miles de personas en la plaza 25 de Mayo

El legado “Ni una menos”

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Un mismo pedido. La movilización convocó a miles de santafesinos que se unieron bajo una misma consigna: decirle no a la violencia machista.

Foto: Pablo Aguirre

 

Salomé Crespo

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@salomecrespok

Santa Fe dijo basta. Ayer, al igual que en las principales ciudades del país, tuvo lugar en la capital de la provincia la movilización Ni una Menos, en contra de la violencia de género.

Desde las 16, la plaza 25 de Mayo se pobló hasta la última baldosa, pacíficamente y bajo la misma consigna. Referentes y militantes, organizaciones sociales y partidarias, vecinos, políticos, gremialistas, candidatos, funcionarios judiciales, provinciales y municipales, le pusieron el cuerpo a la imperiosa necesidad de frenar la violencia machista y los femicidios.

La manifestación no tuvo un acto central, fue un momento de convivencia armónica incluso entre aquellos santafesinos con ideologías políticas antagónicas e irreconciliables. Sí, se realizaron intervenciones artísticas, se leyeron algunos documentos con reclamos concretos ante los distintos niveles del Estado y la Justicia, para hacer frente a la crítica situación que atraviesan la provincia y el país, ante la reiteración de los casos. El único acto repudiable fue la pintada que un grupo pro aborto, estampó contra las pared que da a calle San Jerónimo de la Catedral Metropolitana.

Pero, ¿qué dejó como legado la manifestación? La titular de la ONG La Casa del Encuentro, Fabiana Tuñez, que trabaja en la asistencia a víctimas de violencia y sus hijos desde 2003, celebró la repercusión de la movilización.

Esta mañana, en diálogo con El Litoral, Tuñez apuntó que por primera vez en la historia del país las comunidades se unieron y manifestaron por la problemática de la violencia de género. “El planteo fue claro: no queremos más violencia, no más femicidios. La marcha transversalizó la sociedad y eso es muy positivo”, remarcó Tuñez y agregó que para las víctimas y sus familiares “fue un gran abrazo”.

La masiva respuesta social de ayer es, en parte, el resultado de la visibilización de la problemática en los medios de comunicación. Los crímenes de mujeres ya no son pasionales, son femicidios, tal como lo establece el Código Penal.

“A partir de hoy, debemos hablar más en los hogares sobre lo que significa un vínculo afectivo, sobre cuáles son los parámetros de igualdad. Los medios de comunicación deben informar sobre los dispositivos de asistencia a las víctimas en todas las localidades de la provincia”, recalcó la referente e hizo hincapié en un punto fundamental: si bien el Ni una Menos se replicó en las ciudades, la violencia de género no es un flagelo exclusivo de las grandes urbes.

“No es lo mismo sufrir violencia de género en las capitales provinciales que en el interior. Ahí no llegan los dispositivos de asistencia a la víctima. Es fundamental capacitar a la fuerza de seguridad y a la Justicia con una perspectiva de género. A la hora de tomar una denuncia en un pueblo, por falta de conocimiento o por la ideología machista, tienden a desalentar o a revictimizar a la mujer”, consideró Tuñez.

“El día después”, entonces, es un paso en un extenso camino en el que se espera la urgente y efectiva actuación del Estado y la Justicia. Significa reforzar un círculo virtuoso de cambios en la educación y lo cultural, que tuvo una instancia pública e histórica, con plazas colmadas diciendo “basta”.