llegan cartas
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Maltrato a los pasajeros en Aerolíneas Argentinas
RICARDO ANTONIO LUNA
DNI. 12.884.731
Como de costumbre: problemas con los vuelos de cabotaje de Aerolíneas Argentinas. Nadie nos escucha, nadie nos responde, a nadie le interesa el usuario, el que paga y sufre todo tipo de atropellos.
Puntualmente el viernes 21 de noviembre 2014 viajé ida y vuelta desde Santa Fe a Buenos Aires y viceversa, con hora de salida 10.20 a media mañana desde mi ciudad y regreso a las 20.10 a cargo de Sol Líneas Aéreas. Vuelos AR 2713 y AR 7584. A partir de las 20 no sé qué sucedió en Aeroparque: si fueron los maleteros, los despachantes, los empleados u otros que literalmente nos dejaron “en banda”, sin explicación alguna, y comenzamos a deambular en busca de información que nunca llegó.
Finalmente nos despacharon por Sol a las 22.45 vuelo BR 5667 con destino a la ciudad de Paraná, y desde allí por transporte terrestre hasta Sauce Viejo, es decir llegamos a nuestro hogares casi a las 3.
Entonces, mi pregunta final es: ¿quién se hace cargo del tiempo perdido, de la incertidumbre, de la falta de información adecuada, del manoseo, de la falta de respeto y educación para con el ciudadano común?
Tampoco fueron capaces de brindarnos un vaso de agua, un café o un pedazo de pan. ¿No existen el resarcimiento, las disculpas, admitir los errores internos de la línea de bandera?
Moraleja: Simple y sencillo “a llorar al campito”.
La pasión sabalera de un joven
GONZALO SIMONI DEMARÍA
gonzasimoni@hotmail.com
Soy un chico de 14 años y junto con los demás hinchas sabaleros me hago eco de estas palabras y de este mensaje para los jugadores: espero que sirvan de aliento para el próximo partido y que ellos dejen todo en los 96 minutos de juego.
Esto es lo que les decimos: “Colón alguna vez llegaré a ti y te veré levantando la copa de los dioses, bebiendo el néctar de las flores, festejando el deseado ascenso. Los rayos del sol, abriéndose paso, lucharon contra las incesantes nubes negras que intentaron robarte los sueños así como las esperanzas; pero la victoria ya es nuestra y nadie podrá quitarnos eso. Me aferraré cada vez más a ti Colón, dando vueltas olímpicas, inolvidables e interminables”.
Hoy espero ese gran día, para que todos podamos disfrutar de esa alegría con nuestros seres más queridos. Ahora, rezamos y cuando logres el ascenso yo disfrutaré cada segundo de mi vida como si fuera el último. Cuando salgas campeón, Colón, yo podré descansar en paz como todo el pueblo sabalero.
A nosotros nadie nunca nos regaló nada y siempre esta hinchada sacó fuerzas de penumbras interminables. Por eso, nuevamente les pido a ustedes, los jugadores, que hagan todo el esfuerzo, también por sus familias que alientan por ustedes, y por este pueblo que los aclamará. Ésta es una batalla que ganaremos entre todos. Vean videos, aliéntense mutuamente con sus ídolos. Olvídense de lo que pasó el sábado 29. La fecha que viene es la última, y no es un partido más, éste va a quedar en la historia y ustedes van a escribir esa página.
Y a la hinchada les digo: tenemos que demostrar que somos más que una ciudad, éste no puede ser un recibimiento común y corriente. Tiene que ser mucho mejor.