Peor que ante Racing...
Colón corrió poco, pensó menos y no jugó a nada
Peor que ante Racing...
Colón corrió poco, pensó menos y no jugó a nada
Cancha rayada... Le cuesta en Sarandí. Festejan los jugadores de Arsenal mientras se lamentan los de Colón en una auténtica foto de lo que es el fútbol. El once de “Lechuga” Alfaro, que llegaba último, le ganó a Colón que sigue siendo el único puntero del fútbol en la Argentina a pesar de perder. Ahora, el miércoles llega All Boys a Santa Fe y el sábado visitará a Lanús en el sur del Gran Buenos Aires. Foto: Matías Nápoli
Enrique Cruz (h)
(Enviado Especial a Buenos Aires)
deportes@ellitoral.com
Se jugó mal y punto. No hay lugar para excusas, justificaciones ni cuestionamientos. Arsenal ganó bien, Colón jugó el peor partido del torneo, faltó la intensidad de otras veces, el campo de juego complicaba a los dos pero Arsenal, que tuvo más la pelota, fue también mucho más preciso en su manejo y no se notó el desgaste del viaje a Venezuela para jugar por la Copa ni tampoco los seis cambios que debió hacer Alfaro para armar un equipo rápido y adaptable a un campo de juego desnaturalizado.
Sabido es que este equipo de Colón necesita dar todo para emparejar potencialidades. El libreto es uno y se trata de desarrollarlo sea cual fuere el rival. Ceder la pelota y el terreno se ha transformado en una estrategia. A veces puede resultar peligrosa, pero generalmente conduce al equipo rival a la impotencia y a la repetición. Colón termina haciendo su propio negocio a partir de tener menos el balón pero de generar espacios para salir rápidamente en contragolpe. Las variantes no son demasiadas. Acá no existe la subida de los marcadores de punta —al menos eso ocurre cuando se juega de visitante— y sólo se piensa en algo más agresivo si se tiene que salir a buscar un resultado, como pasó ayer en los últimos minutos del partido.
Podrá sonar a arriesgado el hecho de jugar así, pero es lo que Colón sabe y puede hacer. Movido por la urgencia, este equipo se planta defensivamente. Juega a dejarlo venir al rival y a achicarle los espacios en su propio terreno para luego partir rápidamente de contragolpe. Puede no gustar ni ser agradable a la vista, pero es el libreto elegido y lo bueno es que se ha venido desarrollando con eficacia y convicción hasta el paso atrás que se dio ayer.
Uno de los principales problemas fue la falta de precisión y la escasa gravitación de los mediocampistas. Esto hizo que la defensa sufriera bastante y que la pelota casi no llegue a los de arriba. Más todavía, cuando Sperdutti y Montero empezaron a complicar por el sector derecho, Osella le pidió a Luque que no juegue tan adelantado sino que se vuelque más atrás para que Mansilla se pare cerquita de la dupla Meli-Videla, que no anduvo bien en la marca ni tampoco en la administración de la pelota.
Colón aguantó el primer tiempo gracias a Montoya, a la mala puntería de los rivales al momento de rematar al arco y al buen trabajo de la dupla de marcadores centrales, especialmente de Landa. Sin embargo, el gol de Arsenal llegó de la manera menos pensada. Se dio con un Colón que se había adelantado en la cancha, tibiamente, pero que recibió un pelotazo largo desde el campo adversario que encontró a Caraglio bien perfilado para dominar la pelota y meter un remate cruzado que no pudo tapar Montoya.
El gol fue un premio para Arsenal y un castigo para Colón. Arsenal estaba haciendo el gasto del partido y en Colón sobraban confusión y tibieza. Ni siquiera ese tan mentado sacrificio y entrega para correr mucho más que su rival, se hicieron presentes en la inestable tarde de Sarandí. Arsenal se hizo dueño de todo, fundamentalmente a partir de un buen trabajo de Rolle, inteligente y astuto para jugar a las espaldas de Meli y de Videla, participando en casi todas las jugadas de ataque de su equipo.
Zafaron los centrales. Alcoba y Landa, sin amarillas. Tanto el uruguayo (izquierda) como el ex Gimnasia (derecha) no fueron amonestados, por lo que podrán jugar la final anticipada del promedio frente a All Boys el miércoles a las cinco de la tarde en el Cementerio de los Elefantes. Fotos: Matías Nápoli
Ya las intenciones quedaron muy claras cuando Osella se inclinó por Matías Sosa en lugar de Curuchet a la hora de reemplazar prematuramente a Luque. Eligió un volante ofensivo con la idea de tratar de tener un poco más la pelota, cosa que no ocurrió. Y después, pensó en dos jugadores que están cargados de amonestaciones y que el técnico considera importantes para jugar el miércoles ante All Boys, y por eso sacó a Videla y a Graciani para tratar de llegar al empate con Poblete y Curuchet.
