A un par de semanas del partido del año

El fútbol argentino, ese “ricachón” que agoniza

Nadie explicó el porqué, pero la AFA pidió jugar el 5 de octubre contra Perú en la cancha de Boca. Menotti y Bilardo, críticos; Bianchi optimista: ¿quién nos ayuda?

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Una de las formaciones que puso Bilardo en el Mundial de 1986. Un proceso plagado de dificultades —Eliminatorias incluida— y que terminó de la mejor manera con un Maradona excepcional.

Foto: Archivo El Litoral

 

Darío Pignata

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Calle Viamonte 1366 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Allí, como canta Lerner, “el eco de la gloria duerme en un placard”. En esas vitrinas, hay dos réplicas de la Copa del Mundo de la Fifa que inventó el italiano Silvio Gazzaniga, después que el Brasil de Pelé en 1970 se llevara la Jules Rimet a su casa al ganar tres campeonatos.

La ganamos en el 78, de locales, con César Luis Menotti, al derrotar 3-1 a Holanda. Silencio... habla Menotti:

— “El fútbol es como el tango, no se puede andar corriendo todo el tiempo. El fútbol tiene pausa, tiene aceleración, tiene ritmos, tiene cambios”.

— “La Argentina juega desde el vértigo, y eso es el peor enemigo de un futbolista. Cada vez que agarra la pelota sale corriendo para adelante”.

— “Fue un espanto lo que hicimos contra Venezuela de local. Ahora resulta que ponen drones, dan charlas, ponen catorce tipos para laburar, y cuando agarra la pelota Messi sale corriendo para adelante a ver si se puede gambetear a todos”.

A esa misma Copa del Mundo, la volvimos a ganar, de visitantes, en México 86, de la mano de Carlos Salvador Bilardo, al derrotar 3-2 a Alemania en el DF. Suficiente autoridad como para que “el Narigón” opine. De yapa, subcampeón del mundo robado por Codesal en Italia 90. Silencio... habla Bilardo:

— “Argentina, los dirigentes del fútbol y el entrenador tendrán que tomar medidas fuertes, fuertes. No pueden estar flojitos. Acá no podés perdonar nada. Si perdonás, fuiste”.

— “Yo voy a estar siempre para Argentina. Llegar me costó un triunfo. Yo tenía periódicos, de los fuertes, en contra. Y los más livianos, a favor”.

— “Perú será bravo. Siempre se cruza Perú, que siempre tuvo buenos jugadores en el mediocampo y adelante, gente que convierte. Es un equipo difícil”.

Hoy, a dos fechas del final de las Eliminatorias, la dolorosa tabla nos muestra en Repechaje. Y si bien es cierto, como escribió y musicalizó el inmortal Atahualpa Yupanqui: “Con uno lloro pa’llorarlo, con un rezo para rezar, con un horizonte abierto, que siempre está más allá”, hoy el presente duele. Aunque nos aferramos a que el horizonte siempre está más allá.

La Argentina agoniza, adentro y afuera de una cancha. De esta cancha, de aquella cancha, de la otra cancha... ¿Saben qué? Ahora, resulta que el problema es la cancha.

El problema no es que cambiamos de entrenador como de contraseñas: tres en 16 partidos. Apenas sumamos la mitad de los puntos, hicimos sólo un gol por partido, casi lo mismo que recibimos. Pero el problema es la cancha. El problema es quién canta el himno. Y el problema es tener a la gente cerca. La verdad, que algunos de estos tipos quieran tener a la gente cerca, me parece el chiste del siglo. Justo ellos, que se cagan en la gente.

La Selección Argentina es ese bisabuelo millonario que agoniza en terapia. Pero nadie va a darle un beso. Unos le chorean al pobre viejo moribundo el reloj, algunos lo bolsillean y otros buscan desesperadamente la herencia. Nadie le da un beso, una caricia, un “te quiero” o “gracias por todo”.

Los de afuera (Menotti, Bilardo) no ayudan, los de adentro tampoco. Sampaoli, el menos responsable de todos los responsables, entra en la jodita. ¿Otra vez a Europa a visitar a cada jugador en su casa, para hablar y sacarse la fotito? Hace un mes ya lo hizo, se nota que no prendió el mensaje: habló mal o lo escucharon peor los players.

Usar una cancha más chica, la acústica, la resonancia y no se qué carajo más de La Bombonera parece un chiste. No puede ser en serio la foto de Tapa, Angelici y Donofrio pidiéndole al presidente de la Conmebol que acepte el cambio de cancha. Ahora, falta que la semana que viene le pidan directamente que nos dirija Pompei contra Perú.

En medio de tanto caos, el que tendría que estar más resentido que todos, porque siendo el mejor en su momento no fue designado con el buzo de DT de la Selección, “el Virrey” Carlos Bianchi dice lo suyo. Silencio... habla Carlos Bianchi:

— “La Selección Argentina va a clasificar. Lo voy a lamentar por ‘el Flaco’ Gareca, pero creo que vamos a estar en Rusia. Lionel Messi es el jugador más grande de todos los tiempos”.

