Nueva voz santafesina que no tiene límites
Agostina Arnold
Nació en Santa Fe, desde muy pequeña vive en Santo Tomé y tiene 22 años. Su belleza y simpatía la destacan, pero más sobresale por su vocación absoluta por la música. Estudia Arquitectura en la UNL y es la voz de la banda “Blue” que hace soul, blues, rock y covers en inglés. Integró el espectáculo “Cinco mujeres del Rock” que se presentó en nuestra ciudad con gran éxito.
TEXTOS. LUIS GUDIÑO. FOTO. LUIS CETRARO.
SUS INICIOS. “Empecé a cantar desde pequeña. A mi padre Juan Carlos -ingeniero- le gustaba mucho la música, la escuchaba en casa permanentemente, a mi se me pegaba y cantaba; él decía que yo tenía oído. Cuando falleció, muy joven, mis hermanos, especialmente el más grande, continuaron con las raíces musicales de él: su sueño era cantar en un coro. Cuando era chica, a los 15 ó 16 años, tenía una bandita en mi barrio: batería, guitarra y yo, nada más. Luego me invitaron a cantar en Stanley, con la Litoral Blues, y conocí a los chicos con los que hoy formamos ‘Blue’. Poco a poco comenzamos a cantar en pubs, el estilo nuestro es más ‘tranqui’, en inglés; el blues y soul tienen su gente, su estilo. Nos fueron invitando y ahora tenemos una agenda bastante nutrida. Hemos conocido mucha gente en las presentaciones y lo importante es que la pasamos bien, nos hicimos de amigos y, junto a los familiares, nos siguen siempre”.
CANTAR Y DIBUJAR. “Es difícil combinar la arquitectura y la música, pero se complementan. Los primeros tres años de carrera los hice al día, tuve que aflojar, tomar decisiones. A partir del año pasado decidí bajar un cambio y darle a la música el lugar que tiene en mi vida. Se metió en mi vida y yo dije: ‘está bueno, tiene repercusión’. Voy y vengo a Santo Tomé, me la paso viajando, además trabajo con un arquitecto y de dibujante, haciendo experiencia: completito lo mío. El disparador para que cante blues fue la película ‘Cadillacs Records’, que habla de cómo se conforma el proceso de la música afroamericana y su crecimiento en Estados Unidos, la historia y cómo pasa luego al rock and roll hasta aparecer Elvis Presley. Conocí a Chuck Berry, Etta James, y deliré. Me encantó, quedé deslumbrada. Nuestra banda es como un collage musical. Los chicos vienen de distinto ‘palo’, del rock, de la cumbia, pero nos gusta este estilo y fuimos muy aceptados”.
DISFRUTAR Y CRECER. “En este momento estoy disfrutando, creciendo, no veo un límite. Me gustaría llegar a componer, me cuesta por los tiempos. Hice algunas letras, pero es difícil arrancar. Soy muy exigente y no me animo al primer error, a encontrarme con algo que no es bueno de entrada. Soy muy inquieta, no me puedo quedar en la rutina, ni en lo básico, estoy buscando continuamente el cambio; si no estoy conforme con algo, simplemente paso a otra cosa. Estoy en la búsqueda constante. Soy bastante romántica a la hora de escribir y la música negra es mi raíz. No escribo letras existenciales, voy a casos concretos que me pasan en su momento”.
MUJERES DEL ROCK. “Caí de última, fui la última en entrar al grupo. Es una producción netamente santafesina que rinde homenaje al legado de las grandes voces femeninas del rock nacional. El show se presentó en la sala Mayor del Teatro Municipal. La dirección general y musical fue de Jorge Villalba, y las intérpretes fuimos Daiana Pividori, Elisabet Pistoni, Daniela Romano, Fabiana Paulón y yo. Una gran experiencia, realmente muy linda y enriquecedora. Cuando me invitaron, dije: ‘cinco chicas, con todo lo que eso supone’. Pero fue espectacular, cada una de distintos géneros, y el plantel de músicos excelentes. Cuando hay tanto talento y muy buena disposición, es fácil de llevar a cabo estas cosas. A esta escala fue mi mayor actuación. Antes me invitaron a grabar, colaboré en discos, canté con varios músicos, pero no en puestas en escena como ésta. Me pone muy contenta, es un reconocimiento importante”.
CARRERA ASCENDENTE. “La parte humana es la que te lleva para que en el escenario se den las cosas naturalmente. Se dio todo tan rápido que mis seres queridos lo van viviendo de forma tan acelerada como yo. Tengo muy en claro que nunca voy a perder de vista quién soy, de dónde vengo, cómo se me van dando las cosas y quiero mantener la humildad siempre. Estudié 6 ó 7 años de academia de inglés. Unos meses estudié con Gustavo Cortés, cantante de ‘Sig Ragga’. Considero que tengo un tono de voz medio, mezzosoprano; es cuestión de trabajar el registro y llegar a los bajos. Me cuestan un poquito más los altos, se me va como agudita la voz y es molesta, así que los controlo. Al repertorio lo armamos entre todos los del grupo, si gusta mucho algo, queda. Hay para todos los gustos”.
PERSONAL
- Mi familia: Mi mamá Raquel, mi papá (que trabajaba en El Litoral) Juan Carlos; mis hermanos Rodrigo, Fernanda, Matías y yo, la más chiquita.
- Comida preferida: Las pastas... Tengo un problema con las harinas.
- Ropa predilecta: Jeans, ropa suelta, las remeras holgadas y muchos vestidos.
- Un color: El azul, no tanto Francia, sino marino, me transmite linda energía.
- Un paisaje: Tengo pintadas las sierras de Córdoba
- Otros hobbies: No tengo tiempo (risas). Me junto con mis amigas y voy al gimnasio.
DEFINICIONES
- “Soy insoportable, mandona, un tiro al aire. Soy de piscis, muy pasional, no me guardo nada, no tengo filtro y eso me trae problemas. Tengo pocos amigos, pero estoy feliz. En mi vida quedaron las personas que están para todo y me quieren como soy”.
- “Me gustaría viajar más. Estoy muy conforme con mi vida. Me gusta mucho la calle, tratar con gente, la música, tomar mates con mi madre: las cosas simples me llenan mucho”.
- “Guardo, escondo lo que escribo. Perdí muchos recuerdos, pero me gusta revisar los álbumes de fotos. Me agarra melancolía, pero me consume el presente”.
- “Cuando subo al escenario me encuentro conmigo misma. Es todo para mí. Supero los nervios y doy todo. Es mi lugar en el mundo. Me siento cómoda y canalizo un montón de cosas. Creo que uno nace para eso. Me gustaría ir a teatro, hacer expresión corporal, estudiar música. Ya encontraré el momento”.