Prisión preventiva

Atrapan a un ladrón en una casa y lo entregan a la policía

  • El juez penal Eduardo Pocoví dictó la prisión preventiva para un joven de 20 años que tras sorprender a una familia dentro de su casa del barrio Guadalupe, fue reducido y entregado a la policía.
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“A esas personas que fueron agredidas también es humano garantizarle la vida, el patrimonio y la privacidad”, subrayó el magistrado. Foto: Mauricio Garín/Archivo

 

Juliano Salierno

jsalierno@ellitoral.com

“En esta sociedad estamos tolerando ataques contra las personas en la vía pública, pero pasar la raya y meterse en el dominio privado no debe pasarse por alto”, dijo el juez penal Eduardo Pocoví en una audiencia de prisión preventiva celebrada hoy en la Sala I de los tribunales locales. En esos términos se refirió el magistrado, que privilegió los derechos de las víctimas en un intento de robo ocurrido en una casa de familia del barrio Guadalupe.

La continuidad de la medida privativa de la libertad alcanza a un joven de 20 años que durante la siesta del 1º de mayo ingresó a una casa de la calle Tacuarí al 7900 mientras sus moradores se encontraban en la cocina dándole de comer a su hijo.

Quien en realidad sorprendió al intruso fue la mujer, que lo enfrentó cara a cara en su dormitorio, pero escapó a los gritos cuando éste le apuntó con un arma que, luego se supo, era de utilería. Desconcertado por el estado de su mujer, el hombre corrió hasta el cuarto y se trenzó en lucha con el desconocido, al que logró reducir gracias a la ayuda de uno de sus hermanos, vecino del lugar, que acudió al pedido de auxilio de su cuñada. Lo ataron con cinta de embalar y lo entregaron a la policía, que desde el dormitorio se llevó una pistola de juguete y un rayo de bicicleta de unos 15 cm de largo, con el cual alcanzó a lastimar al dueño de casa en uno de sus brazos.

“Estoy jugado”

Durante todo ese trance, el muchacho amenazó a sus víctimas diciéndoles cosas como: “estoy jugado” y “no me importa ir preso”, tratando de amedrentarlos para que lo dejen ir.

Por ese hecho el joven agresor fue llevado a tribunales donde el fiscal Omar De Pedro le imputó los delitos de “tentativa de robo calificado por efracción” -rompió una reja para ingresar a la casa-, “uso de arma de utilería” -pistola de juguete- y “uso de arma impropia” -un rayo de bicicleta-; y este lunes en una nueva audiencia, el mismo funcionario reclamó el dictado de la prisión preventiva.

Por su parte, el defensor público Javier Casco, planteó un encuadre legal diferente, aduciendo que se trató de un “hurto calificado en grado de tentativa”, ya que no se pudo acreditar la rotura de la reja y su defendido aseguró que la ventana del dormitorio estaba abierta. Y si bien expresó que se trató de un delito excarcelable, el Dr. Casco pidió medidas alternativas a la prisión preventiva que fueron denegadas de plano por el juez.

Amenazas y lesiones

“Entiendo los argumentos de la defensa sobre la libertad de las personas como derecho fundamental” introdujo el juez Eduardo Pocoví en su fundamentación, pero aclaró que “en su caso también tiene excepciones”.

Cuestionó que a los 20 años, cuando “recién empieza la vida” una persona pueda decir que ‘está jugado’ y ‘no tiene nada que perder’, sin embargo reconoció que también “hay que darle oportunidades”.

Pero atento a “las amenazas con las que intentó persuadir a sus víctimas” optó por proteger sus derechos ya que “las personas que sufrieron el hecho deben volver al lugar y es una circunstancia que deben sobrellevar” porque el agresor “los enfrentó en su propio ámbito familiar, las amenazó, poniéndolos en riesgo”.

“Aún en grado de tentativa puedo tener como probable una pena privativa de la libertad”, sostuvo el Dr. Pocoví, atento a que “el delito que se le atribuye es importante” y que si bien “las lesiones fueron leves, demuestran que hubo violencia en las personas”.

Garantizar la vida

El juez Pocoví destacó que “una sociedad democrática se hace respetando los derechos, pero todos los derechos. No sólo es la libertad de las personas” sometidas a proceso la que debe defenderse. “A esas otras personas que fueron agredidas también es humano garantizarle la vida, la integridad física y psicológica, el patrimonio y la privacidad”.

“En esta sociedad estamos tolerando ataques contra estos derechos que lamentablemente vienen del individuo”, y se producen por lo general “en la vía pública”, “pero pasar la raya y meterse en el dominio privado no debe pasarse por alto”.

Finalmente el magistrado se refirió al preso que estaba sentado junto a su defensor y le dijo: “Me gustaría que tuvieses un trabajo y así encontraras sentido a esta etapa de la vida para vos”. No obstante confirmar la prisión preventiva, el juez dejó abierta la posibilidad de que de aquí a un tiempo el caso pueda ser revisado.

"A esas otras personas que fueron agredidas también es humano garantizarle la vida, la integridad física y psicológica, el patrimonio y la privacidad”

Eduardo Pocoví,

juez penal

"Una sociedad democrática se hace respetando todos los derechos”

Eduardo Pocoví,

juez penal