El Litoral con el santafesino Jorge Sampaoli, entrenador chileno

“El fútbol argentino me aburre”

Reconocido por sus colegas como el mejor entrenador de las eliminatorias, el casildense quiere hacer historia en Chile aunque le tocó uno de los grupos de la muerte y tendrá que eliminarse con el campeón y el subcampeón.

“El fútbol argentino me aburre”

Todos juntos. Los 32 seleccionadores nacionales subieron al escenario durante el sorteo. Algunos estaban felices y otros preocupados. Foto: EFE

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Costa do Sauipe, Brasil)

deportes@ellitoral.com

Parece mentira, pero hay casos verdaderamente curiosos en el mundo de los entrenadores. Cuando Roberto Telch desandaba los últimos tiempos de su carrera como jugador, le tocó vestir las camisetas de Unión (entre 1976 y 1979) y la de Colón en 1980. La “Oveja” era un notable jugador que, además, tenía la gran virtud de ser un verdadero técnico adentro de la cancha. Sin embargo, su carrera como entrenador fue efímera, como también ocurrió con Bochini (otro que sabía todo lo que se debía hacer y cuándo se tenía que hacer en una cancha) o tantos otros casos que no vale la pena mencionar. Sin embargo, hay honrosas excepciones que confirman la regla. Y así, jugadores regulares y modestos como Luis Felipe Scolari, Vicente Del Bosque y hasta el propio Carlos Bilardo, vieron las mieles del éxito cuando se coronaron campeones del mundo como técnicos.

Los casos del casildense Jorge Sampaoli y de los colombianos Reinaldo Rueda y Jorge Luis Pinto forman parte de esa galería de entrenadores que, como jugadores, directamente no existieron. En el caso de Sampaoli, una fractura de tibia y peroné a los 19 años lo obligó a retirarse del fútbol cuando había desempeñado todas las inferiores en Newell’s. En cambio, Rueda y Pinto ni siquiera eso, ya que estudiaron Licenciatura en Educación Física. O el Maestro Tabárez, que fue un futbolista modesto y apenas si llegó a tener la chance de jugar en el Puebla de México, o José Néstor Pekerman, aquel volante por derecha que compartía la mitad del terreno en Argentinos Juniors con el Beto Tardivo, Horacio Cordero y Caputo, entre otros.

De los 32 entrenadores, sólo 13 tuvieron el honor de ser mundialistas y repetirán. Los otros 19 van a debutar y, entre ellos, están dos de los tres argentinos que van a dirigir en este Mundial (si no hay sorpresas en los seis meses que restan): Alejandro Sabella y Jorge Sampaoli.

Uno lo ve a Sampaoli en persona y no le da, ni por asomo, los 53 años que ostenta. Está en una edad media entre los 42 años del francés Sabri Lamouchi, entrenador de Costa Marfil, y los 67 años del italiano Fabio Capello, entrenador de Rusia, la última de las selecciones que apareció en el sorteo. No son pocos los sexagenarios (suman 13) y son pocos, en la comparación, los entrenadores que dirigen a su país (18) contra los 14 que son foráneos, como Sampaoli, pero tienen la chance de pasar a formar parte de la elite de los técnicos.

Ya habían pasado algunas horas del sorteo y Sampaoli estaba esperando la llegada del coche que lo llevaría al aeropuerto para retornar. Y habló con El Litoral.

—¿Caliente con el grupo que le tocó a Chile?

—No, no. Estoy expectante y esperando iniciar la planificación y ver cómo llegan los jugadores a la competencia.

—Por el sistema de disputa, ¿esperabas un grupo complicado como el que les tocó?

—No esperaba nada. Era un sorteo y había que asumir lo que nos podía tocar. Es extremadamente complicado porque nos tocan el primero y el segundo del último Mundial, ni más ni menos.

—¿Es verdad que Van Gaal te dijo, antes del sorteo, que ibas a enfrentar a los holandeses en el grupo?

—Es verdad. Inclusive, cuando nos cruzamos en la zona mixta luego de la ceremonia, me volvió a recordar la frase.

—¿Preferís enfrentarte a España o a Holanda?

—Los dos son difíciles, pero el más complicado en este momento es Holanda, que hizo unas eliminatorias perfectas.

—¿Pensás que va a haber una revolución táctica en este Mundial?

—Va a ser un Mundial de transición, de mucho contragolpe y mucha presión en el campo propio. No creo que sea un Mundial de ataque.

—El 4-2-3-1 se está usando mucho en el fútbol mundial, quizás siguiendo el influjo de los españoles. ¿Pensás que de a poco se van sumando adeptos a la vuelta del 4-3-3?

—Creo que el paso del tiempo hizo que ese sistema madre que vos mencionaste se empiece a imponer de vuelta. De todos modos, Italia ha jugado con el 3-5-2 y es un sistema que se puede ver. Y lo propio con Argentina, cuyo entrenador ha variado los sistemas. Veremos cuál prevalece.

—¿Cómo ves el fútbol argentino a la distancia?

—Pobre... Diría que muy pobre. No tiene expresión, no hay figuras, no se ven buenos espectáculos. Esperemos que con el tiempo mejore.

—¿Cuál es el principal problema de los clubes, el económico o el deportivo?

—No sé, porque hace mucho tiempo que no estoy en mi país y no sé ni puedo opinar sobre ciertas cuestiones. Lo que te puedo decir es que cuando me siento a ver el fútbol argentino me aburro mucho.

—¿Cuál es el problema deportivo?

—Las propuestas son temerosas, no hay asociación, no hay jugadores destacados, se ve mucha intensidad pero muy poco juego.

—¿Puede incidir la locura con la que se vive el fútbol en nuestro país?

—Puede ser, pero ojalá cambie porque el fútbol argentino necesita ese cambio.

Aquí... Pekerman

Se subió a uno de los micros, junto a su hijo, y compartió el corto viaje con el enviado de El Litoral. “¿Lo ves al Beto Tardivo?, mandale muchos saludos de mi parte”, dice José Néstor Pekerman, quien no ocultó el rostro de satisfacción por el grupo que le tocó a Colombia.

De todos modos, múltiple campeón mundial con los juveniles argentinos, reconoció que “llegué a este lugar sin la presión de los grandes, de los que tienen que pelear por el título de campeón, y por eso esperé con tranquilidad el sorteo. Además, a Colombia le fue bien con los grandes. Empatamos con Argentina, también con Brasil, venimos de jugar con Holanda... A los partidos hay que jugarlos y los rivales no se eligen”, dijo el hombre que dirigió a nuestra selección en el Mundial de Alemania, cuando nos quedamos afuera con los locales en la definición por penales en el 2006.

Pekerman, como muchos de los entrenadores, se quedará en Brasil durante varios días atendiendo a la logística que tiene que ver con los lugares de residencia y campos de entrenamiento.

“Todavía no tenemos definido en qué ciudad vamos a parar”, dijo el entrenador argentino, que es uno de los 13 entrenadores con experiencia mundialista.

Con Alberto Pompeo Tardivo, Pekerman compartió el plantel de Argentinos Juniors. “Él es un poco más grande que yo, no dejes que se haga el pibe. Eso sí, adentro de la cancha, cuando jugó conmigo, ya era un técnico por lo que ordenaba”, dijo antes de bajarse y dejar saludos para el ex jugador de Colón y compañero suyo.