La iniciativa de industrias penitenciarias
La iniciativa de industrias penitenciarias
El Iapip cumplió 30 años de capacitación
El proyecto del Iapip festejó su aniversario con un acto realizado en Coronda. Los talleres son una herramienta de reinserción para lo internos antes de salir en libertad.
Algunos de los productos que se fabrican y que están a la venta en los salones de Santa Fe, Coronda y Rosario. Foto: Gentileza Ministerio de Seguridad
Más de 400 reclusos en los penales de la Provincia de Santa Fe forman parte de distintos programas de capacitación en oficios. Cerca de 100 profesionales brindan semanalmente talleres sobre panificación, herrería, carpintería, armado de colchones, sastrería, mimbrería, confección de muebles de caña, escobas, huerta y granja, albañilería, construcción, talabartería y radio. Esta última lleva 10 años brindándose.
El pasado jueves celebraron sus 30 años de desarrollo en la provincia con un acto en el salón de exposiciones ubicado en la ciudad de Coronda. En el mismo estuvieron presentes el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro; el secretario de Asuntos Penitenciarios, Pablo Cococcioni; el director de Servicio Penitenciario, Juan Martinez Saliba; el director del Instituto Autárquico Provincial de Industrias Penitenciarias, Cristian Bortolotto; la directora de Relaciones Institucionales Penitenciarias, Lucia Masneri Calderari; el intendente de Coronda, Matias Calvet; concejales y autoridades penitenciarias y policiales.
Durante la ceremonia Pullaro expresó que “debemos destacar el rol y el esfuerzo económico y de recursos humanos del servicio penitenciario para que los internos puedan salir con nuevas oportunidades una vez cumplida la condena” y que “apostamos a la educación y a brindarles a los internos las herramientas necesarias mediante talleres de oficio a fin de fortalecer y promover la igualdad en la sociedad”.
“La intención es que las personas que hoy están alojadas en los distintos penales de la provincia puedan tener una herramienta más para su reinserción a la hora de salir en libertad” contó Cristian Bortolotto director del Instituto quien agregó que “en algunos casos hay personas que llegan a la Unidad Carcelaria con algún conocimiento del oficio y aquí deciden seguir profundizándolo como se da en algunos internos de los talleres de sastrería y talabartería”, sostuvo el funcionario.
Hay cursos que tienen mayor convocatoria que otros. En el “ranking” de los preferidos figuran herrería y carpintería. Son los dos en donde se anota mas gente.
Por la reinserción
El Iapip tiene como misión brindar a las personas privadas de libertad, alojadas en las distintas unidades penitenciarias, un oficio a través de diversos talleres, colaborando a su reinserción. Uno de sus proyectos es el de la panificadora Furman en la ciudad de Santa Fe. Una iniciativa impulsada por el Gabinete Social de la Provincia y coordinado por los ministerios de Seguridad, a través de la Secretaría de Seguridad Comunitaria, de Desarrollo Social, de Justicia y Derechos Humanos y el propio Iapip.
El proyecto consta con un equipo de 110 profesionales que son los encargados de llevar las riendas de las clases que semanalmente se imparten en los penales de la Provincia. Las capacitaciones son de dos tipos, en el caso de la mencionada panificadora Furman sólo pueden acceder aquellos que cuentan con el beneficio de salidas. La segunda opción, la de las clases intramuros son para los internos que no cuentan con este privilegio. El ingreso a las capacitaciones son de tipo voluntario y cuentan con una carga horaria de 15 horas semanales.
El curso de panificación se brinda en el Instituto Correccional Modelo de Coronda (Unidad 1) y en la Unidad Penitenciaria de Piñero (Unidad 11), el de herrería en la U1 y en el Instituto de Detención de Santa Fe “Las Flores” (Unidad 2), el de carpintería en la de Coronda, en Las Flores y en la Unidad Carcelaria de Rosario (Unidad 3).En Piñeiro se dictan también colchones y sastrería, en Coronda talabartería, construcción, albañilería, huerta y granja, confección de escobas, radio y muebles de caña, en la U2 de Las Flores se suma el trabajo con mimbre y para finalizar la lista el curso de sastrería se ofrece en los penales de Piñeiro, la Unidad 4 de mujeres en ciudad de Santa Fe, la 5 de mujeres en Rosario y también en Coronda.
Lo producido en los talleres de oficio se expone para la venta en salones que el Iapip tiene para ese propósito, de esta manera además de la propia formación para la reinserción de los detenidos se le agrega un valor que ayuda a reconstruir la autoestima de la persona. El destino de los fondos de las ventas se utiliza para el equipamiento de los talleres, compra de insumos para los mismos, indumentaria para los internos que concurren a los talleres de capacitación y proyectar la apertura de nuevos talleres. Por Ley, el Iapip no puede generar ganancias.
Los comercios en donde se pueden adquirir los productos están distribuidos en Coronda, Santa Fe y en Rosario.
Los reclusos que acceden a las capacitaciones son seleccionados por una junta de laborterapia formada por terapeutas, psicólogos, personal del Servicio Penitenciario y del Iapip. “Estamos trabajando con algunas instituciones para aumentar el espacio en el cual se brindan las capacitaciones” sostuvo Bortolotto quien remarcó la necesidad de avanzar con el proyecto para facilitar al preso la posibilidad de una reinserción social.