgo de un juego de llaves que, supuestamente, le dijeron que pertenecía a Ángeles.
“Vi las llaves en la mesa que estaba en la entrada. Cuando veo que empezaba a entrar gran cantidad de gente, las corrí, no encontré dónde colgarlas y entonces le dije al hermano, Axel: querido por qué no guardás estas llaves que se van a perder con tanta gente, pensado que podían ser las llaves de la entrada principal, a lo cual el nene las miró y me dijo: ‘Son las de Ángeles”, explicó.
“Yo no le di importancia en ese momento, no fui a investigar, fui a colaborar pensando que había una nena violada y muerta”, afirmó Leuzzi, quien sabe que con ese dato que aportó en su momento a la fiscal Paula Asaro, se pensó que Ángeles había llegado a su casa, aunque después se aclaró que las llaves que aquel día llevaba la víctima continúan desaparecidas.
Tras aclarar que su intención no era “contaminar” la causa, manifestó algunas actitudes que notó extrañas en la familia.
“Yo no fui a hacer una investigación pero si me preguntan qué me llamó la atención, fue la paz que tenía esa mamá. Yo pensaba para mis adentros: pobrecita, ¡cuando se dé cuenta lo que realmente le ha pasado a su hija!”, comentó.
El padrastro
Luego, la titular de Avivi se refirió al padrastro, Sergio Opatowski. “Al padrastro lo vi muy nervioso, con los ojos fuera de sí. Entraba y salía permanentemente, fumaba mucho”, señaló.
“Su hermano Juan Cruz estaba muy quebrado, es más, en un momento, mi hija lo sentó en la vereda porque no lo podíamos sostener porque es grandote”, agregó.
Sobre el hermanastro de la víctima, Axel, comentó que “es el que a pesar de que hacía bastante calorcito, estuvo todo el tiempo con una campera polar subida hasta el cuello con las mangas abajo”.
“Había cosas que uno vivió ahí que ahora después uno la puede evaluar”, comentó Leuzzi quien explicó que en ese momento su tarea “era contener a uno, contener a otro, buscar la partida de nacimiento de Ángeles porque en la cochería la iban a pedir, saber qué ropa se le iba a colocar a la nena en el cajón”.
“Yo fui a hacer otro trabajo y me encontré después con esto. Éste no es un caso más, el país entero está en esto. Yo trato de no escuchar y no ver televisión ni leer diarios porque no quiero contaminar mi verdad de lo que viví ahí adentro con lo que se está diciendo afuera”, añadió.
Además, Leuzzi dejó entrever que duda de que el día anterior, en la casa haya estado la empleada doméstica.
“La casa no estaba higienizada como para tener una empleada doméstica. Yo quité bolsas y mucha basura que había. Lavé cosas que estaban y no eran de la noche anterior. Esto no me lo puede negar la empleada doméstica porque yo lo hice con mis propias manos”, dijo.
Leuzzi informó que aquel martes 11 de junio estuvo en la casa de la víctimas entre las 14.30 y las 20.30 y luego se retiró enojada con un cronista de televisión que le preguntó si no pensaba que “contaminaba” con las impresiones que tuvo de las actitudes de la familia.
Opatowski estaba en el banco
Fuentes de la investigación explicaron a Télam que la presencia en el banco lo aleja a Opatowski unas 55 cuadras de la escena del crimen y confirma su coartada acerca de lo que hizo durante el horario en el que fue cometido.
Voceros de la investigación revelaron que el Banco Macro le envió al juez de la causa, Javier Ríos, las constancias de que a las 10 de aquel lunes 10 de junio, Opatowski entró a la sucursal de Sarmiento y Reconquista, y acompañó los videos de las cámaras de seguridad.
A las 10.07, -es decir 17 minutos después de que a Angeles se la ve en un video llegar al edificio de Ravignani 2360-, el hombre cobró por ventanilla su pensión por viudez.
Si bien nunca declaró en la causa, públicamente Opatowski siempre dijo que aquella mañana desayunó en su casa, se retiró a realizar trámites como el de su pensión en el Banco Macro y cobranzas para la empresa de desinfección en la que trabaja su mujer, María Elena Aduriz, y que recién regresó alrededor de las 14 a Ravignani 2360.
La propia Aduriz también había contado, al declarar como testigo, que su marido Opatowski había ido esa mañana a cobrar la pensión que ella calculó era de alrededor de 4.200 pesos.
El informe del banco beneficia la situación de Opatowski, quien aún no fue llamado a declarar por la Justicia y fue investigado como sospechoso al inicio de la investigación, antes de que sea detenido el portero Jorge Mangeri.
El chequeo de esta coartada fue una de las 52 medidas que ordenó ayer el juez y a menos de 24 horas de que la División Homicidios de la Policía Federal se contactó con la presidencia del Banco Macro, el informe estaba en sus manos.