Siempre que se buscaron calificativos para definir a este Colón, se pensó por el lado de lo sacrificado y generoso que es este equipo a la hora de “matarse” adentro de la cancha. Pocas veces se puso el fútbol o el volumen de juego por encima de lo físico y de lo táctico. Nunca se habló de un equipo con individualidades desequilibrantes. No tiene un pensador en el medio, no tiene a alguien que haga la pausa, no tiene un goleador implacable arriba. La fórmula es el orden, la concentración, la disciplina férrea desde lo táctico para jugar un partido sin pelota y, lo más importante, la gran capacidad para correr mucho, a veces a expensas de convertirse en un equipo vertiginoso y poco claro para lastimar al adversario.
Colón no cambió el libreto, no abandonó esta idea original, no quiso jugar a otra cosa. Simplemente, nada le salió bien, ni siquiera aquello de correr, meter y luchar cada pelota como si fuese la última. Por momentos pareció un equipo que navegaba, desdibujado, entre sus imprecisiones, su manera casi permanente de perder la pelota con rapidez y la falta de aptitud física para superar al rival bajo la teoría del contragolpe.
Arsenal se encontró con un partido que parecía plantearse para el lado del gusto y placer de Colón, porque eso es lo que quiere, que el rival maneje la pelota y se venga para después contragolpearlo. Pero sin embargo, con mucha paciencia, sin desordenarse nunca y dejando muy pocos espacios, Arsenal se hizo dueño del trámite y terminó ganando sin objeciones.
"Lo miré a Diego Osella, apenas terminado el partido, y le dije: ‘Perdimos bien, no tenemos nada que decir ni reprochar’ ”.
Gerardo Alcoba
Defensor de Colón
síntesis
ARSENAL 1
COLÓN 0
Cancha: Arsenal.
Arbitro: Fernando Echenique.
Arsenal: Campestrini; Zaldivia, Braghieri, González Pirez y Damián Pérez; Montero, Marcone, Carrera y Rolle; Furch y Sperdutti. A.S.: Limia. Estuvieron en el banco: Valencia, Cardozo y Soria. D.T.: Gustavo Alfaro.
Colón: Montoya; Castillo, Alcoba, Landa y Bíttolo; Graciani, Meli, Videla, Mansilla; Alario y Luque. A.S.: Bailo. Estuvieron en el banco: Conti, Saín y Marcos Fernández.
Gol: en el segundo tiempo, a los 20 m Caraglio (A).
Cambios: en el primer tiempo, a los 35 m Sosa por Luque, en Colón. En el segundo tiempo, a los 15 m Caraglio (A) por Sperdutti y Matías Sánchez (A) por Montero; a los 27 m Curuchet y Poblete por Graciani y Videla, en Colón; a los 37 m Esmerado (A) por Rolle.
Amonestados: en Colón, Meli y Alario.
No pudieron pasar. Ninguno de los mediocampistas. No puede Meli, tampoco Luque. En realidad, nadie pudo en el uno a uno contra los de Arsenal. Las pocas horas que separan del partido con All Boys serán determinantes para saber si el golpeado Luque puede jugar pasado mañana. Fotos: Matías Nápoli
Bajo la lupa
MONTOYA (6).- Fue el mejor jugador de Colón y era el que sostenía el 0 en su arco. Había realizado dos grandes atajadas a Braghieri y a Furch. No pudo con Caraglio.
CASTILLO (5).- No tuvo grandes dificultades en la marca pero tampoco pudo aportar demasiado en el juego.
ALCOBA (5).- Estaba haciendo un partido aceptable pero Caraglio lo superó en el pelotazo largo que terminó en gol.
LANDA (6).- Más allá de algún error, fue el otro jugador de Colón para resaltar. En el primer tiempo no perdió casi nunca.
BÍTTOLO (4).- Complicado y desbordado, sobre todo en la parte inicial. Fue mejorando paulatinamente.
GRACIANI (4).- Muy frenado, sin su potencia característica y perdiendo en el mano a mano con Damián Pérez, a quien casi nunca logró superar.
MELI (5).- Fue de menor a mayor. Arrancó perdido y de a poco mejoró y empujó al equipo hacia adelante. Impreciso en el juego.
VIDELA (4).- Venía siendo un verdadero relojito pero no se lo vio bien ayer. Rolle le ganó muchas veces las espaldas.
MANSILLA (4).- Complicado con la posición de Sperdutti, que arrancó desde atrás. Se adelantó un poco más en el segundo tiempo, pero igualmente no tuvo gravitación.
ALARIO (4).- Perdió siempre con los dos centrales de Arsenal, que lo maniataron por completo. Escasísimo aporte y falta de presencia adentro del área.
LUQUE (4).- Había arrancado bien y parecía que Zaldivia lo iba a soñar toda la noche. Sin embargo, fue apenas una sola jugada. Le tomaron rápidamente la vuelta y se fue prematuramente del partido.
SOSA (4).- Algunas pinceladas de fútbol que salieron de su zurda, pero sin alcanzar para mucho.
POBLETE.- Entró poco en juego y no pudo salir de una confusión e impotencia generalizada.
CURUCHET.- Lo mismo para él. Un solo desborde en velocidad por el sector izquierda que terminó con una clara falta y amarilla para el rival.
"La cancha estaba pesada y ellos jugaron con mucho orden. Fue un partido de ajedrez y las piezas las movió mejor Arsenal. Algún día teníamos que perder”.
Jacobo Mansilla
Volante de Colón
El dato
Era gol