PATRICK MODIANO

El Nobel y el cine

El nuevo premio Nobel de Literatura acredita en su carrera una estrecha relación con el séptimo arte. Cuatro de sus obras fueron adaptadas a la pantalla grande, fue jurado en el Festival de Cannes y escribió guiones.

El Nobel y el cine
Cine y literatura se entremezclan en la trayectoria de Modiano, porque son sus dos grandes pasiones, como reconoció muchas veces. Foto: EFE
 
 

De la Redacción de El Litoral

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El flamante Nobel de Literatura 2014, el francés Patrick Modiano, es un conocido amante del cine. No sólo cuatro de sus obras se han convertido en películas, sino también fue jurado en el Festival de Cannes y participó en guiones como el de “Lacombe Lucien”, de Louis Malle. Su colaboración con Malle en 1974 en una historia de la ocupación alemana en Francia durante la Segunda Guerra Mundial, tema recurrente en sus novelas, le valió una nominación a los premios Bafta del cine británico.

Y el guión de “Bon voyage” (2003), otra historia sobre los franceses bajo la ocupación alemana, que escribió junto al realizador del filme, Jean-Paul Rappeneau, optó a un César del cine francés, aunque nuevamente se quedó sin premio.

Fueron sus dos incursiones más destacadas en un mundo, el del cine, que se intuye además en una forma de escribir incisiva y en la que se dejan ver ecos de una estrecha relación con el mismo, tal vez heredada de su madre, la actriz belga Louisa Colpeyn. Así lo consigna la agencia EFE.

La figura de su madre se vio reflejada tanto en sus novelas como en sus personajes en el cine, con mujeres frágiles y heridas, tratadas con delicadeza, como la Silvia de “Domingos de agosto”. Pero también personajes oscuros y complejos como los protagonistas de películas como “Bon Voyage”, interpretados por Gérard Depardieu e Isabelle Adjani. Una carrera en la que cine y literatura se han entremezclado porque son sus dos grandes pasiones, como reconoció muchas veces.

Godard y Fellini

Los primeros contactos de Modiano con las salas de cine coincidieron con la explosión de la nouvelle vague, con filmes como “Los cuatrocientos golpes”, uno de sus primeros recuerdos cinematográficos, recordaba el escritor en una entrevista en 1990.

“Cuando veía los primeros filmes de Godard, tenía la impresión de que los veía ya en el pasado, lo que le da encanto a esas películas, el encanto del París que se ve en ‘Sin aliento’ y que se mantuvo con los años”, relataba el escritor con un gran cariño y respeto por el cine.

“La Dolce Vita” y otros trabajos de Federico Fellini son películas que también impresionaron a Modiano, espectador exigente que sólo por el título decidía si le interesaba participar “en el misterio del cine”. Un misterio que le atrajo siempre y le llevó a colaborar en otros largometrajes, adaptando sus propias obras y las de otros.

En 1983, el realizador egipcio Moshé Mizrahi llevó al cine su novela “Una juventud”, y en 1994 Patrice Leconte adaptó “Villa Triste”, que en su paso a la gran pantalla se convirtió en “El perfume de Yvonne”.

Jurado en Cannes

Modiano escribió el guión de “Le fils de Gascogne” (1995) junto a Pascal Aubier, realizador del filme, y adaptó al cine su obra “Domingos de agosto”, que derivó en la película “Te quiero”, dirigida por Manuel Poirier. En 2006, Mickhael Hers estrenó “Charell”, basada en “Tan buenos chicos”, y Benoit Jacquot prepara ahora la adaptación de “Joyita”.

Y en el camino quedaron proyectos que no se llevaron a cabo, como el guión que escribió en 1977 sobre un gángster moderno, Jacques Mesrine, que estaba previsto que protagonizara Michel Audiard. Historia que acabaría en el cine años después, con Vincent Cassel como el famoso gángster, en dos películas que se estrenaron en 2008.

Un amor por el cine que incluso le llevó a ser miembro del jurado del Festival de Cannes en 2000, en el que la Palma de Oro fue para “Bailarina en la oscuridad”, de Lars von Trier. Y también a escribir, en colaboración con Catherine Deneuve, un libro sobre Françoise Dorelac, la fallecida hermana de la actriz: “Se llamaba Françoise...”.

En 1996, casi treinta años después de la muerte de Dorelac, Modiano escribió un bello texto titulado “El 21 de marzo, el primer día de la primavera”, en el que retrata a Françoise con una gran ternura: “A la vez tímida y audaz. De gestos abruptos, pero con una ligereza de alga. La extravagancia pero también los tormentos secretos”.