— “Lo que pasa es que el fútbol en Europa es muy diferente. Los que están allá perdieron la costumbre de jugar en Sudamérica porque no se juega al fútbol. En Sudamérica se lucha, agarramos, chocamos, trampeamos, discutimos... Llega un momento en que es aburrido”.

Para Carlos Bianchi es cultural. La verdad es que no hay una sola verdad. Ganamos seis, empatamos seis y perdimos cuatro. Con Messi y sin Messi. Con los amigos y sin los amigos.

Repaso las famosas cláusulas de rescisión: Messi 300 millones de euros, Dybala 120, Higuaín 90 y el Kun a punto de tener un blindaje similar. Sin embargo, necesitamos embarrar la cancha para ganarle a Perú. Una vergüenza.

Quedan seis puntos y dos fechas. Perú en la cancha cambiada y Ecuador en la altura. Si lo necesitamos, ¿pediremos jugar en el llano de Guayaquil en la última fecha? Otra vez diremos que en Quito la pelota no dobla.

Llevamos el auto al borde del precipicio... estamos al borde de la cornisa... casi a punto de caer... en esta imaginaria Persiana Americana.

Tienen que jugar al fútbol... tienen que sacar lo mejor de lo peor... tienen que dejarse de joder con la cancha, el himno y la prensa. Dejen sangre, rieguen sudor, larguen lágrimas.

Si no la conocen, espíen la historia. Fue el propio Gabriel Omar Batistuta el que contó que casi todos ustedes lo ignoraron y ni siquiera lo saludaron cuando entró al cibernético vestuario de esta Selección.

En lugar de ir a sacarse fotitos a Europa, Sampaoli debió quedarse y prepararles un video a estos jugadores...

... Un video que muestre el tobillo de aquel Diego, ese tobillo estaba más hinchado que el cuerpo del actual Diego.

... Un video que muestre a Leopoldo Jacinto Luque jugando con su hermano muerto y la camiseta ensangrentada.

... Un video que muestre el pedazo de dedo que perdió Nery Alberto Pumpido entrenando en el predio de Ezeiza.

... Un video que lo muestre al “Tata” Brown con el hombro sacado y el brazo colgando del agujero en su remera.

Como el horizonte siempre está más allá, tienen en 20 días el partido de sus vidas. Hagan contra Perú lo que tienen que hacer. Hagan ahora lo que no hicieron en los 16 partidos anteriores.

Cumplan con su deber, jueguen a la pelota...

Si así no lo hicieren, que Dios y Maradona se lo demanden...

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El equipo del Flaco Menotti en 1978, una conjunción de jugadores con mucho “hambre de gloria”, que jugaban en nuestro país en su gran mayoría (salvo Kempes) y que coronaron una brillante etapa que marcó un antes y un después.

Foto: Archivo El Litoral

Agüero clavó tres... ¿teléfono para Sampaoli?

El delantero argentino Sergio Agüero se despachó con un triplete y su compatriota Nicolás Otamendi con otro tanto, en la goleada del Manchester City sobre Watford por 6-0, de visitante, que le permitió seguir en la punta de la Liga inglesa de fútbol al promediar la quinta fecha.

Con sus tres tantos, el atacante del seleccionado argentino alcanzó su gol número 175 para el City, y quedó a tres de convertirse en el goleador histórico del club de Manchester, que por ahora sigue siendo Eric Brook con 177 (los hizo entre 1928 y 1939).

“El Kun” fue el encargado de abrir el marcador a los 27 minutos del primer tiempo, tras una asistencia del belga Kevin De Bruyne. El delantero volvió a convertir cuatro minutos después, luego de conectar un centro de David Silva. El propio Agüero asistió a Gabriel Jesús para que marcara el 3-0 a favor de los dirigidos por el español Pep Guardiola, que se fueron con esa ventaja a los vestuarios.

A los 18 minutos del segundo tiempo, el defensor Otamendi (quien como Agüero fue convocado por Jorge Sampaoli para la última doble fecha de Eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018, contra Perú y Ecuador) marcó el 4-0 de cabeza. El quinto del City volvió a ser todo del “Kun”, quien eludió a cuatro rivales y concretó un golazo y su hat-trick.

Otro de los que marcó fue Germán Pezzella, pero en Italia. Su equipo, la Fiorentina, venció 2 a 1 al Bologna, cuyo tanto fue convertido por Rodrigo Palacio.

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Leopoldo Luque, pelota en mano, se acerca para saludar a su amigo y figura de aquella final ante Holanda, Mario Alberto Kempes. Foto: Archivo El Litoral

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Nery Alberto Pumpido, el campeón del mundo que, al igual que Luque, surgieron de las canteras de Unión. Uno de los jugadores de mayor personalidad en ese equipo de Bilardo.

Foto: Archivo El Litoral