Apertura del año judicial

Gutiérrez pidió revisar el Consejo de la Magistratura

  • El presidente de la Corte destacó la colaboración entre los poderes del Estado y repasó las realizaciones del último año. Pero también reiteró la preocupación por la cobertura de vacantes y advirtió que la reforma penal no resuelve la inseguridad.
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El discurso de Gutiérrez, acompañado por la Corte en pleno, el gobernador, Elena Highton de Nolasco y legisladores nacionales, llegó a todas las cabeceras judiciales por videoconferencia. Foto: Flavio Raina

 

Emerio Agretti

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“Lo más democrático que se le puede pedir al Poder Judicial es que se conforme, que funcione, y que se exprese según lo establecido por la Constitución Nacional”. A la manera de una declaración de principios, la afirmación vertida por Rafael Gutiérrez en su discurso de apertura del año judicial encuadró así su visión del proceso de “democratización” de la Justicia lanzado por la presidente Cristina Fernández de Kirchner un año atrás, que chocó con el control de constitucionalidad de la Corte nacional.

Con todo, Gutiérrez se cuidó de aclarar que su postura no supone “una negación de las reformas”, sino solamente de aquellas que parten “de los influjos de una determinada coyuntura política”. Y en respaldo de ello reiteró el compromiso del Poder Judicial santafesino con el proceso de reforma procesal penal, no sólo en lo normativo e instrumental, sino especialmente en el aporte de recursos humanos e infraestructura.

En ese plano, destacó la puesta en vigencia del nuevo Código Procesal Penal, como “hijo directo del Plan Estratégico” concebido durante la gestión del recientemente fallecido ex gobernador Jorge Obeid -quien mereció un homenaje en el discurso-, al igual que “el compromiso brindado en esta última etapa” por el gobernador Antonio Bonfatti (en una breve lista de reconocimientos que omitió a Hermes Binner).

La “satisfacción” a este respecto expresada por el presidente de la Corte trajo consigo algunas advertencias: la complejidad que supone poner en marcha un nuevo sistema y al mismo tiempo administrar las causas remanentes del viejo, la falta de cobertura de muchos cargos de jueces penales -que llevó a arrancar con menos de lo que indica la ley, y con superposición de funciones entre ambos sistemas en algunos casos- y también, para la sociedad, que este innegable salto cualitativo en el mecanismo de enjuiciamiento “no es la panacea” para resolver el problema de la inseguridad.

“Es preciso recordar que la prevención de los delitos, el desarrollo de políticas que contribuyan a conformar un clima de paz social, corresponde a todo el Estado; pero de modo preponderante a los poderes Legislativo y Ejecutivo”, puntualizó.

Debe y haber

Como es costumbre, Gutiérrez dedicó buena parte de su mensaje a repasar los avances concretados desde el Poder Judicial en distintos rubros: desde la desconcentración de poder interno hasta los mecanismos de ingreso de empleados y concursos de funcionarios; la difusión de actos administrativos a través de la página web, que desde abril sumará también la base de fallos de la Corte; la habilitación de un 0800 para efectuar consultas, que tendrá un apartado especial para la recepción de denuncias sobre tenencia ilegítima de armas; la intensa tarea del Centro de Capacitación Judicial y la edición de tomos de jurisprudencia, por un acuerdo con el Sistema Argentino de Información Jurídica.

De hecho, la propia emisión en directo del acto a las cinco cabeceras de circunscripciones judiciales puso en escena otro logro, el de inaugurar un sistema propio y multipropósito de videoconferencia. A ello, se suman los avances en materia de firma digital e infraestructura edilicia.

Diálogo

El otro eje de la exposición, con referencia al último discurso de Ricardo Lorenzetti, fue el del diálogo entre los poderes y el respeto de las incumbencias de cada uno. “Es síntoma de buena salud institucional la existencia de canales de comunicación entre los distintos sectores del Estado, como rasgo de madurez política, tanto como de seguridad y previsibilidad”.

