Conductas destacadas

Mujeres reformistas en la historia de la UNL

Desde diferentes ámbitos, Rosa Diner, Marta Samatán, Ángela Romero Vera y Olga Cosettini encarnaron los ideales reformistas y trascendieron por su compromiso.

 

El Litoral - Prensa de la UNL

En los casi 95 años de historia de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), pasaron por la institución numerosas mujeres comprometidas con las ideas de universidad libre y abierta, políticamente autónoma y aseguradora del carácter estatal de la enseñanza; y que en ocasiones, fueron amenazadas por gobiernos militares y procesos de intervención que atentaban contra el progresismo de la Reforma de 1918.

Cada 8 de marzo, se conmemora el Día Internacional de la Mujer, que en sus orígenes promovía los derechos laborales y la igualdad de los géneros y que con el paso del tiempo a esas reivindicaciones se incorporaron otras, tan importantes como las anteriores.

El ámbito educativo, y la UNL en particular, no son territorios ajenos a esas luchas, que en el itinerario biográfico de Marta Samatán, Ángela Romero Vera, Rosa Diner y Olga Cossettini se encuentran alimentados también por un fuerte compromiso con el impulso reformista.

“El temperamento, formación y fuerte opinión de estas cuatro mujeres les permitieron sobreponerse a las adversidades que les planteaba el contexto. En los períodos de dictadura o de gestiones que contrariaban los principios reformistas, debieron renunciar a sus cargos, y tal como ocurrió con Marta Samatán durante la intervención de Bruno Genta, ese compromiso implicó que fuera detenida”, señala Stella Scarciófolo, directora del Museo y Archivo Histórico de la UNL. Y aclara: “No fueron las únicas mujeres que formaron parte de la Universidad de una manera destacada. Lo que las distingue dentro de la historia de la UNL es haber formado parte de la institución en sus orígenes, profundizando con sus aportes el proyecto reformista”. Por fuera del ámbito universitario, Marta Samatán, Ángela Romero Vera y Rosa Diner impulsaron la fundación de la Unión Argentina de Mujeres, filial Santa Fe.

Ángela Romero Vera fue doctora en Ciencias Jurídicas y Sociales por la UNL, donde ejerció como profesora titular de la cátedra de Sociología, adjunta interina en Filosofía del Derecho; docente en la Facultad de Ciencias de la Educación de Paraná; y en la de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación, de Rosario. Llegó a integrar el Consejo Directivo de Derecho, y el Consejo Superior de la UNL; y cumplió un rol importante en la reforma del Estatuto Universitario de 1958, donde por primera vez las mujeres participaron activamente.

Junto con Rosa Diner, integró las comitivas que promovieron las actividades de la UNL en todo su radio de influencia a través de conferencias en bibliotecas públicas y de la producción editorial. Ambas convergieron en esas iniciativas que ponían en circulación las ideas y pretendían barrer con las fronteras sociales, económicas y políticas que limitan el acceso al conocimiento.

En la trayectoria profesional de Rosa Diner como profesora de Historia, y a través de su militancia política, la mujer fue un tema central sobre el que trabajó bajo el auspicio del Instituto Social de la UNL y asociaciones intermedias de la ciudad.

Pedagogía y lucha gremial

Marta Samatán fue maestra en el nivel primario, abogada egresada de la UNL, y gremialista. En el ámbito sindical trascendió como impulsora de la fundación de la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafe), de la que fue su primera presidente. Ese compromiso político sería el motivo de su detención en 1943.

En la UNL, su tarea se vería condicionada por los avatares de la política nacional: había ingresado como traductora de la Biblioteca de la Facultad de Derecho en 1938, pero el cargo le fue vedado hasta que pudo regresar luego de 1955, año en que fue nombrada delegada en el Instituto Social. Formó parte del Departamento de Pedagogía Universitaria, donde formó una biblioteca especializada que sería desmantelada en 1966.

Para Olga Cossettini, la educación también sería un ámbito donde ejercer un compromiso y generar condiciones para transformar la sociedad. Llegó a ser reconocida internacionalmente por su adaptación de la propuesta italiana de Gentile y Lombardo Radice a la experiencia rupturista de la “Escuela Serena”, donde puso en cuestión la relación de los alumnos con el conocimiento, de la escuela con la sociedad, y la diferenciación tradicional entre juego y aprendizaje.