En ese sentido, se plegó a la preocupación por el flagelo del narcotráfico y la necesidad de abordarlo de manera conjunta; al tiempo que sumó su solidaridad con los funcionarios santafesinos amenazados (ver págs. 6 y 7).

Para el final, reservó una apelación a “el respeto y la mesura” que deben regir las discusiones institucionales, y al punto en que son importante tanto los modos como los contenidos de las ideas.

“Nadie consigue nada con agravios o ataques personales. Yo comparto plenamente estas ideas; y redoblo mi compromiso a transformarlas en hechos cotidianos. Tal vez abusando del marco de este acto, me permito agradecer, a título personal, el gesto que ha tenido la Corte recientemente respecto de declaraciones que ya son de público conocimiento, y que han afectado a mi persona; como así también a las numerosas expresiones de apoyo que he recibido en tal sentido”, añadió, en referencia a los dichos del defensor Gabriel Ganón.

Y remató invitando a todos los miembros del Poder Judicial “a mantener la seriedad y la responsabilidad en este nuevo rol, con la vocación de trabajo que nos ha caracterizado desde siempre”.

Ampliación

Una mención especial dentro del capítulo edilicio lo mereció el reinicio de la construcción del Segundo Cuerpo de los Tribunales de nuestra ciudad. Previo agradecimiento a Bonfatti, precisó que la primera etapa estará dirigida a lo que se ha denominado “sector sur” del edificio proyectado, ubicado en la intersección de las calles 9 de Julio y 3 de Febrero.

La construcción de esta etapa, consistente en 2 plantas de subsuelo y 5 pisos superiores (todo lo cual totaliza algo más de 10.000 m2), supondrá ganar un espacio físico útil que resultará valiosísimo para el desarrollo del servicio judicial, destacó.

Y sumó la expectativa depositada respecto de la pronta culminación de la construcción del edificio para la Justicia Penal de la ciudad de Rosario.

Mesa de diálogo

Gutiérrez dedicó un párrafo preferencial a la “preocupación en torno a la demora que viene exhibiendo, especialmente, el Consejo de la Magistratura, en la tramitación de los concursos públicos de aspirantes a magistrados”.

Tras hacer notar que “la provincia de Santa Fe, comparativamente, no tiene tantos cargos judiciales como otras provincias”, otorgó especial trascendencia institucional a la demora en la cobertura de vacantes.

“De los 364 cargos de jueces que tenemos en la actualidad en la provincia, 62 están vacantes. De éstos últimos, 33 están cubiertos con jueces subrogantes; mientras que los 29 restantes están literalmente vacíos”, enumeró.

Gutiérrez admitió que “el procedimiento de concursos, entrevistas y puntajes se ha hecho más detallado que en épocas anteriores. Sin embargo, esa novedad reglamentaria no debe hacernos perder de vista que debe primar, tanto como la excelencia en la selección, un elemental sentido de celeridad en los trámites; ya que -insisto- cuando las vacantes van creciendo más rápido que la tasa de cobertura de cargos, el riesgo de la denegación de justicia para los ciudadanos es cada vez mayor”.

Tras exhortar a las autoridades presentes a dar solución “urgente” al problema, lanzó la idea de convocar a “una mesa de diálogo integrada por representantes de los tres poderes del Estado, del Colegio de Magistrados y Funcionarios; y de los Colegios de Abogados y Procuradores. La tarea debería tener como objetivo principal el análisis del funcionamiento del actual sistema (teniendo en cuenta las experiencias de reglamentaciones anteriores), a los fines de llegar a un diagnóstico fundado sobre las fortalezas y las debilidades”.

En tal sentido, sugirió “prestar especial atención” a la experiencia del actual secretario de Justicia de la provincia y ex miembro del Consejo de la Magistratura de la Nación, Mariano Candioti. Y adelantó criterio de que el instituto debería ser constitucionalizado, pero sin incluir funciones administrativas o financieras, que deben quedar en cabeza de la Corte